MEXICO ANTE UNA CRISIS
México, ante una crisis más profunda que la de 1968
POR MANUEL MAGAÑA CONTRERAS
(Exclusivo para Voces del Periodista)
* Son ya 36 años de sufrir la decadencia del neoliberalismo
* Cada año del foxismo emigraron 575 mil mexicanos a EU
* Subió en 43 por ciento la deuda pública por cada habitante
* Tardaremos unos 70 años en pagar el rescate de los bancos
* Suben ganancias de patrones; bajan salarios de trabajadores
La crisis económica, social y cultural a que nos enfrentamos los mexicanos después del fraude electoral del pasado 2 de julio, es la más grave y prolongada de toda de toda la historia del México; el santanismo, las luchas fratricidas del siglo XIX, el porfirismo, el caudillaje revolucionario, la etapa del desarrollo estabilizador, etcétera., no son tan extensas como las del neoliberalismo que ha extinguido las conquistas de los mexicanos alcanzadas en el movimiento social de 1910.
¡Estamos ante una crisis más profunda que la de 1968, en el marco de dos elecciones presidenciales fraudulentas, la de 1988 y la del 2006!
Tenemos ya 36 años de estar en las garras neoliberales del supercapitalismo salvaje; el período liberal del general Porfirio Díaz duró 30 años; la etapa de luchas fratricidas en la segunda mitad del siglo XIX, incluyendo la intervención francesa abarca un período de 13 años únicamente, entre la Revolución de Ayutla, en 1854 y el fin del segundo imperio en 1867; México padeció al santanismo y sus alianzas con los yanquis, a lo largo de 32 años, o sea, entre 1822 y 1854.
Es, por tanto, el neoliberalismo, el mayor más prolongado problema a que nos enfrentamos los mexicanos, no únicamente por el tiempo que ya tiene de flagelarnos, sino también por los más terribles estragos que nos ha causado en el campo de la economía netamente mexicana, la soberanía nacional y el proceso de desnacionalización de todo lo mexicano.
Es así que dentro del neoliberalismo, la macro-economía y la globalización económica, a costa de la planta productiva mexicana en el campo y en la industria, ya nos ha golpeado demasiado.
Todo esto nos recuerda el libro de Octavo Paz, El Ogro Filantrópico, en el que se adelantó a períodos críticos de los pueblos víctimas de la democracia ladrona y autoritaria y concluye en que: “El honor y la esperanza de nuestro tiempo son los disidentes. Todo puede cambiar mientras haya disidentes”.
El régimen de Vicente Fox no fue de cambio, como lo prometió: Funcionó, en realidad como máscara de las administraciones autoras de la implantación del neoliberalismo en nuestro país: Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
Un breve repaso de algunos de los ominosos resultados del foxismo son los siguientes:
1.- De acuerdo a un informe presentado en la Cámara de Diputados sobre una investigación al IPAB, el adeudo es de un billón 248 mil millones de pesos y los mexicanos tardaremos en pagar el llamado rescate bancario -deuda que no es nuestra sino de los banqueros-, aproximadamente 70 años.
2.- A consecuencias de la inseguridad generada por el fraude electoral y sus consecuencias, al momento de redactar este comentario, la Bolsa Mexicana de Valores ya ha caído en dos ocasiones hasta en un 1.37 por ciento, en tanto que el peso mexicano, frente al dólar, perdió 18 centavos en un solo día, por ese desplome bursátil.
3.- En el fraudulento Instituto Federal Electoral, los pasivos aumentaron un 10 por ciento, al despacharse los consejeros “con la cuchara grande”, en materia de sueldos y ”bonos” de compensación. Conforme a la auditoría correspondiente, de 238 millones de pesos reportados en el 2004, en el 2005 se llegó a los 597 millones de pesos, lo que revela, porcentualmente, los índices de la corrupción de parte de titulares de dependencias que se suben sus haberes, a diferencia de los trabajadores cuyo poder adquisitivo salarial se deteriora y sólo se permiten aumentos generales del cuatro por ciento.
4.- Los índices del creciente desempleo en México se pueden medir no únicamente por el incremento del ambulantaje, sino también porque cada año del sexenio de Vicente Fox, han emigrado a los Estados Unidos un promedio de 575 mil mexicanos, de acuerdo a la información oficial del INEGI.
5.- Otra de las ominosas herencias que deja Vicente Fox es lo que concierne a la deuda del sector público, de 2.3 billones de pesos en diciembre del año 2005, a 3.3 billones en junio del 2006, en el marco de “la continuidad” de la política de financiar la falta de ingresos preferentemente con deuda pública interna que con externa. Según los informes gubernamentales correspondientes, el costo total del endeudamiento público en el sexenio, absorbió 790 mil 675 millones de pesos en recursos presupuestales
En lo que corresponde a la crisis política que azota al país, cabe decir que nunca se había dado el caso de un candidato presidencial como el del panista Felipe Calderón, quien durante la campaña permitió, y él mismo personalmente lo hizo, la utilización de insultos y calumnias contra su principal adversario, Andrés Manuel López Obrador.
