Muere coronel en operativo en Michoacán (Y eso que esta ya debilitado el narco, jua así lo dijo el gallego)
Revista Proceso / Jorge Carrasco Araizaga
México, D.F., 6 de febrero (apro).- A sólo dos días que el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, asegurara que el gobierno de Felipe Calderón ha debilitado al narcotráfico, el coronel de Infantería del Ejército, Fortino Castillo León, fue asesinado por un grupo de presuntos narcotraficantes en Úspero, Michoacán.
Se trata del segundo jefe militar que muere en la región de Tierra Caliente de la entidad en menos de un año, como resultado de los operativos contra el narcotráfico ordenados por el Ejecutivo.
Horas después del enfrentamiento, Calderón salió a decir que la intervención del Ejército contra el narcotráfico será “cada vez más esporádica” una vez que se avance en la reorganización de las policías civiles.
La muerte del coronel Castillo León ocurrió alrededor de las 7:30 del miércoles, cuando personal del 90º Batallón de Infantería se enfrentó a un grupo de presuntos narcotraficantes en Úspero, comunidad ubicada al pie de la carretera Apatzingán-Parácuaro y que pertenece a este último municipio.
El enfrentamiento dejó un saldo de tres muertos y tres militares más heridos. Los otros dos fallecidos fueron los delincuentes, quienes custodiaban un inmueble que al parecer era un laboratorio clandestino de drogas sintéticas, según los primeros informes de la Procuraduría local.
Por la tarde, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó en la Ciudad de México que, además de la muerte del coronel Castillo León, resultaron heridos el sargento segundo de Infantería Juvencio Juárez Barragán y los cabos Leonel Guzmán Tolentino y Ramiro Solano Meza.
Explicó que cuando los militares hacían un reconocimiento en el poblado observaron gente armada en las inmediaciones de un domicilio, por lo que establecieron un cerco de seguridad “y procedieron a solicitar la intervención de las autoridades ministeriales”.
Ante la presencia militar, añadió, “dos individuos trataron de darse a la fuga a bordo de un camioneta que salió intempestivamente del lugar”, al tiempo que dispararon contra los militares.
En la acción arrollaron al coronel Castillo León e hirieron a los otros efectivos militares, quienes fueron trasladados a la Enfermería Militar de Apatzingán para su recuperación.
Al repeler la agresión, los militares mataron a los dos individuos que quedaron en condición de desconocidos porque carecían de identificación.
El reporte de la Sedena indica que los presuntos narcotraficantes llevaban un fusil AK-47, calibre 7.62x32mm, conocido como cuerno de chivo; una pistola calibre 5.7 mm, una pistola más de la que no dio precisiones y una camioneta Jeep matrícula PGC-9890 de Michoacán, que tenía reporte de robo.
En mayo pasado, cuatro militares del 12º Batallón de Infantería murieron en una emboscada en el municipio de Carácuro, también en la zona de Tierra Caliente.
En ese ataque falleció el coronel Antioco Hernández Morales, el primer jefe militar que cayó en los operativos ordenados por el gobierno de Felipe Calderón.
Días después de la emboscada, un grupo de militares se trasladó a Carácuaro y arremetió contra la población civil, realizó detenciones ilegales y algunos efectivos cometieron abuso y violaciones sexuales contra cuatro mujeres.
Los abusos le costaron a la Sedena una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
La nueva acción contra el Ejército en Michoacán coincidió con la visita a la residencia oficial de Los Pinos de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour, quien al llegar a México señaló que el Ejército debe salir de la lucha contra el narcotráfico ante el potencial de violaciones a los derechos humanos.
En respuesta, Calderón dijo hoy que las Fuerzas Armadas cuentan con el respaldo del gobierno y la sociedad para combatir el crimen organizado.
Y no sólo eso, aseguró que “la participación del Ejército y la Marina es una labor subsidiaria que, en la medida que avance la organización de las instituciones civiles (en) su capacidad de combate al crimen, será cada vez más esporádica”.
El pasado lunes, cuando Mouriño aseguró que el gobierno de Calderón había empezado a dominar a los narcotraficantes, el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, informó que en Michoacán tiene lugar una de las tres “operaciones de alto impacto” que el Ejército tiene en marcha.
Las otras son en Guerrero y en el llamado “triángulo dorado” que conforman Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Además, el Ejército desarrolla tres “operaciones regionales” contra el narcotráfico en Jalisco, Nayarit y Oaxaca.
