UN AUTOGOLPE DE ESTADO SE HA PROPICIADO EL PAN?
28N: ¿OTRO 23F?
LA PRESENCIA DE un cuerpo de élite del Ejército Nacional en la todavía llamada "tribuna más alta del país" preconfigura, a querer o no, un golpe de Estado técnico.
Involuntariamente, los panistas se lo han autopropinado.
Y esto no sólo por haber sido ellos quienes, ¡oh, paradoja!, "tomaron" tal tribuna para evitar que fueran los perredistas quienes la ocuparan, sobremanera por haber sido ellos, a través del rojizo presidente de la Cámara Baja Jorge Zermeño, quienes inexpertos, ñoños, novatos llamaron al Estado Mayor Presidencial a ocupar militarmente las instalaciones del Congreso, dizque para garantizar (sic) que el señor Calderón rinda protesta como Presidente de la República, que así lo eligió el Tribunal Electoral.
Fácil es imaginarse, entonces, la escena que mañana será la más fotografiada: Calderón, rodeado de militares, levantando la mano para jurar respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen… sistemáticamente violadas no sólo por el señor Fox, con sus intervenciones ilegales durante el proceso electoral, incluso por las "instituciones" encargadas de administrar y calificar dicho proceso.
Porque en política, como en la física, a toda acción corresponde una reacción.
A ese primer golpe de Estado técnico que el sistema pintado ahora de blanquiazul propinó a sus contrincantes del sol azteca y hasta a los desvalidos tricolores, viene ahora el que a sí mismos se han dado los seguidores del michoacano.
Mal inicio para una gestión tan cuestionada como lo es ya la del señor Calderón quien –sólo como botón de muestra— tuvo cinco largos meses para conformar su equipo y, prácticamente "al cuarto para las 12", no atina a vencer, ni siquiera a hacer resistencia, a los grupos de presión y poderes fácticos ante los que se ve impotente. Ellos le nombran a los colaboradores. A los miembros de "su" gabinete.
Por eso, cual se observa la situación en este momento, sólo rodeado por las Fuerzas Armadas podrá "gobernar" Calderón. Así lo previeron los diputados de su partido. Por eso solicitaron la presencia de un cuerpo de élite, cual lo es el Estado Mayor Presidencial, para que se apoderaran prácticamente del Congreso.
Y sólo "gobernará" para esos grupos de presión y grupos fácticos que le apoyan.
La escena de este martes 28 de noviembre en San Lázaro, justo cuando el diputado Zermeño pide, a solicitud de los legisladores perredistas, que se retire de la tribuna el personal del Estado Mayor Presidencial –luego corrigió: personal de seguridad de la Cámara, dijo— es, para todo efecto, prácticamente la misma que vivieron los españoles en las Cortes hace 25 años, cuando el 23 de febrero, el teniente coronel Antonio Tejero seguid de un nutrido grupo de guardias civiles, asaltaron la Cámara de los Diputados en Madrid.
Hoy en México la situación, prácticamente es la misma. Nada más que aquí fueron los propios panistas quienes se inflingieron a sí mismos este otro golpe de Estado técnico.
Fuente
LA PRESENCIA DE un cuerpo de élite del Ejército Nacional en la todavía llamada "tribuna más alta del país" preconfigura, a querer o no, un golpe de Estado técnico.
Involuntariamente, los panistas se lo han autopropinado.
Y esto no sólo por haber sido ellos quienes, ¡oh, paradoja!, "tomaron" tal tribuna para evitar que fueran los perredistas quienes la ocuparan, sobremanera por haber sido ellos, a través del rojizo presidente de la Cámara Baja Jorge Zermeño, quienes inexpertos, ñoños, novatos llamaron al Estado Mayor Presidencial a ocupar militarmente las instalaciones del Congreso, dizque para garantizar (sic) que el señor Calderón rinda protesta como Presidente de la República, que así lo eligió el Tribunal Electoral.
Fácil es imaginarse, entonces, la escena que mañana será la más fotografiada: Calderón, rodeado de militares, levantando la mano para jurar respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen… sistemáticamente violadas no sólo por el señor Fox, con sus intervenciones ilegales durante el proceso electoral, incluso por las "instituciones" encargadas de administrar y calificar dicho proceso.
Porque en política, como en la física, a toda acción corresponde una reacción.
A ese primer golpe de Estado técnico que el sistema pintado ahora de blanquiazul propinó a sus contrincantes del sol azteca y hasta a los desvalidos tricolores, viene ahora el que a sí mismos se han dado los seguidores del michoacano.
Mal inicio para una gestión tan cuestionada como lo es ya la del señor Calderón quien –sólo como botón de muestra— tuvo cinco largos meses para conformar su equipo y, prácticamente "al cuarto para las 12", no atina a vencer, ni siquiera a hacer resistencia, a los grupos de presión y poderes fácticos ante los que se ve impotente. Ellos le nombran a los colaboradores. A los miembros de "su" gabinete.
Por eso, cual se observa la situación en este momento, sólo rodeado por las Fuerzas Armadas podrá "gobernar" Calderón. Así lo previeron los diputados de su partido. Por eso solicitaron la presencia de un cuerpo de élite, cual lo es el Estado Mayor Presidencial, para que se apoderaran prácticamente del Congreso.
Y sólo "gobernará" para esos grupos de presión y grupos fácticos que le apoyan.
La escena de este martes 28 de noviembre en San Lázaro, justo cuando el diputado Zermeño pide, a solicitud de los legisladores perredistas, que se retire de la tribuna el personal del Estado Mayor Presidencial –luego corrigió: personal de seguridad de la Cámara, dijo— es, para todo efecto, prácticamente la misma que vivieron los españoles en las Cortes hace 25 años, cuando el 23 de febrero, el teniente coronel Antonio Tejero seguid de un nutrido grupo de guardias civiles, asaltaron la Cámara de los Diputados en Madrid.
Hoy en México la situación, prácticamente es la misma. Nada más que aquí fueron los propios panistas quienes se inflingieron a sí mismos este otro golpe de Estado técnico.
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posted by H2AGUA at
4:17 p.m.
