COMO CADA SEMANA: EL APORTE DEL PERIODISTA MARCO CASILLAS

El Derecho a la Diferencia y a la Diversidad Sexual

Homofobia... el odio a lo distinto
Discriminación y agresión de sociedades y gobiernos hipócritas...
Coahuila, segundo estado en legislar sobre uniones de convivencia homosexual

POR: MARCO CASILLAS *

Las sociedades humanas son entes amorfos que cambian. Lo que en la Grecia clásica o en la Roma antigua era una institución social y legalmente avalada, modificó su condición. Se le endilgó el mote de desviación, de enfermedad, y hasta de delito. No ha dejado de ocurrir. Ni las más feroces agresiones y discriminación han podido eliminar algo que, de suyo, resulta consustancial a los seres humanos. La homosexualidad.

Hace casi diecisiete años. El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud eliminó a la homosexualidad de su lista de “enfermedades mentales”, determinación histórica que hoy es acompañada por el reconocimiento legal al matrimonio entre personas del mismo sexo en varios países del mundo. El 17 de mayo, por cierto, es considerado como “El Día Mundial de Lucha contra la Homofobia”.

El pasado siglo XX y este inicio del XXI, nos ofrecen un oprobioso catálogo de ejemplos en cuanto a manifestaciones de violencia y discriminación por homofobia. Deportaciones en los campos de concentración nazis, Goulag en la Unión Soviética, chantajes y persecuciones en Estados Unidos en la época de Mc Carthy, ridiculización y crímenes en Latinoamérica. Hay poco terreno ganado en materia de combate a la discriminación, sin embargo:

En países como México, un numeroso grupo de organizaciones (gubernamentales y no gubernamentales) como la CONAPRED que comanda Gilberto Rincón Gallardo, Letra “S”, DIVERSA, DEMYSEX, MEXFAM, CENSIDA y otras más, se sumaron a las jornadas que en más de una treintena de países se verificaron para protestar contra las conductas homofóbicas, jornada que puso en el centro de la mesa la urgencia de articular acciones y reflexiones para luchar contra todas las formas de expresión de violencia o discriminación hacia homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgéneros, etc.

Los crímenes por odio sexual siguen ocurriendo. Son, hay que decirlo, parte de una bruma descriptiva sin un catálogo de cifras confiables en ninguna parte del mundo. En México se habla de cientos de ejemplos en los que la homofobia engendró hechos criminales en los que personas fueron asesinadas o heridas tan solo por tener una vida sexual diferente a la de las mayorías.

Sociedades y Gobiernos hipócritas se convierten en cómplices del miope criterio de extirpar algo que es “aborrecible por antinatural”. Por eso, autores como Carlos Monsivais consideran que, por ello :
“Es relativamente fácil localizar el trazo homofóbico de un asesinato: la ferocidad agotadora –40 ó 50 puñaladas- , golpes, torturas. El criminal por odio sexual efectúa lo que desde su perspectiva es un acto de justicia. Este pinche puto... este pinche maricón o esta pinche marimacha tortillita no merece vivir, y ya que la ley no los castiga a mí me toca reparar la omisión”.

Martha Lamas, Activista social mexicana establece que “al tener que ver la sexualidad con los placeres corporales, ésta tiende a ser regulada y reglamentada mediante prohibiciones y sanciones”. En una sociedad como la mexicana, con total influencia de la cultura judeo-cristiana, el sexo está relacionado con la reproducción, por lo que cualquier búsqueda de placer en sí mismo es condenada.

Al inicio del 2005, la Secretaría de Salud mexicana había anunciado en lanzamiento de una campaña para combatir la homofobia en nuestro país. Grupos de conocida tradición conservadora –PROVIDA y la Unión Nacional de Padres de Familia- se opusieron a la difusión de esta campaña considerando que con ella “se promovería descaradamente el homosexualismo”.

En materia de respeto y protección legal a la diversidad sexual, los avances han sido graduales. En noviembre del 2006, gracias al decidido empuje de personajes como la congresista Enoé Uranga –del partido Democracia Social- la asamblea de representantes del Distrito Federal aprobó la llamada sociedad de convivencia entre personas del mismo sexo, lo que implica la presencia de figuras como la herencia patrimonial, la seguridad social y médica y otras áreas transmitidas de un miembro de la pareja a otro.

Coahuila, en la segunda semana de enero del 2007, hace muy pocos días de ello, se convirtió en el segundo Estado mexicano en legislar sobre la materia, en ambos casos, la oposición fundamental fue la de los asambleístas y diputados del conservador Partido Acción Nacional, institución que hoy gobierna México. En el área de diversidad sexual, combate a la homofobia y legislación federal en la materia, con un gobierno así, el panorama es opaco, por no decir que francamente negro.

Hoy, el respeto y la tolerancia resultan elementos básicos y valores fundamentales para combatir la homofobia. En un país plural, democrático y diverso, nadie debería esperar que los demás piensen o actúen de una sola manera. La sociedad mexicana será mejor si el respeto a la diferencia y la protección legal a las minorías se convierten en hechos.

Cuando sociedad y gobierno entierren a la simulación, la hipocresía, la intolerancia y la apatía comodina por el tema, podremos iniciar un camino que, hoy por hoy, aún se ve lejano. La homofobia es la verdadera enfermedad. Homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad, son manifestaciones que deben formar parte de la convivencia humana. Comencemos. Y a ver que opinan los señores gobernantes, diputados y diputadas de Durango, Zacatecas, Chihuahua y otros estados cuyos “hombres y mujeres de Estado” han demostrado que para ellos las minorías… son asunto menor. Entren a www.cuevalobo.com Para conocernos mejor…

Comentariosdigan_loquedigan@yahoo.com.mx

*Marco Casillas.

Periodista y Escritor duranguense, autor de los libros “Zacatecas, Historias de Poder” y “Los Ritos del Alacrán”, en este año lanzará su tercera producción editorial titulada “Los Maleficios del Gato Azul”, una selección de sus más completos artículos y ensayos publicados en diversos medios nacionales y locales de comunicación.