México, D.F., 6 de febrero (apro).- A sólo dos días que el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, asegurara que el gobierno de Felipe Calderón ha debilitado al narcotráfico, el coronel de Infantería del Ejército, Fortino Castillo León, fue asesinado por un grupo de presuntos narcotraficantes en Úspero, Michoacán.
Se trata del segundo jefe militar que muere en la región de Tierra Caliente de la entidad en menos de un año, como resultado de los operativos contra el narcotráfico ordenados por el Ejecutivo.
Horas después del enfrentamiento, Calderón salió a decir que la intervención del Ejército contra el narcotráfico será “cada vez más esporádica” una vez que se avance en la reorganización de las policías civiles.
La muerte del coronel Castillo León ocurrió alrededor de las 7:30 del miércoles, cuando personal del 90º Batallón de Infantería se enfrentó a un grupo de presuntos narcotraficantes en Úspero, comunidad ubicada al pie de la carretera Apatzingán-Parácuaro y que pertenece a este último municipio.
El enfrentamiento dejó un saldo de tres muertos y tres militares más heridos. Los otros dos fallecidos fueron los delincuentes, quienes custodiaban un inmueble que al parecer era un laboratorio clandestino de drogas sintéticas, según los primeros informes de la Procuraduría local.
Por la tarde, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó en la Ciudad de México que, además de la muerte del coronel Castillo León, resultaron heridos el sargento segundo de Infantería Juvencio Juárez Barragán y los cabos Leonel Guzmán Tolentino y Ramiro Solano Meza.
Explicó que cuando los militares hacían un reconocimiento en el poblado observaron gente armada en las inmediaciones de un domicilio, por lo que establecieron un cerco de seguridad “y procedieron a solicitar la intervención de las autoridades ministeriales”.
Ante la presencia militar, añadió, “dos individuos trataron de darse a la fuga a bordo de un camioneta que salió intempestivamente del lugar”, al tiempo que dispararon contra los militares.
En la acción arrollaron al coronel Castillo León e hirieron a los otros efectivos militares, quienes fueron trasladados a la Enfermería Militar de Apatzingán para su recuperación.
Al repeler la agresión, los militares mataron a los dos individuos que quedaron en condición de desconocidos porque carecían de identificación.
El reporte de la Sedena indica que los presuntos narcotraficantes llevaban un fusil AK-47, calibre 7.62x32mm, conocido como cuerno de chivo; una pistola calibre 5.7 mm, una pistola más de la que no dio precisiones y una camioneta Jeep matrícula PGC-9890 de Michoacán, que tenía reporte de robo.
En mayo pasado, cuatro militares del 12º Batallón de Infantería murieron en una emboscada en el municipio de Carácuro, también en la zona de Tierra Caliente.
En ese ataque falleció el coronel Antioco Hernández Morales, el primer jefe militar que cayó en los operativos ordenados por el gobierno de Felipe Calderón.
Días después de la emboscada, un grupo de militares se trasladó a Carácuaro y arremetió contra la población civil, realizó detenciones ilegales y algunos efectivos cometieron abuso y violaciones sexuales contra cuatro mujeres.
Los abusos le costaron a la Sedena una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
La nueva acción contra el Ejército en Michoacán coincidió con la visita a la residencia oficial de Los Pinos de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour, quien al llegar a México señaló que el Ejército debe salir de la lucha contra el narcotráfico ante el potencial de violaciones a los derechos humanos.
En respuesta, Calderón dijo hoy que las Fuerzas Armadas cuentan con el respaldo del gobierno y la sociedad para combatir el crimen organizado.
Y no sólo eso, aseguró que “la participación del Ejército y la Marina es una labor subsidiaria que, en la medida que avance la organización de las instituciones civiles (en) su capacidad de combate al crimen, será cada vez más esporádica”.
El pasado lunes, cuando Mouriño aseguró que el gobierno de Calderón había empezado a dominar a los narcotraficantes, el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, informó que en Michoacán tiene lugar una de las tres “operaciones de alto impacto” que el Ejército tiene en marcha.
Las otras son en Guerrero y en el llamado “triángulo dorado” que conforman Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Además, el Ejército desarrolla tres “operaciones regionales” contra el narcotráfico en Jalisco, Nayarit y Oaxaca.