LA EGOLATRIA DE VICENTE FOX
Quehacer Político
Por: Edgar González Ruiz
No pocos ciudadanos ven como insólita la actitud del ex Presidente, quien con la edificación de su Centro de Estudios, Biblioteca y Museo, Vicente Fox Quesada, AC, pretende fomentar un culto a su persona y sus “logros” sexenales
No es nada nuevo que los ex presidentes tengan sus proyectos y sus apologistas, pero sí es insólita la actitud de Vicente Fox Quesada. quien pretende fomentar un culto a sí mismo y a su lamentable periodo, al grado de que está en construcción un museo que llevará su nombre y proseguirá con la mentirosa publicidad del autoelogio que caracterizó a su sexenio.
En el extranjero, sea por intereses creados o por ignorancia acerca de la realidad mexicana, algunos personajes se prestan a entrar en el juego del criticado ex Presidente.
Los amigos, familiares y partidarios de muchos de los ex presidentes de México han tratado de fomentar un culto cívico para ellos, incluido Porfirio Díaz, cuyo nombre lleva una calle aledaña al Parque Hundido, al sur de la ciudad de México. Dadas las pretensiones reeleccionistas de Salinas, durante su periodo algunos! intelectuales oficialistas trataron de reivindicar la memoria del dictador. Sin embargo, en febrero de 2002, el entonces gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, se opuso públicamente a que se erigiera una estatua de Díaz Mori en el puerto. Dijo: “Si ponen esa estatua, la quito en una semana”.
Empero, el padre de ese funcionario, el presidente Miguel Alemán Valdés, se contó entre los más polémicos ex mandatarios. Idealizado por los sectores derechistas, cosechó el rechazo de la izquierda estudiantil, de tal suerte que la estatua que lo recordaba en la Ciudad Universitaria fue blanco de un atentado con explosivos en junio de 1966.
La casa donde vivió Venustiano Carranza en la ciudad de México fue adquirida por Manuel Ávila Camacho en 1942 y convertida en museo dedicado a la Constitución y en sede de la Asociación de Ex Diputados Constituyentes de 1917, además! de que ha albergado objetos que pertenecieron al dirigente re! volucion ario y a sus familiares. El dirigente revolucionario tuvo el valor de enfrentarse al Gobierno antipopular encabezado por Victoriano Huerta.
Ruiz Cortines tiene su casa-museo en Veracruz. En diciembre de 2006, con motivo de su aniversario luctuoso, se evidenció el abandono del inmueble y de su estatua, que lucían grafiteadas, a la vez que sus amigos y familiares exaltaron su austeridad que le permitió pagar la deuda de más de 300 millones de pesos heredada de su predecesor, Miguel Alemán Valdez.
El cardenismo sobrevivió a Lázaro Cárdenas, el presidente que instaló la residencia de Los Pinos, pero en su caso, más allá del culto a la personalidad, su memoria ha perdurado en los sectores populares por la importancia de sus políticas nacionalistas y de beneficio social.
Luis Echeverría impulsó las relaciones con el llamado Tercer Mundo, e incluso promovió un instituto de estudios sobre ese tema, fundado en 1975, del cual por cierto fue director Adolfo Aguilar Zinser, quien luego fue perredista y finalmente foxista.
Aunque era un proyecto personal del ex Presidente, no estaba dedicado directamente a elogiarse a sí mismo, o a exaltar los logros de su Gobierno. Por haber impulsado la planificación familiar, los derechos laborales y haberse opuesto a las políticas estadounidenses, Echeverría es odiado por la derecha, que lo sataniza y lo acusa de haber sido ególatra.
Pero cualquier antecedente de egolatría, incluidos los desplantes de Salinas de Gortari, palidece ante la actitud de Vicente Fox, quien pretende él mismo, inmediatamente después de su gestión, crear un culto a su propia persona, y a los inexistentes logros de su Gobierno mediante un museo ubicado en el rancho de San Cristóbal, escenario por cierto de muchos de los abusos de la familia de Fox contra sus trabajadores y contra disidentes políticos.
