Ife: coopelan o cuello
Diario Libertad / Marcela Gómez Zalce
• ¿Y los 280 mil spots?
• Prohibido mirar atrás...
Lo cierto, mi estimado, puede no parecer verosímil. La olla electoral hierve en Estados Unidos entre Barack y Hillary en la disputa por la candidatura demócrata rumbo al accidentado camino a la Casa Blanca. En el célebre supertuesday no fueron suficientes los delegados conseguidos por cada uno en los 22 estados como para pensar en la seguridad de tener amarrado el simpático botín, así que el escenario todavía se antoja divertido de cara a su próxima convención.
Aunque si para entretenimientos de simulación cardiaca hablamos, my friend, nada como aventarse un clavado al fondo del experimento que se salió completamente de control, inventado por Felipe Calderón y que se volvió, literalmente, un cochinero de impunidad. ¿Cuál es el nominado? Sencillo.
La negociación con el PRI para el chisguete fiscal a cambio de la reforma electoral que derivó en el frankenstein del Cofipe y en medio el engrudo hecho bolas llamado la selección de los consejeros del tristemente célebre ife.
Caso que develó el magnánimo cinismo e impunidad de los legisladores que, descarados como son —pese a que la ciudadanía les paga un exorbitante sueldo—, no vacilaron en violar la Carta Magna, que juraron respetar y hacer respetar, para salirse por la seductora tangente el pasado diciembre e irse de vacaciones navideñas sin haber nombrado a los tres consejeros del vapuleado instituto electoral pese a que en el Congreso se orquestaron las reglas y el deadline de ese, al parecer, perverso juego.
Porque no deja de llamar la atención esa impresentable desfachatez con que se ha meneado Emilio Gamboa para tomar cualquier micrófono y amagar con que la simpática fiesta se hará con o sin el consenso del PRD. Y como ya es su estilo, en una selecta cena advirtió que sus lacritas tricolores asumirán el costo político que sea (apostando a la desmemoria colectiva) si las otras lacritas, las amarillas, decidieran aferrarse a la figura de Góngora Pimentel y con esto excluirse del ameno reventón.
Y, mi querido lector, corrió el tiempo... a favor del PRI y el PAN porque el ministro Genaro no... iba... a... pasar. Tan tan.
Lo extraordinario, my friend, es que repentinamente al diputado Gamboa lo infectó en estos últimos días ese virus de la inusitada rapidez parlamentaria para sacar a los bueyes de la barranca del ife, con todo y que en sus manos siempre estuvo el detonador de los hilos para las negociaciones con el PAN —cómplice del original drama— desde los primeros días de enero, antes de llegar a la fecha fatal del 1 de febrero. Todo indica que el juego del Tío Lolo debía durar 31 días para después meter el pie en el acelerador.
El número de espléndidas preguntas podrían ser muy reveladoras si el epicentro de la tenebra lo coloca usted en el tablero del pasado... y no mirando al futuro.
Es decir, el PRI y el PAN necesitan de consejeros cómplices para asegurar que la original llavecita que abre los cajones de algunas travesuras del controvertido proceso electoral de 2006 no sean abiertos, investigados, husmeados y/o descubiertos.
El primer botón podría ser la autoría de los interesantes 280 mil spots que, a 19 meses, siguen huerfanitos... y de ahí pasar al terreno de las sublimes finanzas, una parada en el estupendo padrón y de pasadita, un vistazo al polémico software among other very eye-catching things.
El ife, mi estimado, es la ruta del dinero electoral así que... coopelan o cuello.
Así se entiende mejor el alucinado ping-pong político entre el Gymboree de Los Pinos, Felipe, su rebaño azul y sus aliados priistas para ganarle tiempo al tiempo para después, deprisa y apostando al desgaste legislativo que ocasiona negociar hasta altas horas de la madrugada, salir con la novedad de que ahora sí vamos a cumplir con la Ley pase lo que pase. Una vez más, Gamboa fue punta de lanza. El mismo que fanfarronea en escogidas cenas. El mismo a quien le vale madres violar... la Constitución justificando que, sorry, fue un error. Tenemos fuero, podemos y qué...
El asunto del ife, es un asunto de Estado.
Por eso el atorón, pues. Por eso las largas a los desorientados amarillos y el cúmulo de pretextos sobre los divertidos perfiles. Por eso la maliciosa connivencia entre vetos y votos. Por eso la seguridad y los aires de autoridad de estos cínicos para avisarle a todos los coordinadores parlamentarios, a las prisas y con el tiempo encima, que ahora sí... va en serio.
Y sí, my friend, muy en serio porque con la pena, pero este arroz hace lunas se coció.
