¿Y el CNSP, apá?
Marcela Gómez Zalce
• Contagios que matan...
• Limpias domésticas
El camino más corto para devastar un país, mi estimado, es dar el país a los demagogos. Las delicadas secuelas que está dejando el tsunami de la violencia en todas sus modalidades pega directo en la línea de flotación del (des)gobierno de Felipe Calderón, primer responsable del desmadre que reina entre sus funcionarios de gabinete, quienes no tienen claro, a estas alturas del vapuleado sexenio, cuál es la estrategia integral para combatir al peligroso flagelo.
Los simpáticos discursos mediáticos terminan siendo a complete freak show, donde los llamados para suscribir acuerdos contra el crimen (¿?) son distractores de una realidad apabullante dentro de las instancias encargadas de la seguridad pública y/o nacional. Sobre todo cuando este régimen que cacarea la mentada cultura de la legalidad, la viola de manera sustantiva y constante.
El mejor botón ha sido la genialidad de la unificación de las policías que actúan de facto y fuera del marco legal, y donde las únicas cabezas visibles son las decapitadas que aparecen en los distintivos sellos de la ejecución de cuentas entre la organizada delincuencia.
Calderón y su inservible tesorito de Bucareli, my friend, sacan raja mediática ante su incapacidad para gobernar. Ante su colosal ignorancia que, aderezada de maravillosa improvisación, se han rodeado de personajes que ya están rebasados por el fracaso que día a día sustenta la nota roja. Su reciente llamado para coordinar esfuerzos insulta la inteligencia del sonriente respetable, cuando ya existe el organismo encargado de coordinar las acciones y el cumplimiento de objetivos del Sistema Nacional de Seguridad Pública y donde la ley determina la constitución del Consejo Nacional de Seguridad Pública como órgano superior de coordinación en beneficio de las entidades federativas y los municipios.
El mismo, mi estimado, encargado de establecer una política nacional de seguridad pública. De fortalecer al Estado mexicano en el ámbito de la seguridad pública. En integrar y coordinar a todas las instituciones de seguridad pública. Porque más allá de la correcta y etiquetada distribución del billete, no deja de ser interesante que este organismo ha guardado un explicable silencio ante la maniática política de (in)comunicación social de la Presidencia.
El ameno Consejo, cuya última reunión aconteció a principios de año, no parece estar en el cerebro (the size of a squirrel) de Gobernación y/o de la SSP-F. Sobre todo en esta última dependencia, donde Genaro García Luna ha hecho un magnífico caldo de improvisación que deriva en corrupción, comenzando por su titular que, de ser un súper policía (táctico), fue colocado en un puesto altamente estratégico y donde se necesitan las neuronas suficientes como para desarrollar una política integral contra el organizado (y desorganizado) crimen. Y donde la cacareada Plataforma México —creada con la base de datos del simpático ife— no basta para terminar de cerrar el círculo de la criminología.
Es inédito y preocupante no sólo la repartición de (el botín) los mandos al contentillo único de Genaro —siguiendo el espléndido ejemplo de la casa presidencial– sino el insultante anuncio de los 300 (shitheads) agentes para atender secuestros entre cuyas finísimas personas se encuentran, ni más ni menos que... buena parte de los autores intelectuales.
Intrépidos informes de inteligencia bilateral apuntan a que precisamente en la SSPF, dentro de los mAFIosos y de la descabezada PFP y el tristemente célebre Cenap —otro organismo cuyo titular es una verdadera ficha de... inteligencia disfuncional– anidan células importantes infiltradas hace algunas lunas y donde su rotación en áreas claves ha ayudado al desarrollo de la peligrosa hidra delincuencial que rebasa... por mucho, a este dream team of absolut scumbags.
Aunque la culpa no es del indio, pues.
Calderón no sólo está desinformado sino mal-informado en una simpática cadena de mando civil en donde navegan, eso sí, en el emocionante barco de gran calado, una serie de controvertidos personajes cuyos pasados comunes no tardan en sumarse a la original lista de los KIA.
Todo lo demás incluyendo los discursos, las simulaciones presidenciales, los “llamados”, las “convocatorias” y demás pendejadas son únicamente para la foto. Para el control de daños doméstico. La casa primero se limpia por dentro. A fondo.
Y en la de Felipe, my friend... el contagio ya apesta.
Next!
Por la Mirilla
Y como si faltara entretenimiento… los chicuelos del EPR pintaron ayer una espléndida raya.
