Qué poca!
Quehacer Político
Obviamente lamentamos el plagio y cobarde asesinato del hijo de los que fueran dueños del Sport City y Deportes Martí. Más lamentamos que el trágico acontecimiento lo utilicen los “buitres” de la política para llevar agua a su molino. ¡Qué poca madre tienen!
“Cumplió 14 años, lo celebramos juntos, en familia con algunos amigos. La vida nos sonreía. Pero un día el cielo se nubló, los pájaros enmudecieron y la tragedia invadió nuestros corazones: En el camino por donde pasaba mi hijo se cruzaron unos hombres desalmados, personas que no podrían ser descritas con un adjetivo, porque no lo hay para poderlos describir. Me avisaron que mi hijo acababa de ser secuestrado, ¿cómo?... ¿Cómo podría ser aquéllo?... Iba acompañado de un chofer y también se lo habían llevado. Al parecer, los plagiarios eran o se hacían pasar por policías”, leyó el inconsolable papá en la ceremonia religiosa.
Mientras la familia está de luto, se avientan la bolita nuestros funcionarios públicos, guardan un minuto de silencio los legisladores que concurren a la Permanente del Congreso de la Unión y hasta declara el arzobispo primado de México, Norberto Rivera. Y unos se atreven a proponer la pena de muerte o, ya de perdis, la cadena perpetua. Lo que les importa es subirse a la nota, para salir en los periódicos y en los noticieros de radio y televisión.
No, señores políticos, no se trata de aumentar las penas, se trata de que ustedes hagan cumplir la ley. Lo que sucede es que no dan el ancho y no tienen los pantalones para poder limpiar los cuerpos policiacos, y por eso nadie puede diferenciar entre los elementos de seguridad y los hampones. Los que supuestamente nos cuidan son asaltantes y plagiarios. Y ustedes se quedan callados, porque o son cómplices o les tapa la boca el dinero, “la mochada” que les dan.
No, señores políticos, no es con esquelas como podrán lavar su maldita culpa; les recuerdo que fueron elegidos para cumplir y hacer cumplir la legislación vigente.
Sí, esa que ni conocen, pero que quieren cambiar cada vez que los desnuda la realidad.
“Pasaron los años, me sorprendía ver cómo mi pequeño niño se hacía hombrecito, que maduraba a pasos agigantados, que crecía para ser casi de mi tamaño. Amamos la vida”, también dijo el señor Martí, vestido de negro. Como el negro panorama de nosotros los ciudadanos, al tener estos políticos cobardes.
Por eso, a nombre de millones de mexicanos les dijo: ¡Qué poca madre tienen!
Obviamente lamentamos el plagio y cobarde asesinato del hijo de los que fueran dueños del Sport City y Deportes Martí. Más lamentamos que el trágico acontecimiento lo utilicen los “buitres” de la política para llevar agua a su molino. ¡Qué poca madre tienen!
“Cumplió 14 años, lo celebramos juntos, en familia con algunos amigos. La vida nos sonreía. Pero un día el cielo se nubló, los pájaros enmudecieron y la tragedia invadió nuestros corazones: En el camino por donde pasaba mi hijo se cruzaron unos hombres desalmados, personas que no podrían ser descritas con un adjetivo, porque no lo hay para poderlos describir. Me avisaron que mi hijo acababa de ser secuestrado, ¿cómo?... ¿Cómo podría ser aquéllo?... Iba acompañado de un chofer y también se lo habían llevado. Al parecer, los plagiarios eran o se hacían pasar por policías”, leyó el inconsolable papá en la ceremonia religiosa.
Mientras la familia está de luto, se avientan la bolita nuestros funcionarios públicos, guardan un minuto de silencio los legisladores que concurren a la Permanente del Congreso de la Unión y hasta declara el arzobispo primado de México, Norberto Rivera. Y unos se atreven a proponer la pena de muerte o, ya de perdis, la cadena perpetua. Lo que les importa es subirse a la nota, para salir en los periódicos y en los noticieros de radio y televisión.
No, señores políticos, no se trata de aumentar las penas, se trata de que ustedes hagan cumplir la ley. Lo que sucede es que no dan el ancho y no tienen los pantalones para poder limpiar los cuerpos policiacos, y por eso nadie puede diferenciar entre los elementos de seguridad y los hampones. Los que supuestamente nos cuidan son asaltantes y plagiarios. Y ustedes se quedan callados, porque o son cómplices o les tapa la boca el dinero, “la mochada” que les dan.
No, señores políticos, no es con esquelas como podrán lavar su maldita culpa; les recuerdo que fueron elegidos para cumplir y hacer cumplir la legislación vigente.
Sí, esa que ni conocen, pero que quieren cambiar cada vez que los desnuda la realidad.
“Pasaron los años, me sorprendía ver cómo mi pequeño niño se hacía hombrecito, que maduraba a pasos agigantados, que crecía para ser casi de mi tamaño. Amamos la vida”, también dijo el señor Martí, vestido de negro. Como el negro panorama de nosotros los ciudadanos, al tener estos políticos cobardes.
Por eso, a nombre de millones de mexicanos les dijo: ¡Qué poca madre tienen!