Tampoco se había visto la participación del clero, encabezado por el arzobispo primado de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, monseñor Norberto Rivera Carrera, a favor del aspirante de la derecha a la primera magistratura del país.
Tampoco se había registrado, tan abiertamente, en la difusión de “spots” televisivos calumniadores e insultantes, por parte de los empresarios, especialmente través del Consejo Coordinador Empresarial.
Nunca se había mostrado tan flagrantemente la complicidad del Instituto Federal Electoral en la elaboración del fraude, junto con los empresarios que pagaron muchos millones de pesos a la televisión de Azcárraga y a la de Salinas, para lanzar la calumnia de que “Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México”, a la vez que se le rodeó de insultos.
De igual forma, nunca se había visto en flagrancia a un Presidente de la República, como Vicente Fox, convertirse en “matraquero” del candidato presidencial de su partido, en este caso, de Felipe Calderón. Su intervención fue violatoria de la Ley Electoral, porque sumó muchos millones a la propaganda del candidato del partido en el poder. La injerencia ilegal del panista y de los empresarios la reconoció el mismo Instituto Federal Electoral, señalado como institución corrupta encabezada por Luis Carlos Ugalde.
Nunca se había visto que un tal Hildebrando, cuñado del candidato Calderón, haya tenido una participación esencial en el sistema de cómputo del IFE, lo que necesariamente se tradujo en la alteración electrónica de los resultados.
Una de las pruebas más contundentes de las elecciones fraudulentas en favor de Calderón, se refiere a la negativa del Tribunal Electoral para revisar las casillas, pese a las reiteradas peticiones de la ciudadanía para que se lleva a efecto esa inspección. Por eso, la negativa para no revisar casilla por casilla y voto por voto, ha sembrado en la ciudadanía la certeza de que hubo fraude.
Se responsabiliza al secretario de Gobernación, Carlos María Abascal y Carranza, famoso por sus arrebatos místicos en su desempeño como funcionario, de la injerencia del clero político en las elecciones. Rivera Carrera, incluso, abiertamente, puso a funcionar en la Arquidiócesis de la Ciudad de México, “centros parroquiales para enseñar a los feligreses cómo votar”.
Por lo anterior, a la crisis económica, social y cultural que sufre nuestro país, se tiene que añadir el rechazo a Felipe Calderón por el fraude electoral y los insultos y calumnias que lanzó contra su principal adversario.
Con la doble moral que caracteriza a los políticos blanquiazules, Calderón se presenta ahora con la cara de “conciliador” y de “pacífico”, cuando la realidad es que proviene de un partido, de un régimen, como el de Vicente Fox, de corte autoritario, utilizador de la violencia como en el caso de Atenco y de SICARTSA y practicante de la calumnia, la mentira y el insulto como sistema de campaña electoral.
Es decir, Calderón proviene de la violencia institucionalizada en la administración del foxismo, tal como lo demuestra fehacientemente el hecho de que la “doctrina” -que más bien es ideología-, de la “seguridad nacional”, es fuente de acoso contra la ciudadanía.
Calderón es víctima de su doble moral. Así, el es su propio verdugo y será difícil, mejor dicho, prácticamente imposible, que se gane la confianza del pueblo.
Llega cargado de compromisos con los intereses extraños al bien de los mexicanos. La crisis actual es, por tanto, una de las mas graves a la que se haya enfrentado el país, según lo hemos expuesto, con base en los datos que nos suministra la historia.
Existe otro temor bien fundado entre la ciudadanía y se refiere al hecho de que los panistas al sentirse herederos de los conservadores y la Junta de Notables que trajeron a Maximiliano, son proclives a recurrir al extranjero “para resolver los problemas de México”. En este sentido, dentro del fraude electoral del pasado 2 de julio, debe anotarse también el hecho de que vinieron a México peritos de España para orquestar la campaña de calumnias, insultos y mentiras en contra del adversario. Además, se contó con la “recomendación” de José María Aznar , el cómplice de George Bush en la invasión de Irak y la comisión de sus crímenes de guerra, para que los mexicanos votáramos por Calderón.
La crisis económica moral, política, moral y cultural en que se ha hundido a nuestro país, es una de las más profundas.
Para ello se requerirá del conocimiento y análisis de las causas de nuestros males, a fin de encontrar la solución correspondiente.