• Contagios que matan...
• Limpias domésticas
El camino más corto para devastar un país, mi estimado, es dar el país a los demagogos. Las delicadas secuelas que está dejando el tsunami de la violencia en todas sus modalidades pega directo en la línea de flotación del (des)gobierno de Felipe Calderón, primer responsable del desmadre que reina entre sus funcionarios de gabinete, quienes no tienen claro, a estas alturas del vapuleado sexenio, cuál es la estrategia integral para combatir al peligroso flagelo.
Los simpáticos discursos mediáticos terminan siendo a complete freak show, donde los llamados para suscribir acuerdos contra el crimen (¿?) son distractores de una realidad apabullante dentro de las instancias encargadas de la seguridad pública y/o nacional. Sobre todo cuando este régimen que cacarea la mentada cultura de la legalidad, la viola de manera sustantiva y constante.
El mejor botón ha sido la genialidad de la unificación de las policías que actúan de facto y fuera del marco legal, y donde las únicas cabezas visibles son las decapitadas que aparecen en los distintivos sellos de la ejecución de cuentas entre la organizada delincuencia.
Calderón y su inservible tesorito de Bucareli, my friend, sacan raja mediática ante su incapacidad para gobernar. Ante su colosal ignorancia que, aderezada de maravillosa improvisación, se han rodeado de personajes que ya están rebasados por el fracaso que día a día sustenta la nota roja. Su reciente llamado para coordinar esfuerzos insulta la inteligencia del sonriente respetable, cuando ya existe el organismo encargado de coordinar las acciones y el cumplimiento de objetivos del Sistema Nacional de Seguridad Pública y donde la ley determina la constitución del Consejo Nacional de Seguridad Pública como órgano superior de coordinación en beneficio de las entidades federativas y los municipios.
El mismo, mi estimado, encargado de establecer una política nacional de seguridad pública. De fortalecer al Estado mexicano en el ámbito de la seguridad pública. En integrar y coordinar a todas las instituciones de seguridad pública. Porque más allá de la correcta y etiquetada distribución del billete, no deja de ser interesante que este organismo ha guardado un explicable silencio ante la maniática política de (in)comunicación social de la Presidencia.
El ameno Consejo, cuya última reunión aconteció a principios de año, no parece estar en el cerebro (the size of a squirrel) de Gobernación y/o de la SSP-F. Sobre todo en esta última dependencia, donde Genaro García Luna ha hecho un magnífico caldo de improvisación que deriva en corrupción, comenzando por su titular que, de ser un súper policía (táctico), fue colocado en un puesto altamente estratégico y donde se necesitan las neuronas suficientes como para desarrollar una política integral contra el organizado (y desorganizado) crimen. Y donde la cacareada Plataforma México —creada con la base de datos del simpático ife— no basta para terminar de cerrar el círculo de la criminología.
Es inédito y preocupante no sólo la repartición de (el botín) los mandos al contentillo único de Genaro —siguiendo el espléndido ejemplo de la casa presidencial– sino el insultante anuncio de los 300 (shitheads) agentes para atender secuestros entre cuyas finísimas personas se encuentran, ni más ni menos que... buena parte de los autores intelectuales.
Intrépidos informes de inteligencia bilateral apuntan a que precisamente en la SSPF, dentro de los mAFIosos y de la descabezada PFP y el tristemente célebre Cenap —otro organismo cuyo titular es una verdadera ficha de... inteligencia disfuncional– anidan células importantes infiltradas hace algunas lunas y donde su rotación en áreas claves ha ayudado al desarrollo de la peligrosa hidra delincuencial que rebasa... por mucho, a este dream team of absolut scumbags.
Aunque la culpa no es del indio, pues.
Calderón no sólo está desinformado sino mal-informado en una simpática cadena de mando civil en donde navegan, eso sí, en el emocionante barco de gran calado, una serie de controvertidos personajes cuyos pasados comunes no tardan en sumarse a la original lista de los KIA.
Todo lo demás incluyendo los discursos, las simulaciones presidenciales, los “llamados”, las “convocatorias” y demás pendejadas son únicamente para la foto. Para el control de daños doméstico. La casa primero se limpia por dentro. A fondo.
Y en la de Felipe, my friend... el contagio ya apesta.
Next!
Por la Mirilla
Y como si faltara entretenimiento… los chicuelos del EPR pintaron ayer una espléndida raya.