El reino del if

La Jornada / Julio Hernández López

* Ricos y prósperos, si es que...
* Militares a los cuarteles, si es que...
* Diaria convocatoria a alianzas

Nueva denominación para el mismo Presupuesto de Egresos aprobado por el Congreso: nada por aquí, nada por acá, y resulta que los fondos antes destinados a rubros varios ahora aparecen como Fondo Nacional de Inversión, el muy aparatoso y llamativo Fonanin. Pero bien bonito que dijo el hacendoso secretario Carstens en su discurso de circunstancias que el susodicho fondo “constituye una de las piezas clave de una política económica deliberadamente contracíclica”. ¡Sopas! Los Caldera boy’s se ponen contraculturales y se lanzan contra los valores económicos establecidos. ¡Sépanlo, gringos, su tal recesión se ha topado en México con un antídoto revolvente de saliva que, mezclando lo que ya se tenía con lo que ya existe, produce nueva riqueza y prosperidad delirante!

El contracíclico Carstens (casi un economista jipi) hizo saber, además, que “precisamente porque no desdeñamos las tendencias económicas del entorno, no nos quedamos cruzados de brazos; no queremos ser arrastrados por las tendencias, queremos reaccionar oportunamente ante ellas”. El jefe de la Generación del Calderón, el licenciado Felipe, en un discurso lleno de optimismo convocó a su vez a los mexicanos a conformar otra gran alianza “para fortalecer la infraestructura del país” (el exhorto aliancista del martes fue dirigido a la seguridad y la legalidad, algo así como el lema de Orden, Onradez y Ornato del Cuarto Reich del caricaturista Palomo), pues “sí es posible superar los enormes rezagos que ha traído el país durante décadas; sí es posible enfrentar y vencer los retos que se nos presentan como nación; sí es posible ser la quinta economía del mundo”, pero todo ello si (if, siempre el condicional justificante de eventuales fracasos) “tomamos hoy las decisiones correctas”. Y si no, no. El “¡sí se puede!” elevado a la categoría de religión económica cerró con una frase impactante, estremecedora: “¡Construyamos juntos un México ganador, el México de prosperidad que está destinado a ser!”

Otra promesa construida a partir del mismo condicional se produjo en Los Pinos durante una reunión de if-Elipe con la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour. Ante las múltiples quejas por la participación de las fuerzas armadas en tareas que deberían enfrentar los gobiernos civiles, como el combate a las grandes bandas criminales, el presidente condicional de la República de Los Pinos se portó comprensivo e inclusive generoso, al anunciar que esas incursiones militares se volverán “cada vez más esporádicas” pero sólo “en la medida en que avance, precisamente, la organización de las instituciones civiles en su capacidad de combate al crimen”. ¡Ah, bueno! Entonces esa participación castrense estará casi eliminada en el cortísimo plazo, es decir, unos dos o tres decenios, al paso que van las cosas. Además, el abogado michoacano aprovechó el foro para dar a conocer una tesis de vanguardia sobre el papel de la milicia en los asuntos civiles: “la participación del Ejército y la Marina es una labor subsidiaria”, dijo, aunque por desgracia la muy poco actualizada Constitución no establezca nada al respecto.

Astillas

Ahora sí, a la guerrilla: los empresarios levantados en armas declarativas contra partes de la reforma electoral se enteraron ayer de que la Suprema Corte desechó, “por notoriamente improcedente”, el alegato con que los hombres del dinero pretendían mantener el privilegio de pagar publicidad negativa contra los candidatos que no les gustaran (todo, desde luego, en defensa de la sacrosanta libertad de expresión). La tal Corte multó a los empresarios berrinchudos por insistir en que se revisara una decisión que ya se les había notificado que era correcta. De cualquier manera, los defensores del fraude electoral mediante anuncios pagados seguirán con su escandalera “cívica” en las televisoras amigas, sobre todo en la Azteca… El batidillo de ayer tuvo como ingredientes destacados: la liberación de pozos petroleros en Tabasco (que fueron tomados con cierto tufo de oportunismo o como maniobra pensada para que comentaristas proclives a la histeria facturada se asustaran y denunciaran “lo que podría hacer AMLO”); la continuidad de la huelga en la UAM, la marcha del CGH, la reunión nocturna (y programada para terminar de madrugada) de diputados electores de nuevos consejeros del IFE, y el conciliador Leonel Cota llamando al orden a Valentina Batres y Ruth Zavaleta… El doctor Eric Jiménez, director de salud del gobierno perredista de Tulancingo, informa que en marzo del año anterior 78 lugareños pudieron operarse exitosamente de cataratas en Venezuela. “Pues bien, los funcionarios de ese país están en la mejor disposición de continuar con la Operación Milagro, y ya hay cerca de 200 personas en espera de viajar para ser intervenidas, pero el gobierno federal está poniendo todos los obstáculos posibles, pues no quieren ser puestos en evidencia. Si no ayudan, que no estén estorbando”… Si alguien desea saber por Internet qué hace el Frente Amplio Progresista en estos difíciles momentos de la nación (planes, propuestas, debates, organización u otros aperos de lucha cívica), sólo encontrará en www.frenteamplio.org.mx un combativo anuncio informativo de que “actualmente el FAP se encuentra en proceso de renovación de su dirigencia, el sitio pronto estará en funcionamiento, sentimos las molestias y agradecemos su comprensión” y una liga para leer el “comunicado de Jesús Ortega al término de su gestión”. El “proceso de renovación” del FAP designó el 9 de enero pasado a Porfirio Muñoz Ledo como muy declarativo dirigente que, sin embargo, ni siquiera ha actualizado el sitio cibernético… Y, mientras Flavio Sosa ayuna en demanda de libertad a presos políticos como destacadamente lo es él mismo, ¡hasta mañana, en esta columna que comparte la indignación del SNTE, es decir, de la proba (que no pobre) Elba Esther, porque el gobierno quiere encubrir errores, ineficacias y rezagos mediante evaluaciones educativas: nomás eso faltaba!