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viernes, 20 de junio de 2008

Breve diccionario del lenguaje priísta

Salvador García Soto

Dijo una vez un político de oposición que “todos los mexicanos llevamos un pequeño priísta dentro”. Entonces, en 1997, aquel político era presidente del PAN; hoy es presidente de la República y en su estilo de ejercer el poder parece confirmar aquella frase suya que resultó tan atinada.

Durante varias décadas la cultura política que prevaleció en el país fue la del PRI. Un sistema omnipresente que dominaba la vida nacional, donde el Presidente tenía facultades por encima de la Constitución, donde predominaban las leyes no escritas, y la oposición la formaban partidos minoritarios, marginales y marginados, impactó la formación de generaciones de mexicanos e hizo que permearan, hasta en los opositores, estilos, frases y formas de entender y practicar la política que hoy, en muchos casos, siguen presentes y vigentes.

“El que no transa no avanza”, frase definitoria de un país, de un partido y de un sistema que no acaba de morir y se resiste a dar paso a las nuevas formas democráticas y de transparencia que, aunque ganan terreno en la sociedad y en la vida pública, aún se enfrentan a la sobrevivencia de los usos y costumbres de la era priísta que también tuvo su lenguaje.

Los mexicanos, sobre todo los que nacieron y crecieron en la era del sistema priísta, de una u otra forma estamos acostumbrados al lenguaje de PRI. Y aunque las nuevas generaciones empujan por un nuevo lenguaje y una nueva práctica política, los resabios de aquella etapa y aquel estilo de ejercer el poder, aún pueden verse intactos lo mismo en las putrefactas elecciones internas del PRD que en las destituciones, los tráficos de influencias impunes y las reyertas internas del PAN.

Lo prometido es deuda. Hicimos un ejercicio de conceptos claves en la vida del partido tricolor que ponemos a su consideración. Por su puesto que sus definiciones y aportaciones pueden completarlo y enriquecerlo, como lo hicieron en el caso de los breviarios lingüísticos que ya intentamos del panismo y del perredismo.

Dinosaurios.- (Del cuaternario priísta, también llamados dinos) Espécimen político que se ha conservado a pesar del paso del tiempo, su cerebro no ha logrado ningún tipo de evolución, pero sus garras se afilaron de tal modo que desarrollaron la habilidad de atrapar cualquier hueso, so pretexto de su experiencia y trayectoria.

Colmillo retorcido.- (Del dialecto primitivo de Insurgentes Norte) Mutación de algunos priístas listillos, producto de los años en el poder; es la suma de trampas, mañas y mapacherías que acumuladas y calcificadas les hacen crecer los caninos de su dentadura.

Paz social.- (Del simiótico diazordacista) Mito genial, ilusión y engaño colectivo que durante décadas sirvió de argumento para preservar el régimen y como pretexto de un electorado cobarde y conformista.

Y pese a todo se mueve.- (Del lenguaje astronómico) Principio de Galileo que aplicado a la vida priísta, define a aquellos políticos tercos que, aún caídos en desgracia, se las ingenian para seguir apareciendo en actos y fotos en espera de que comience un nuevos sexenio.

Dictablanda.- (Sin. de “dictadura perfecta”) Término ideado por el escritor Mario Vargas Llosa para definir a la dictadura con camuflaje que se aplicó poco más de 70 años en México.

Góber precioso.- (Del vulgo kamelesco) Político poblano y camotero que se vincula con delincuentes señalados como pederastas, que tuvo el descaro de compararse con el Benemérito Juárez y que gusta de que le regalen “botellitas de coñac”.

Botellas de coñac.- (Del cinismo pederástico) Cuerpecito de mujeres jóvencitas que terminan como regalo de pederastas a gobernadores.

Madrazo.- (Sin. de golpe brutal y caída al tercer lugar) Especimen tabasqueño que tiene un costal de mañas escondido en su cuerpo de maratonista; Llegó, perdió y se desapareció. Su (mala) fama trascendió fronteras.

Tucom.- (Abrev. De Todos Unidos contra Madrazo) Concepto de equipo surgido en el tricolor y exportado a otros partidos. Unión de dos o más políticos para fregar a un rival difícil. Ejem.- “Todos Unidos contra Marcelo”, “Todos Unidos contra Santiago”, “Todos Unidos contra Patricia”, etc.

Innombrable.- (Del pejiano “no lo invoquen”) Ex presidente que huyó de México tras una fallida y penosa huelga de hambre; que prometió el primer mundo y nos dejó con un tipo de cambio ficticio 3 pesos por dólar, y un tipo que a él le cambió todo su proyecto transexenal. Sacaba dinero del erario a través de su hermano.

Hermano incómodo.- (Del schererciano “que poca ma…”) Tiene su origen en conocida familia presidencial; figura consanguínea y chupasangre que cobraba 10% a todo aquel que quisiera hacer negocios con el gobierno. Trajo leche contaminada para la venta en Conasupo, viajaba con varios pasaportes, lo acusaron de matar a su cuñado y se llevó sus millones y los de su hermano a lavar en Suiza.

Me dice mariquita.- (Del labastidiano “acabas de perder”) Frase célebre y autogol de un candidato presidencial que se puso de pechito para que un ranchero de botas y bigote lo agarrara de bajada y lo rematara en la subida.

Revolución.- (Derivación del primer dialecto priísta “Robolución”) Movimiento armado que se valió de los jodidos para sacara a una élite afrancesada del poder y poner a otra élite dizque nacionalista. Ideología y bandera política que sirvió para hacer y justificar cualquier cosa, desde corrupción, hasta asesinatos, opresión, censura, fraude y desapariciones.

Corrupción.- Modus operandi, filosofía de vida para muchos políticos priístas y aceite que hizo funcionar la maquinaria que gobernó al país por siete décadas y que se sigue utilizando en la que gobierna ahora.

Justicia.- Concepto que se aplica sólo a los enemigos políticos, sean adversarios internos, aspirantes adelantados, periodistas incómodos u opositores políticos.

Dinero.- Si es público es mejor, aunque también se aceptan donativos empresariales.

Operación política.- Conjunto de mañas, forma elegante de llamar a los operativos para ganar una elección “haiga sido como haiga sido”.

Nadie por encima de la ley.- (De la larga lengua presidencial) Frase recurrente en los discursos de los presidentes priístas, expropiada ahora por los panistas. Banderazo de salida para que los funcionarios públicos cuiden las formas al hacer pillerías. Equivalente a la expresión popular: “hay que ser puercos pero no tan trompudos”.

Concertasesión.- (De origen discutible) Palabra que marca la etapa de transición entre el dominio del lenguaje priísta y la naciente lengua panista. Negociación política fraguada entre puros y whiskys para hacer que empiecen en el país los gobierno de oposición.

El tema está en la mesa. Esperamos sus palabras.