TELEVISA Y TELMEX EN DISPUTA POR EL TRIPLE PLAY (Voz, Datos Y Video)
Azcárraga y Slim disputan Triple Play botín de 20 mil mdd
Revista Fortuna / Luis Vega
El Acuerdo de Convergencia Tecnológica en Telecomunicaciones es el banderazo de salida para que Carlos Slim y Emilio Azcárraga inicien una guerra para obtener la mayor parte de una bolsa estimada en 20 mil millones de dólares anuales, cantidad que representa el 2.5 por ciento del PIB nacional.
Con el triple play o la convergencia de voz, datos y video, se da también la ruptura de la alianza de dos de los hombres más poderosos de México y, por tanto, el reacomodo de los medios electrónicos en México.
Carlos Slim y Emilio Azcárraga saben desde octubre de 2005 que la comisión antimonopolios del país no les va a permitir aliarse para vender servicios de televisión, telefonía e internet. Y lo más importante: los está orillando a buscar nuevos aliados.
Actualmente Carlos Slim, a través de Telmex y Telcel, empresas que controlan 90 por ciento de la telefonía fija y 77 por ciento de la celular, respectivamente, tienen ingresos anuales de 13 mil millones de dólares, de los 16 mil millones que vale el mercado de las telecomunicaciones en México.
El mercado de la publicidad televisiva anual es de poco más de 3 mil millones de dólares y la empresa de Emilio Azcárraga obtiene entre el 76 y 80 por ciento de esta bolsa.
Por el contrario, la empresa Televisa estará obligada por la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) a buscar nuevos aliados entre las empresas de telefonía, si es que quiere comercializar contenidos televisivos con valor agregado.
Y es que las nuevas reglas del juego que la comisión antimonopolios va a aplicar a Televisa, TV Azteca, las 450 empresas cableras y las compañías telefónicas, reconfigurará el escenario político de los medios electrónicos en el país.
El detonador que va a cambiar en el corto plazo el rol que venían desempeñando protagonistas como Televisa y Telmex va a ser la disposición de la Cofeco en materia de contenidos para televisión, anunciado en octubre pasado, cuando se dieron a conocer las reglas sobre Convergencia Tecnológica.
En las próximas semanas, la Cofeco va a anunciar, entre otras disposiciones, que Televisa y TV Azteca tendrán que poner a la venta en general sus programas de televisión. Y mejor aún: no podrán utilizar su producción para desplazar o inhibir la participación de competidores.
Las empresas de Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas “no podrán hacer ventas atadas”, a partir de la producción de programas televisivos.
La Cofeco va a cuidar particularmente las alianzas que Televisa y Telmex realicen con otras empresas para evitar concentraciones de mercado que vayan en detrimento de los consumidores, ya sean televisoras, cableros o vendedores de internet.
En este contexto, desde antes que se den a conocer las reglas del juego está prohibida cualquier alianza entre los monopolios televisivo y telefónico.
Una vez que se publiquen las reglas del Acuerdo de Convergencia en Telecomunicaciones, las empresas interesadas (telefónicas, cableros y de televisión) tienen 75 días para elaborar una agenda de trabajo en coordinación con la Cofetel, SCT, Cofeco y Cofemer.
Este acuerdo se refiere a la portabilidad, interconexión e interoperabilidad, es decir, al famoso triple play, en donde las compañías interesadas podrán ofrecer servicios de telefonía, datos (internet) y video.
Otro punto importante en este juego es que Carlos Slim podría tener la red de televisión por cable más grande del país: en caso de recibir autorización para ofrecer el servicio de televisión, toda su red telefónica serviría para esto.
Con ello podría ampliar su negocio a uno tan grande como el que actualmente tiene en telefonía (celular y fija). El mercado telefónico es de unos 30 mil millones de dólares y las empresas de Slim participan con el 95 por ciento de éste.
Otro detonador del reacomodo de los medios electrónicos es la promesa del próximo gobierno de la república (punto 41 de los 100), en el sentido de abrir a la competencia en televisión a un mayor número de jugadores.
Ya desde antes de este anuncio se sabe que los empresarios Olegario Vázquez Raña y Joaquín Vargas, concesionarios de los canales 28 y 52, respectivamente, han platicado para analizar posibilidades de unir las señales y presentarse como la “tercera opción” de televisión privada.
Otro jugador que entraría a las nuevas frecuencias de televisión abierta es Palmas 26, empresa formada por Grupo Xtra y Telemundo, la cual recientemente presentó ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Telecomunicaciones su solicitud en este sentido.
