NEGRO PANORAMA PARA ESTE MEXICO TAN GOLPEADO
Por Marisol Rueda
Hasta un neófito en economía puede darse cuenta de la fórmula: menores exportaciones = a menor crecimiento económico = a menor generación de empleos. Si a eso se le suma la caída del precio internacional del petróleo = menores ingresos = a recortes en el gasto público, las cosas no arrancan de la mejor manera. Así se inicia el primer año de Felipe Calderón.
El panorama económico en el primer año de gobierno de Felipe Calderón no es el mejor. Hay una mala noticia: se espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que el año pasado fue de 4.7 por ciento, caiga hasta en dos por ciento al cerrar 2007.
Las previsiones tienen sustento en dos hechos: la desaceleración económica de Estados Unidos y un importante ajuste a la baja en el precio internacional del petróleo, que acumula 8.86 por ciento en lo que va del año.
Si ocurre un mayor desplome del hidrocarburo, el gobierno federal podría recortar el presupuesto. “En 1999 bajó unos siete dólares cuando lo presupuestado era quince. Esto obligó a recortes y aunque no fue el fin del mundo, crecimos poco menos de lo esperado”, explica David Shields, experto en energía.
El secretario de Hacienda comparte esa visión. “Si bien el precio ha caído, es bastante anticipado hacer una proyección. Ahora, si hay una reducción muy prolomgada, muy profunda y muy sostenida de los precios del petróleo, pues tendríamos que hacer algunos ajustes”, argumentó Agustín Carstens en un seminario realizado el pasado jueves en el ITAM.
Se suman dos razones más a la disminución esperada en el PIB. El agudo deterioro de la competitividad y la eventual falta de acuerdos políticos para lograr reformas estructurales en pro del país.
Los pronósticos del crecimiento del PIB van desde un reservado 2.7 por ciento del banco HSBC, hasta un optimista 3.6 por ciento de las autoridades de la Secretaría de Hacienda. “Desafortunadamente, dependemos mucho de la economía de EU para crecer, porque de ahí proviene la demanda externa relevante para México”, explica Jonathan Heath, director de Desarrollo y Economista Jefe de HSBC.
Esto significará un menor dinamismo en las exportaciones y, por lo tanto, la pérdida de empleos. “En lugar de crearse el aproximadamente millón de plazas como en 2006, se generarán alrededor de 650 mil”, calcula Octavio Gutiérrez, economista senior del área de estudios económicos de BBVA Bancomer.
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A pesar de que según los especialistas, el escenario no causará grandes sobresaltos en el país, la economía necesita alcanzar tasas de crecimiento superiores a cinco por ciento para solucionar problemas como la pobreza.
Para sortear este panorama, Calderón deberá enfrentarse a la falta de acuerdos políticos para alcanzar las reformas energética, laboral y fiscal, pero los analistas creen que éstas no se aprobarán.
“Las reformas son viables y benéficas, la cuestión son los intereses políticos. Necesitamos que los legisladores reconozcan su importancia, pongan sus diferencias políticas atrás y voten por lo que nos conviene en términos económicos”, opina Heath.
Uno de los temas críticos es el sector energético. Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene serios problemas de endeudamiento, escándalos de corrupción, burocracia, limitaciones en su presupuesto y rezagos de infraestructura. “En las condiciones actuales, la capacidad productiva de Pemex irá disminuyendo y México tendrá que decidir si sigue abasteciendo el mercado externo o el nacional”, explica Sergio Rosado, director asociado en México de la consultora Cambridge Energy Research Associates.
En su opinión, las dificultades económicas de Pemex no podrán soslayarse más tiempo. Una de las fallas del Estado es su incapacidad de transmitir a la población las implicaciones de una reforma energética. “Cuando se habla de apertura se entiende una privatización per se… Hay que empezar por una reforma institucional rápida, porque el otro riesgo es abrir a la participación privada sin fortalecer las capacidades regulatorias estatales, y hay casos donde los monopolios públicos se vuelven privados”, afirma Rosado.
Para reinvertir más en el sector energético, debería reducirse la excesiva dependencia de los ingresos petroleros y buscar crecimiento en otras áreas. “Tendría que haber una reforma fiscal que le diera más recursos al Estado. Se tienen que plantear reformas que son impopulares y no son fáciles de negociar”.
