Culpa Cota a Ortega de la crisis y las irregularidades en el PRD
La Jornada
■ Consejeros echan abajo la posibilidad de que se prorrogue la gestión del ex gobernador de BCS
■ Debido a las posiciones inamovibles, decretan de nuevo receso del pleno del Consejo Nacional
El presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Leonel Cota Montaño, atribuyó “a una de las partes, la que no aceptó el triunfo legítimo que determinó el perredismo el 16 de marzo”, la crisis por la que atraviesa el instituto político, en referencia a la corriente Nueva Izquierda, cuyo candidato a dirigente es Jesús Ortega Martínez.
En entrevista, luego de que la sesión del sexto Consejo Nacional volvió a suspenderse hasta la tarde de hoy por falta de acuerdos entre los dos bloques de corrientes que se disputan la dirigencia, dijo que si él contara con atribuciones para solucionar el conflicto, ya lo habría hecho.
“Porque está muy claro dónde están las irregularidades a las que un grupo pretende bajo toda circunstancia, y bajo toda razón evitar que esas irregularidades no cuenten (sic). Y otra parte que las irregularidades cuenten, que desafortunadamente son las irregularidades cometidas en Oaxaca y en Chiapas y en Veracruz. El partido está en una dinámica complicada, justamente derivado del cúmulo de irregularidades que se dieron en esos estados en concreto y algunas otras de menor peso en el país”, declaró.
Afirmó que si esas apreciaciones lo obligaran, asumiría “la responsabilidad de ponerme de un lado, pero no tengo ninguna duda de que la decisión de la militancia fue en el mismo sentido que lo dieron las dos encuestadoras que hicieron los conteos rápidos”; es decir, el triunfo de Alejandro Encinas Rodríguez.
“Problema de legalidad”
Molesto con las declaraciones de Cota, Jesús Ortega sostuvo que no podía votarse en favor de prorrogar la actual dirigencia.
“Ustedes lo vieron, ustedes lo observaron: el presidente del partido estará siempre apoyando a Alejandro Encinas. Entonces no es un problema de las opiniones de Leonel, es un problema de la legalidad interna del partido.”
Ayer, además, debido al empecinamiento de Nueva Izquierda y de Izquierda Unida en defender cada una el cómputo de votos del que obtengan beneficio, los consejeros nacionales que apoyan a Ortega y los partidarios de Encinas reventaron la posibilidad de un acuerdo político y echaron abajo la prórroga de la gestión de Cota, que concluye mañana.
Y debido a que no pudo debatirse ninguna postura, la mesa directiva del décimo pleno del sexto Consejo Nacional decretó un receso más de los trabajos para este lunes, al filo del retiro de Cota como presidente del partido, y en espera de que cada grupo reúna el mayor número de consejeros posible para hacer contrapeso en la discusión que hoy pueda darse en torno al nombramiento de una dirigencia sustituta.
Nueva Izquierda, de Ortega, apuesta por que Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del sol azteca, ante el riesgo de que quede acéfala la dirigencia, sea el encargado del despacho, o que, en caso extremo, ocupe el cargo el presidente de la mesa directiva del consejo, Camilo Valenzuela.
Pero los integrantes de Izquierda Unida, de Encinas, insisten en que el ex gobernador del Baja California Sur se mantenga en el puesto hasta que concluya el cómputo. Sólo que Cota ya rechazó esa posibilidad. Tenía sentido, expuso, en tanto se procesara un acuerdo de salida, pero no hubo tal.
Según los estatutos, una dirigencia interina requiere de dos tercios de los consejeros nacionales asistentes. Los de Nueva Izquierda y Alianza Democrática Nacional ayer aseguraban que contaban con al menos 180 –de unos 300–, y los de Izquierda Unida con 90, lo cual les daría derecho de veto. Lo cierto es que esta supuesta correlación de fuerzas fue insuficiente para reiniciar los trabajos del décimo pleno de los consejeros.
El sábado por la noche, los perredistas acordaron un receso para afinar el acuerdo político que permitiría la prórroga de mandato de Cota, Acosta Naranjo, el resto de los actuales integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y de los consejeros y congresistas, lo que se sostuvo sólo unas horas y reventó ayer antes del mediodía.
