Jimmy Neutron y... El vacío de la animación
Marco Aurelio Casillas Arredondo
Similar a todo salto, el de las caricaturas de televisión a la industria cinematográfica es una maniobra con inciertas consecuencias.
La aparentemente triunfadora caricatura televisiva puede encontrar en su incursión al cine o bien el crecimiento de su éxito o bien un golpe fulminante ante lo que los expertos señalan se trata de una experiencia en la que se comprueba que la diferencia en técnica, formato, lenguaje y tiempos entre televisión y cine podrían ser la causa de una infausta producción en las grandes ligas fílmicas con todo y que ésta surgiera de una exitosa producción en la pantalla chica.
No son pocos los críticos que afirman que por ser medios diferentes, la forma de contar historias –en TV y cine– se transforma y con ello se cae en una traición al espíritu original de las series y los personajes.
Ahí tenemos a EU con Los Simpson bajo la dirección de David Silverman y el guión del creador de esta popular serie de la cadena Fox, Matt Groenning; Jimmy Neutrón “El niño inventor”, dirigida por John Davis; a Japón con Yu-Gi-Oh!, manga y anime creados por Kazuki Takahashi, o a producciones europeas como el filme Pocoyó (España, 2007), derivado de una serie madrileña que se proyecta en 100 países y que representa una empresa de tecnología con ingresos previstos de 100 millones de euros en tres años, son claros ejemplos de la diversidad en éxito y destino de estas películas derivadas de caricaturas de TV.
América Latina tiene poco pasado y presente –algunas voces dicen que poco futuro también– en materia de películas animadas.
Durante la más reciente reunión internacional de productores de cine animado latinoamericano celebrada el 6 de noviembre de 2007 en Río de Janeiro, Brasil, animadores, directores, productores, técnicos y actores de doblaje del cono sur señalaron que: “Producciones ricas e interesantes pero desconocidas ante la falta de un esquema de distribución y exhibición, son el retrato de lo que se hace en América Latina tratándose de animación”.
A fines de octubre de 2007 México lanzó la película animada en 2D La Leyenda de la Nahuala, bajo la dirección de Ricardo Arnaiz y las voces de actores como Germán Robles, Ofelia Medina, Manuel “El Loco” Valdés, Andrés Bustamante, Martha Higareda y varios más. La cinta es distribuida por Arte Cinema/Gussi.
Lo más decoroso que había surgido recientemente en el país en materia era Una Película de Huevos (2006) de los hermanos Gabriel y Rodolfo Rivapalacio, con las voces de Angélica Vale, Bruno Bichir y Carlos Espejel.
Largo y sinuoso camino
Resulta difícil contar la totalidad de los casos en los que una serie animada de TV –en ocasiones originada en un cómic– ha saltado a la pantalla grande. Superman, Batman, Tarzán, El Hombre Ara-ña, Los Cuatro Fantásticos, Daredevil, Hulk, Gatubela, X-Men, Hellboy, Ghost Rider, Flash, Los Picapiedra, Garfield, Mr. Beans, Los ángeles de Charlie, Los Duques de Hazzard, los Thundercats, Los Supersónicos, Scooby Doo y Electra son botones de muestra de ese sendero.
Igual los gringos Bob Esponja y los Ruggrats, que la argentina Mafalda, los nipones Dragon Ball Z, Pockemon, Yu-Gi-Oh! o los españoles de la familia Telerín han pasado de la pantalla chica al cine, pero no a todos les ha ido igual. Unos acrecentaron éxito y economía, otros han sido sepultados en el olvido.
Disney, Warner Brothers, Marvel, Nickelodeon y Pixar, en EU y Mushi Productions, TV Tokio y Toei Animation desde Japón, reinan en el mundo de la animación televisiva que incursiona en el cine.
Cuidado Jimmy...
Así las cosas, pese a su nominación al premio Oscar (2001) Jimmy Neutrón debería saber que la inversión millonaria en televisión y luego en cine, no necesariamente procrea la gloria en las grandes ligas del espectáculo y mucho menos la aceptación incondicional del público.
Este niño inventor de flequillo rebelde y habitante de Retroville, de acuerdo al cineasta Steve Oedekerk “puede hacer las cosas con las que todos los niños sueñan. Puede volar, retroceder en el tiempo o volverse invisible. Pero, claro, Jimmy Neutrón es un niño y las cosas no siempre funcionan como tiene planeado...”.
Eso ocurre algunas veces con series animadas que en TV son éxitos imparables, pero que al llegar al territorio del cine caen sin remedio para hundirse en las movedizas arenas de la amnesia popular. Ni modo.