Revista Fortuna / Luis Vega
El Acuerdo de Convergencia Tecnológica en Telecomunicaciones es el banderazo de salida para que Carlos Slim y Emilio Azcárraga inicien una guerra para obtener la mayor parte de una bolsa estimada en 20 mil millones de dólares anuales, cantidad que representa el 2.5 por ciento del PIB nacional.
Con el triple play o la convergencia de voz, datos y video, se da también la ruptura de la alianza de dos de los hombres más poderosos de México y, por tanto, el reacomodo de los medios electrónicos en México.
Carlos Slim y Emilio Azcárraga saben desde octubre de 2005 que la comisión antimonopolios del país no les va a permitir aliarse para vender servicios de televisión, telefonía e internet. Y lo más importante: los está orillando a buscar nuevos aliados.
Actualmente Carlos Slim, a través de Telmex y Telcel, empresas que controlan 90 por ciento de la telefonía fija y 77 por ciento de la celular, respectivamente, tienen ingresos anuales de 13 mil millones de dólares, de los 16 mil millones que vale el mercado de las telecomunicaciones en México.
El mercado de la publicidad televisiva anual es de poco más de 3 mil millones de dólares y la empresa de Emilio Azcárraga obtiene entre el 76 y 80 por ciento de esta bolsa.
Por el contrario, la empresa Televisa estará obligada por la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) a buscar nuevos aliados entre las empresas de telefonía, si es que quiere comercializar contenidos televisivos con valor agregado.
Y es que las nuevas reglas del juego que la comisión antimonopolios va a aplicar a Televisa, TV Azteca, las 450 empresas cableras y las compañías telefónicas, reconfigurará el escenario político de los medios electrónicos en el país.
El detonador que va a cambiar en el corto plazo el rol que venían desempeñando protagonistas como Televisa y Telmex va a ser la disposición de la Cofeco en materia de contenidos para televisión, anunciado en octubre pasado, cuando se dieron a conocer las reglas sobre Convergencia Tecnológica.
En las próximas semanas, la Cofeco va a anunciar, entre otras disposiciones, que Televisa y TV Azteca tendrán que poner a la venta en general sus programas de televisión. Y mejor aún: no podrán utilizar su producción para desplazar o inhibir la participación de competidores.
Las empresas de Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas “no podrán hacer ventas atadas”, a partir de la producción de programas televisivos.
La Cofeco va a cuidar particularmente las alianzas que Televisa y Telmex realicen con otras empresas para evitar concentraciones de mercado que vayan en detrimento de los consumidores, ya sean televisoras, cableros o vendedores de internet.
En este contexto, desde antes que se den a conocer las reglas del juego está prohibida cualquier alianza entre los monopolios televisivo y telefónico.
Una vez que se publiquen las reglas del Acuerdo de Convergencia en Telecomunicaciones, las empresas interesadas (telefónicas, cableros y de televisión) tienen 75 días para elaborar una agenda de trabajo en coordinación con la Cofetel, SCT, Cofeco y Cofemer.
Este acuerdo se refiere a la portabilidad, interconexión e interoperabilidad, es decir, al famoso triple play, en donde las compañías interesadas podrán ofrecer servicios de telefonía, datos (internet) y video.
Otro punto importante en este juego es que Carlos Slim podría tener la red de televisión por cable más grande del país: en caso de recibir autorización para ofrecer el servicio de televisión, toda su red telefónica serviría para esto.
Con ello podría ampliar su negocio a uno tan grande como el que actualmente tiene en telefonía (celular y fija). El mercado telefónico es de unos 30 mil millones de dólares y las empresas de Slim participan con el 95 por ciento de éste.
Otro detonador del reacomodo de los medios electrónicos es la promesa del próximo gobierno de la república (punto 41 de los 100), en el sentido de abrir a la competencia en televisión a un mayor número de jugadores.
Ya desde antes de este anuncio se sabe que los empresarios Olegario Vázquez Raña y Joaquín Vargas, concesionarios de los canales 28 y 52, respectivamente, han platicado para analizar posibilidades de unir las señales y presentarse como la “tercera opción” de televisión privada.
Otro jugador que entraría a las nuevas frecuencias de televisión abierta es Palmas 26, empresa formada por Grupo Xtra y Telemundo, la cual recientemente presentó ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Telecomunicaciones su solicitud en este sentido.