COMPADRAZGOS Y APORTACIONES
Si se hiciera un museo de los desmanes de Fox y de los suyos, sobraría material, con las pruebas de las mentiras de Fox, a partir de sus falsas promesas de campaña, los latrocinios de la pareja presidencial, la represión contra sus opositores, la persecución de periodistas y medios de comunicación, así como las muestras de un estilo de vida propio de los Fox-Sahagún, que conjuga la ignorancia, la vulgaridad y la jactancia frecuentes en el mundo empresarial.
El museo que Fox se hará en honor de sí mismo, no recuperará la historia de México de 2000 a 2006, sino la historia de foxilandia y de su creador. Según indica el Centro de Estudios, Biblioteca y Museo Vicente Fox Quesada, en su comunicado 070129, esa entidad tendrá como visión, la de “…ser un foro académico y de investigación, de excelencia para los estudios de políticas p&uacu! te;blicas, economía de mercado, estabilidad económica, microeconomía; así como sobre democracia, liderazgo, equidad, transparencia y combate a la pobreza, entre otros. Será también un espacio bibliográfico, documental, museográfico y cultural de importancia nacional e internacional”.
La mentira y el autoelogio son las notas que no pueden faltar en el discurso foxista, como puede verse en el comunicado anterior, donde se exalta nada menos que la “democracia, liderazgo, equidad, transparencia, combate a la pobreza”, todo lo que nunca hubo en foxilandia.
“El Centro Vicente Fox estará constituido por un acervo documental de más de cuatro millones de documentos digitalizados, imágenes, fotografías, audio y video, puestos a disposición a través de alta tecnología, sobre la gestión gubernamental 2000-2006”.
Cabe suponer que entre esos documentos no estará! n la grabación del “comes y te vas” que Fox lanzó; a Fidel Castro para beneplácito de Bush, ni su chascarrillo de que las mujeres son “lavadoras de dos patas”, ni las grabaciones de las pláticas telefónicas de Sahagún con sus abogados en torno al caso de Wornat y Proceso, ni las imágenes de los hechos sangrientos en Atenco y en Sicartsa.
Faltarán también las evidencias radiofónicas y televisivas de la intervención de Fox en las campañas de 2006, reprobada por las dóciles autoridades electorales, los objetos suntuarios que exhiben el derroche de la pareja presidencial, comenzando por las caras y famosas toallas que adquirió la Presidencia para la casa presidencial al inicio del sexenio, ni se hará ostentación de las irregularidades de Vamos México y de las cuentas de los hermanos Sahagún.
Por razones lógicas, en la biblioteca de foxilandia, que hasta donde se sabe será subterránea y estará bajo el espacio donde vivía la madre de Fox, se podrán encontrar las obras que inspiraron los discursos de un presidente que no lee, como son los libros de José Luis Borges, del Premio Nobel colombiano Mario Vargas Llosa, ni los escritos de la rabina Anat Tagore, ideóloga del feminismo al estilo de Marta Sahagún.
Pese a todo ello, se pregona mentirosamente en la página web del ex Presidente que “Por primera vez en nuestro país, se pone a disposición de investigadores, académicos, líderes de todos los sectores, niños, jóvenes, hombres y mujeres, en suma, de la comunidad entera, el quehacer y las decisiones que se llevaron a cabo durante este periodo de la historia de México”.
Pero actualmente, además de las hemerotecas, que refutan las mentiras del foxismo, en el ciberespacio abundan los documentos, fotografías, videos, grabaciones, etcétera, acerca de! lo que fue el sexenio pasado.
Entre esas evidencias se cuentan las fotografías y notas de prensa sobre las agresiones que sufrieron el 16 de abril de 2005 varios legisladores que protestaban ante el rancho presidencial por el desafuero de AMLO. Mercedes Ángel Pacheco, señalada como ahijada y asistente de Fox en su rancho familiar, fue identificada como una de las agresoras en una fotografía donde está golpeando al diputado local Carlos Scheffer, gráfica que debería formar parte de la memoria del foxismo.
Durante el sexenio pasado, una y otra vez Mercedes Ángel aparecía en los medios, ya sea por sus actitudes agresivas contra los disidentes que iban a San Cristóbal, o por fungir como vocera y promotora de Fox en el lugar.