• ¿Y los 280 mil spots?
• Prohibido mirar atrás...
Lo cierto, mi estimado, puede no parecer verosímil. La olla electoral hierve en Estados Unidos entre Barack y Hillary en la disputa por la candidatura demócrata rumbo al accidentado camino a la Casa Blanca. En el célebre supertuesday no fueron suficientes los delegados conseguidos por cada uno en los 22 estados como para pensar en la seguridad de tener amarrado el simpático botín, así que el escenario todavía se antoja divertido de cara a su próxima convención.
Aunque si para entretenimientos de simulación cardiaca hablamos, my friend, nada como aventarse un clavado al fondo del experimento que se salió completamente de control, inventado por Felipe Calderón y que se volvió, literalmente, un cochinero de impunidad. ¿Cuál es el nominado? Sencillo.
La negociación con el PRI para el chisguete fiscal a cambio de la reforma electoral que derivó en el frankenstein del Cofipe y en medio el engrudo hecho bolas llamado la selección de los consejeros del tristemente célebre ife.
Caso que develó el magnánimo cinismo e impunidad de los legisladores que, descarados como son —pese a que la ciudadanía les paga un exorbitante sueldo—, no vacilaron en violar la Carta Magna, que juraron respetar y hacer respetar, para salirse por la seductora tangente el pasado diciembre e irse de vacaciones navideñas sin haber nombrado a los tres consejeros del vapuleado instituto electoral pese a que en el Congreso se orquestaron las reglas y el deadline de ese, al parecer, perverso juego.
Porque no deja de llamar la atención esa impresentable desfachatez con que se ha meneado Emilio Gamboa para tomar cualquier micrófono y amagar con que la simpática fiesta se hará con o sin el consenso del PRD. Y como ya es su estilo, en una selecta cena advirtió que sus lacritas tricolores asumirán el costo político que sea (apostando a la desmemoria colectiva) si las otras lacritas, las amarillas, decidieran aferrarse a la figura de Góngora Pimentel y con esto excluirse del ameno reventón.
Y, mi querido lector, corrió el tiempo... a favor del PRI y el PAN porque el ministro Genaro no... iba... a... pasar. Tan tan.
Lo extraordinario, my friend, es que repentinamente al diputado Gamboa lo infectó en estos últimos días ese virus de la inusitada rapidez parlamentaria para sacar a los bueyes de la barranca del ife, con todo y que en sus manos siempre estuvo el detonador de los hilos para las negociaciones con el PAN —cómplice del original drama— desde los primeros días de enero, antes de llegar a la fecha fatal del 1 de febrero. Todo indica que el juego del Tío Lolo debía durar 31 días para después meter el pie en el acelerador.
El número de espléndidas preguntas podrían ser muy reveladoras si el epicentro de la tenebra lo coloca usted en el tablero del pasado... y no mirando al futuro.
Es decir, el PRI y el PAN necesitan de consejeros cómplices para asegurar que la original llavecita que abre los cajones de algunas travesuras del controvertido proceso electoral de 2006 no sean abiertos, investigados, husmeados y/o descubiertos.
El primer botón podría ser la autoría de los interesantes 280 mil spots que, a 19 meses, siguen huerfanitos... y de ahí pasar al terreno de las sublimes finanzas, una parada en el estupendo padrón y de pasadita, un vistazo al polémico software among other very eye-catching things.
El ife, mi estimado, es la ruta del dinero electoral así que... coopelan o cuello.
Así se entiende mejor el alucinado ping-pong político entre el Gymboree de Los Pinos, Felipe, su rebaño azul y sus aliados priistas para ganarle tiempo al tiempo para después, deprisa y apostando al desgaste legislativo que ocasiona negociar hasta altas horas de la madrugada, salir con la novedad de que ahora sí vamos a cumplir con la Ley pase lo que pase. Una vez más, Gamboa fue punta de lanza. El mismo que fanfarronea en escogidas cenas. El mismo a quien le vale madres violar... la Constitución justificando que, sorry, fue un error. Tenemos fuero, podemos y qué...
El asunto del ife, es un asunto de Estado.
Por eso el atorón, pues. Por eso las largas a los desorientados amarillos y el cúmulo de pretextos sobre los divertidos perfiles. Por eso la maliciosa connivencia entre vetos y votos. Por eso la seguridad y los aires de autoridad de estos cínicos para avisarle a todos los coordinadores parlamentarios, a las prisas y con el tiempo encima, que ahora sí... va en serio.
Y sí, my friend, muy en serio porque con la pena, pero este arroz hace lunas se coció.