EL CHEFF
Hace seis años pensamos que contratar al gerente de la tienda de estufas era mejor que seguir con Lencha, la cocinera que se volaba el cambio de las tortillas, y mire nomás el desastre que hizo el hombre: trajo a su señora a vivir a la casa y nos la quiso decorar a su gusto, le hizo la guerra al lechero, al panadero, al mensajero del súper, a todo el mundo pues, y vea qué desastre. Dejó tirada la comida por todas partes, nada funcionó, la licuadora y el microondas quedaron inservibles, a cada rato sale gente del refrigerador diciendo que son parientes de Lencha y vienen a vengarla. Vamos, resultó que no sabía cocinar y lo cierto es que la cocina se está incendiando. Acaba de salir con un pastel quemado, diciendo que con esto de la democracia, los pasteles salen muy sabrosos, y se ha echado a correr, mientras que Lencha y su familia sólo dicen: "Se los dije", y quién sabe cómo es que salen tantos del refrigerador. Lo malo es que cuando se disperse la humareda y despertemos, como escribió Alicia García Bergua, la maestra seguirá ahí.
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