El 20 de mayo de 2001, el propio Fox le tomó protesta como vocal de Educación, Cultura y Recreación del Comité de Planeación del Desarrollo Municipal (Copladem) local. En 2002, Mercedes, quien atendía un pu! esto de souvenirs y fotografías del presidente, rudimentario antecedente del museo de Fox, se pronunció contra un grupo de labriegos sancristobalenses que protestaban frente a la iglesia a la que acudió la familia Fox a la misa dominical. (La Jornada, 25 de noviembre de 2002.) En abril del mismo año, Mercedes había sido requerida por la Presidencia para conseguir la participación de varios vecinos, a cambio de 200 pesos, para grabar un spot televisivo de alabanza al Gobierno de Fox. (El Universal, 15 de julio de 2002.)
En 2004, Mercedes Ángel fue testigo en la denuncia penal ante la PGR contra ex braceros que protestaban en el rancho de Fox, ocasión en que indicó que ellos habían destruido una maceta con un valor de 800 pesos, “donde estaba plantado un helecho, que era una planta muy preciada para la mamá del mandatario”. (El Universal, 15 de febrero de 2004).
Fue también Mercedes Angel quien en mayo de 2004 dio a conocer que el EMP inst! alar&iac ute;a retenes en San Cristóbal los fines de semana “para evitar manifestaciones violentas, enfrentamientos y daños a la propiedad privada”, y quien al fin del mandato foxista anunció que el presidente saliente sería bien recibido en San Cristóbal.
Ahora aparece de nuevo con motivo del museo foxista, pues en diciembre de 2006 proporcionó alguna información a los medios acerca de la construcción del local, que al parecer exhibirá los regalos que el empresario recibió durante su mandato e incluirá las oficinas de Vamos México, el negocio seudofilantrópico de la ex primera dama, sin que se pudiera saber el nombre de la constructora encargada de las obras y de sus patrocinadores. “La obra se maneja con recursos privados”, dijo Ángel Pacheco, quien aseguró desconocer el nombre de los empresarios que han aportado recursos.
Pero Fox no está solo, sino que tiene cómplices influyentes en su proyecto de crear un culto a su nula personalidad. Pese al lamentable papel que hizo en Los Ángeles como conferencista, el ex presidente de México, Vicente Fox, será distinguido el próximo 26 de febrero como profesor visitante de la Universidad de Oklahoma, informaron directivos de la institución.
La distinción no modifica la percepción que en amplios sectores de México se tiene acerca de Fox y su sexenio, pero sí pone en cuestión la honorabilidad de esa casa de estudios, que se presta a honrar a quien no lo merece, siendo el caso más lamentable, porque se trata de una institución educativa que ofrece un título académico a un personaje que hace gala de su desprecio por la cultura y la educación.
David L. Boren, presidente de esa universidad, afirmó: “No puedo pensar en alguien más capacitado para hablar del desarrollo futuro de México y las Américas que Vicente Fox. Es un gran privilegio para la universidad recibir a tan distinguido visitante”.
De religión metodista y militante del Partido Demócrata, David Lyle Boren ocupa dicho cargo desde 1994, de 1975 a 79 fue gobernador de dicha entidad que ha representado también en el Senado.
Boren ha tenido una trayectoria bastante polémica, siendo mucho más conservador de lo que parecería indicar su militancia política. En agosto de 1978, cuando era gobernador y candidato al Senado, dio una conferencia de prensa para negar ante la Biblia que fuera homosexual, como decían algunos rumores, que en ese país con fuertes raíces puritanas suelen perjudicar a los políticos. Ahora, Boren ha demostrado su falta de sensibilidad, o de información, acerca de la realidad que vivimos en México, y de lo que fue el sexenio foxista.
Curiosamente, la universidad que dirige tiene un Centro de Estudios Latinoamericanos, donde al parecer no les incomodan las afirmaciones anteriores explicables sólo por intereses clasistas y económicos.
Sumidos en sus ecuaciones y en sus análisis de las variables macroeconómicas, los tecnócratas suelen olvidar que existen la literatura y las humanidades, en particular en Latinoamérica, así como los pueblos hambrientos, por lo que Guillermo Ortiz, responsable del Banco de México, ha sugerido que la inconformidad popular con el aumento al precio de la tortilla, alimento básico en México, es sólo un producto de la imaginación, una paranoia.