Focos rojos
Empleo: este año se generarán 650 mil puestos de trabajo, insuficientes en un mercado donde anualmente se incorpora un millón de demandantes de trabajo. “La falta de flexibilidad en la economía es lo que no ha permitido que las empresas cambien con los tiempos, mismos que van acompañados de muchas nuevas tecnologías de nivel mundial”. Jonathan Heath, director de Desarrollo y Economista Jefe del Banco HSBC.
Gran dependencia de la importación de energéticos: ante la falta de recursos para invertir más en la industria petroquímica, depósitos de gas natural y refinerías, el Estado sigue comprando al exterior productos como gasolinas, gas natural y petroquímicos. “La capacidad de importación, especialmente la de gasolinas, requiere de inversión en, al menos, nuevas terminales, porque podemos tener un problema de abasto”. Sergio Rosado.
Accidentes en instalaciones energéticas: el rezago de más de 20 años en infraestructura que condujo a derrames e incidentes ya propició el deceso de personas. “La seguridad física de las instalaciones petroleras, con un creciente número de accidentes y muertos, es uno de los síntomas de que los problemas financieros y de inversión empiezan a traducirse en problemas”. Sergio Rosado.
“La falta de flexibilidad en los esquemas de financiamiento en el sector energético es uno de focos rojos más importantes en el mediano y largo plazos”. Jonathan Heath.
Competitividad: México se coloca por debajo de las principales economías de Latinoamérica en materia de competitividad, según el reciente Índice de Competitividad Global 2006-207 del Foro Económico Mundial (FEM). Chile está en el lugar 27, Argentina en el 69 y México en el 58. El FEM apunta que la nación mexicana padece de una reglamentación y burocracia excesivas, así como instituciones públicas –como la policía y el sistema judicial– que necesitan operar con más apertura y transparencia.
Excesiva dependencia de los ingresos petroleros: la crítica situación financiera de Pemex, la pesada carga fiscal a la que está sujeta, la falta de esquemas de inversión y un sindicato que está envuelto en escándalos de corrupción y pide privilegios económicos millonarios le restan una gran capacidad de inversión en exploración ante la creciente declinación de los yacimientos, en infraestructura y otros temas como refinación. La estatal, que tiene 140 mil trabajadores, emplea 27 personas para operar un pozo, cuando el promedio industrial es de diez. “Si caen los ingresos petroleros, eso puede afectar el gasto que se tiene que realizar en otros rubros”. Jonathan Heath.
Focos amarillos
Sistema de pensiones: el mismo ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ha admitido que ni siquiera la reforma fiscal que se ha venido planteando es suficiente para enfrentar el progresivo pago de pensiones. Advirtió, además, que “el problema es muy grande y creciente, pero lo será de una manera intensa y aguda durante los próximos años”.
Falta de consenso político: la falta de consensos en la Cámara de Diputados y el poco oficio del Ejecutivo para negociar no ha permitido avances sustanciales en materia de reformas. “Necesitamos un Poder Legislativo que legisle a favor del país y no de los intereses partidistas”. Jonathan Heath.
Competencia: México es uno de los países más caros en servicios como telefonía fija y celular, y productos como cemento, entre otros, debido a la existencia de duopolios y monopolios en diferentes sectores. “No se necesita la votación del Congreso para impulsar una mayor competencia en los mercados, que generaría mayores recursos”. Octavio Gutiérrez, economista senior para mercados financieros de estudios económicos de BBVA Bancomer.
Focos verdes
Estabilidad macroeconómica:
factor necesario para generar mayor crecimiento sostenido en el futuro, misma que ha posibilitado más seguridad en las inversiones y menor índice de inflación. “Es algo sumamente positivo; es una condición necesaria, pero está lejos de ser suficiente”. Jonathan Heath.
Control inflacionario: México ha logrado controlar los índices inflacionarios: en 2005 se situó en 3.3 por ciento, la tasa más baja desde 1969, año en el que comenzó a medirse este indicador en el país. Para este año se espera que se aproxime al 3.4 por ciento.