Cuando todo apuntaba a que se concretaría el acuerdo político tan ansiado, los de Nueva Izquierda presentaron cuatro proyectos de resolutivo del consejo a los de Izquierda Unida con el fin de que se ordenara a la Comisión de Garantías que de inmediato “se inicie” el conteo para presidente y secretario general, conforme marca el Reglamento de Elecciones y Acuerdos.
También planteaban que se otorgaran las constancias a los perredistas electos para los órganos estatales de dirección, así como posponer los comicios de líderes municipales hasta que el denominado Congreso Nacional Refundacional emitiera las reglas correspondientes.
Para quienes apoyan a Encinas, este paquete resultó “una trampa” y lo desecharon, porque defienden que en el cómputo no se incluyan las casillas no instaladas y atípicas, además de que aceptar los planteamientos como se los presentaron significaría, dijeron, ir en contra de la resolución de la Comisión de Garantías, que en el ámbito de los consejeros y dirigentes estatales determinó que no pueden asumir sus cargos en tanto no se resuelva la elección nacional.
También consideraron que firmar los documentos propuestos por los de Nueva Izquierda representaría entregar un cheque en blanco a Jesús Ortega para impugnar en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Encima, entre algunos perredistas circuló con insistencia la especie de que en 93 por ciento de las casillas computadas se habían incluido los resultados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, estados que por el tamaño de las irregularidades que presentan tienen trabado el proceso.
Pero nadie tiene certeza sobre qué abarca ese porcentaje, pues la Comisión Técnica Electoral (CTE) no ha dado a conocer información oficial al respecto.
Mientras eso ocurría, el salón de la Expo Reforma rentado para el consejo se convirtió en la sala de cine más cara en la historia del PRD: los consejeros que estaban al margen de las negociaciones de grupo se dedicaron a ver una versión de la película El transportador 2.
El sábado por la noche, Nueva Izquierda recurrió por tercera ocasión al TEPJF para interponer un nuevo juicio de protección de derechos ciudadanos, por el incumplimiento de la resolución del 11 de abril pasado de la Comisión de Garantías, argumentando que no se realizaron los cómputos conforme ordena el reglamento del PRD, ni mucho menos se cumplió el plazo de las 48 horas para que la CTE terminara el conteo de las casillas y se iniciara el de consejeros y congresistas nacionales.
■ Consejeros echan abajo la posibilidad de que se prorrogue la gestión del ex gobernador de BCS
■ Debido a las posiciones inamovibles, decretan de nuevo receso del pleno del Consejo Nacional
El presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Leonel Cota Montaño, atribuyó “a una de las partes, la que no aceptó el triunfo legítimo que determinó el perredismo el 16 de marzo”, la crisis por la que atraviesa el instituto político, en referencia a la corriente Nueva Izquierda, cuyo candidato a dirigente es Jesús Ortega Martínez.
En entrevista, luego de que la sesión del sexto Consejo Nacional volvió a suspenderse hasta la tarde de hoy por falta de acuerdos entre los dos bloques de corrientes que se disputan la dirigencia, dijo que si él contara con atribuciones para solucionar el conflicto, ya lo habría hecho.
“Porque está muy claro dónde están las irregularidades a las que un grupo pretende bajo toda circunstancia, y bajo toda razón evitar que esas irregularidades no cuenten (sic). Y otra parte que las irregularidades cuenten, que desafortunadamente son las irregularidades cometidas en Oaxaca y en Chiapas y en Veracruz. El partido está en una dinámica complicada, justamente derivado del cúmulo de irregularidades que se dieron en esos estados en concreto y algunas otras de menor peso en el país”, declaró.
Afirmó que si esas apreciaciones lo obligaran, asumiría “la responsabilidad de ponerme de un lado, pero no tengo ninguna duda de que la decisión de la militancia fue en el mismo sentido que lo dieron las dos encuestadoras que hicieron los conteos rápidos”; es decir, el triunfo de Alejandro Encinas Rodríguez.
“Problema de legalidad”
Molesto con las declaraciones de Cota, Jesús Ortega sostuvo que no podía votarse en favor de prorrogar la actual dirigencia.
“Ustedes lo vieron, ustedes lo observaron: el presidente del partido estará siempre apoyando a Alejandro Encinas. Entonces no es un problema de las opiniones de Leonel, es un problema de la legalidad interna del partido.”