Similar a todo salto, el de las caricaturas de televisión a la industria cinematográfica es una maniobra con inciertas consecuencias.
La aparentemente triunfadora caricatura televisiva puede encontrar en su incursión al cine o bien el crecimiento de su éxito o bien un golpe fulminante ante lo que los expertos señalan se trata de una experiencia en la que se comprueba que la diferencia en técnica, formato, lenguaje y tiempos entre televisión y cine podrían ser la causa de una infausta producción en las grandes ligas fílmicas con todo y que ésta surgiera de una exitosa producción en la pantalla chica.
No son pocos los críticos que afirman que por ser medios diferentes, la forma de contar historias –en TV y cine– se transforma y con ello se cae en una traición al espíritu original de las series y los personajes.
Ahí tenemos a EU con Los Simpson bajo la dirección de David Silverman y el guión del creador de esta popular serie de la cadena Fox, Matt Groenning; Jimmy Neutrón “El niño inventor”, dirigida por John Davis; a Japón con Yu-Gi-Oh!, manga y anime creados por Kazuki Takahashi, o a producciones europeas como el filme Pocoyó (España, 2007), derivado de una serie madrileña que se proyecta en 100 países y que representa una empresa de tecnología con ingresos previstos de 100 millones de euros en tres años, son claros ejemplos de la diversidad en éxito y destino de estas películas derivadas de caricaturas de TV.
América Latina tiene poco pasado y presente –algunas voces dicen que poco futuro también– en materia de películas animadas.
Durante la más reciente reunión internacional de productores de cine animado latinoamericano celebrada el 6 de noviembre de 2007 en Río de Janeiro, Brasil, animadores, directores, productores, técnicos y actores de doblaje del cono sur señalaron que: “Producciones ricas e interesantes pero desconocidas ante la falta de un esquema de distribución y exhibición, son el retrato de lo que se hace en América Latina tratándose de animación”.
A fines de octubre de 2007 México lanzó la película animada en 2D La Leyenda de la Nahuala, bajo la dirección de Ricardo Arnaiz y las voces de actores como Germán Robles, Ofelia Medina, Manuel “El Loco” Valdés, Andrés Bustamante, Martha Higareda y varios más. La cinta es distribuida por Arte Cinema/Gussi.
Lo más decoroso que había surgido recientemente en el país en materia era Una Película de Huevos (2006) de los hermanos Gabriel y Rodolfo Rivapalacio, con las voces de Angélica Vale, Bruno Bichir y Carlos Espejel.
Largo y sinuoso camino
Resulta difícil contar la totalidad de los casos en los que una serie animada de TV –en ocasiones originada en un cómic– ha saltado a la pantalla grande. Superman, Batman, Tarzán, El Hombre Ara-ña, Los Cuatro Fantásticos, Daredevil, Hulk, Gatubela, X-Men, Hellboy, Ghost Rider, Flash, Los Picapiedra, Garfield, Mr. Beans, Los ángeles de Charlie, Los Duques de Hazzard, los Thundercats, Los Supersónicos, Scooby Doo y Electra son botones de muestra de ese sendero.
Igual los gringos Bob Esponja y los Ruggrats, que la argentina Mafalda, los nipones Dragon Ball Z, Pockemon, Yu-Gi-Oh! o los españoles de la familia Telerín han pasado de la pantalla chica al cine, pero no a todos les ha ido igual. Unos acrecentaron éxito y economía, otros han sido sepultados en el olvido.
Disney, Warner Brothers, Marvel, Nickelodeon y Pixar, en EU y Mushi Productions, TV Tokio y Toei Animation desde Japón, reinan en el mundo de la animación televisiva que incursiona en el cine.
Cuidado Jimmy...
Así las cosas, pese a su nominación al premio Oscar (2001) Jimmy Neutrón debería saber que la inversión millonaria en televisión y luego en cine, no necesariamente procrea la gloria en las grandes ligas del espectáculo y mucho menos la aceptación incondicional del público.
Este niño inventor de flequillo rebelde y habitante de Retroville, de acuerdo al cineasta Steve Oedekerk “puede hacer las cosas con las que todos los niños sueñan. Puede volar, retroceder en el tiempo o volverse invisible. Pero, claro, Jimmy Neutrón es un niño y las cosas no siempre funcionan como tiene planeado...”.
Eso ocurre algunas veces con series animadas que en TV son éxitos imparables, pero que al llegar al territorio del cine caen sin remedio para hundirse en las movedizas arenas de la amnesia popular. Ni modo.