Ayer, además, debido al empecinamiento de Nueva Izquierda y de Izquierda Unida en defender cada una el cómputo de votos del que obtengan beneficio, los consejeros nacionales que apoyan a Ortega y los partidarios de Encinas reventaron la posibilidad de un acuerdo político y echaron abajo la prórroga de la gestión de Cota, que concluye mañana.
Y debido a que no pudo debatirse ninguna postura, la mesa directiva del décimo pleno del sexto Consejo Nacional decretó un receso más de los trabajos para este lunes, al filo del retiro de Cota como presidente del partido, y en espera de que cada grupo reúna el mayor número de consejeros posible para hacer contrapeso en la discusión que hoy pueda darse en torno al nombramiento de una dirigencia sustituta.
Nueva Izquierda, de Ortega, apuesta por que Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del sol azteca, ante el riesgo de que quede acéfala la dirigencia, sea el encargado del despacho, o que, en caso extremo, ocupe el cargo el presidente de la mesa directiva del consejo, Camilo Valenzuela.
Pero los integrantes de Izquierda Unida, de Encinas, insisten en que el ex gobernador del Baja California Sur se mantenga en el puesto hasta que concluya el cómputo. Sólo que Cota ya rechazó esa posibilidad. Tenía sentido, expuso, en tanto se procesara un acuerdo de salida, pero no hubo tal.
Según los estatutos, una dirigencia interina requiere de dos tercios de los consejeros nacionales asistentes. Los de Nueva Izquierda y Alianza Democrática Nacional ayer aseguraban que contaban con al menos 180 –de unos 300–, y los de Izquierda Unida con 90, lo cual les daría derecho de veto. Lo cierto es que esta supuesta correlación de fuerzas fue insuficiente para reiniciar los trabajos del décimo pleno de los consejeros.
El sábado por la noche, los perredistas acordaron un receso para afinar el acuerdo político que permitiría la prórroga de mandato de Cota, Acosta Naranjo, el resto de los actuales integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y de los consejeros y congresistas, lo que se sostuvo sólo unas horas y reventó ayer antes del mediodía.
Cuando todo apuntaba a que se concretaría el acuerdo político tan ansiado, los de Nueva Izquierda presentaron cuatro proyectos de resolutivo del consejo a los de Izquierda Unida con el fin de que se ordenara a la Comisión de Garantías que de inmediato “se inicie” el conteo para presidente y secretario general, conforme marca el Reglamento de Elecciones y Acuerdos.
También planteaban que se otorgaran las constancias a los perredistas electos para los órganos estatales de dirección, así como posponer los comicios de líderes municipales hasta que el denominado Congreso Nacional Refundacional emitiera las reglas correspondientes.
Para quienes apoyan a Encinas, este paquete resultó “una trampa” y lo desecharon, porque defienden que en el cómputo no se incluyan las casillas no instaladas y atípicas, además de que aceptar los planteamientos como se los presentaron significaría, dijeron, ir en contra de la resolución de la Comisión de Garantías, que en el ámbito de los consejeros y dirigentes estatales determinó que no pueden asumir sus cargos en tanto no se resuelva la elección nacional.
También consideraron que firmar los documentos propuestos por los de Nueva Izquierda representaría entregar un cheque en blanco a Jesús Ortega para impugnar en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Encima, entre algunos perredistas circuló con insistencia la especie de que en 93 por ciento de las casillas computadas se habían incluido los resultados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, estados que por el tamaño de las irregularidades que presentan tienen trabado el proceso.
Pero nadie tiene certeza sobre qué abarca ese porcentaje, pues la Comisión Técnica Electoral (CTE) no ha dado a conocer información oficial al respecto.
Mientras eso ocurría, el salón de la Expo Reforma rentado para el consejo se convirtió en la sala de cine más cara en la historia del PRD: los consejeros que estaban al margen de las negociaciones de grupo se dedicaron a ver una versión de la película El transportador 2.
El sábado por la noche, Nueva Izquierda recurrió por tercera ocasión al TEPJF para interponer un nuevo juicio de protección de derechos ciudadanos, por el incumplimiento de la resolución del 11 de abril pasado de la Comisión de Garantías, argumentando que no se realizaron los cómputos conforme ordena el reglamento del PRD, ni mucho menos se cumplió el plazo de las 48 horas para que la CTE terminara el conteo de las casillas y se iniciara el de consejeros y congresistas nacionales.