Discriminación a la española
Diario Libertad / Flor Berenguer (En voz Alta)
Mientras los diarios españoles se llenan la boca al difundir la noticia que México tiene a un “madrileño” cono ministro del Interior, esto al hacer referencia al ascenso de Juan Camilo Mouriño a la Secretaría de Gobernación, nacido en la capital española e hijo de gallego y mexicana, el Reino de España implementa medidas racistas y xenofóbas en contra de lo que despectivamente denomina sudacas o latinoaméricanos con rasgos morenos e indígenas.
Como antecedente, en mayo del 2007, ese país determinó que toda persona proveniente de una nación no comunitaria europea tenía que probar a su ingreso que contaba con solvencia económica mínima de 60 euros diarios mostrados en efectivo o con tarjeta de crédito avalada por el ùtlimo estado de cuenta así como billete aéreo de regreso fechado no abierto y reservación de hotel o en el caso de permanencia con amigos o familiares, estos deberían solicitar con un mes de anticipación permiso ante la policía local quien sella un documento que el viajante debe portar y mostrar a las autoridades migratorias.
A todas luces la intención es asegurar que los viajantes no permanecerán en forma indefinida en España ni laborarán al margen de la ley y para tal efecto sería más práctico, seguro y menos humillante someter a los viajeros a un proceso de visado como antes lo hacía Francia o actualmente lo solicita Estados Unidos entre otras naciones.
En cambio, en España se somete a los visitantes a un cruel, racista y discriminatorio juego discrecional a su llegada a los distintos aeropuertos, especialmente el del Prat de Barcelona, donde si tienes piel morena y rasgos latinos, automáticamente eres separado y sometido a distintas torturas fìsicas y mentales.
En forma cercana, quien fuera mi reportera en mi etapa de Telefórmula, Berenice Aduna, lo acaba de padecer. Ella terminò en forma brillante su carrera de Comunicación en la Universidad Latinoaméricana y cursa en la Universidad Intercontinental un diplomado.
Desea continuar estudios de posgrado y un ex compañero catalán la invitó en el pasado periodo navideño a visitarlo en Barcelona a fin de que explorara si la opción de la universidad local satisfacía las inquietudes profesionales de Berenice.
Ella viajó vía Nueva York con visa estadounidense y llevaba su pasaje de regreso fechado para 12 días después. Contaba con suficientes dólares y tarjeta de crédito internacional y aún así se le impidió la entrada a Barcelona y fue sometida durante 28 horas a todo tipo de vejaciones, desde insultos hasta hambre,frìo y sed por personal del aeropuerto catalán del Prat.
El empleado de migración reiteradamente se burló de ella cuando intentò explicarle que sí tenìa dólares y que su visa estadounidense avalaba el hecho que ella no tenía porqué quedarse a trabajar como ilegal en España y la llamó “una india muerta de hambre”.
Su amigo, al pasar las horas y ver que no salìa de migarción, notificó al consulado mexicano ya que se le impidió todo contacto con él y éste mandó a una abogada fue incapaz de sacar a Berenice quien fue deportada 28 horas después y su maleta retenida.
Esta odisea se une hoy a la demanda en Argentina por parte de los artistas Walter Ricardo Vergara y María Silvia Álvarez quienes el pasado 17 de noviembre vivieron una pesadilla similar. Vergara es músico de la orquesta del teatro público bonaerense San Martín y Alvarez trabaja como bailarina.
Ellos llegaron para asistir a una boda familiar pero se les impidió la entrada al argumentar las autoridades migratorias que en su calidad de artistas "no tenían profesión alguna, ni medios de vida, ni lugar para alojarse en España, así como tampoco dinero para retornar a su país".
Aún más, mientras permanecieron retenidos durante 48 horas en El Prat los funcionarios de migraciones les espetaban el calificativo de “sudacas” y les transmitieron que existía una decisión de impedir que "ciertas etnias que respondan a particulares características fisonómicas ingresen a Europa".
Vergara y Alvarez denunciaron a las autoridades migratorias españolas de El Prat como presuntos autores materiales del hecho discriminatorio y tratos inhumanos y degradantes. La demanda fue presentada ante los tribunales federales de la provincia de Córdoba -centro del país- pero seguramente terminará en manos de la Corte Suprema de Justicia, único tribunal con competencia para juzgar a funcionarios de un Estado extranjero.
Los artistas reclamaron que los funcionarios españoles de migraciones sean identificados y extraditados a Argentina para ser juzgados por violación de la Convención de Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y Convención contra la Tortura y de Tratos y Penas Crueles Inhumanos y Degradantes de las Naciones Unidas.
Ëste es uno más de los casos representativos de discriminación contra los latinoaméricanos que demuestran la vocación racista de la España de hoy, nación que lanzó hasta 1978 en que entra en la Comunidad Económica Europea a millones de sus súbditos como trabajadores migrantes y que vinieron a “hacer las Américas” a costas de nuestra ascendrada maldición de Malinche en que seguimos cambiando el poder y la riqueza por espejitos.
El caso Berenice nos pinta de cuerpo entero el doble discurso hispano. Por un lado celebran que un español como Mouriño ocupe el segundo puesto de poder más importante de México y por otra a la hora de viajar somos sólo sudacas juzgados por nuestros rasgos y color de piel.
¿Qué hacer ante esta injusticia? Primero manifestarse ante la Embajada de España si usted ha sido víctima de estas vejaciones, escribir una carta al embajador de México en ese país, el coahuilense Jorge Zermeño cuya misión número uno es salvaguardar nuestra integridad como connacionales y después emprender un boicot contra los productos españoles y desde luego evitar las visitas a ese país que a las leguas no nos quiere como visitantes.
En la vida tenemos dos opciones: morir de pie o morir arrodillados y cada uno elige su condición de ser libre o de esclavo.
Mientras los diarios españoles se llenan la boca al difundir la noticia que México tiene a un “madrileño” cono ministro del Interior, esto al hacer referencia al ascenso de Juan Camilo Mouriño a la Secretaría de Gobernación, nacido en la capital española e hijo de gallego y mexicana, el Reino de España implementa medidas racistas y xenofóbas en contra de lo que despectivamente denomina sudacas o latinoaméricanos con rasgos morenos e indígenas.
Como antecedente, en mayo del 2007, ese país determinó que toda persona proveniente de una nación no comunitaria europea tenía que probar a su ingreso que contaba con solvencia económica mínima de 60 euros diarios mostrados en efectivo o con tarjeta de crédito avalada por el ùtlimo estado de cuenta así como billete aéreo de regreso fechado no abierto y reservación de hotel o en el caso de permanencia con amigos o familiares, estos deberían solicitar con un mes de anticipación permiso ante la policía local quien sella un documento que el viajante debe portar y mostrar a las autoridades migratorias.
A todas luces la intención es asegurar que los viajantes no permanecerán en forma indefinida en España ni laborarán al margen de la ley y para tal efecto sería más práctico, seguro y menos humillante someter a los viajeros a un proceso de visado como antes lo hacía Francia o actualmente lo solicita Estados Unidos entre otras naciones.
En cambio, en España se somete a los visitantes a un cruel, racista y discriminatorio juego discrecional a su llegada a los distintos aeropuertos, especialmente el del Prat de Barcelona, donde si tienes piel morena y rasgos latinos, automáticamente eres separado y sometido a distintas torturas fìsicas y mentales.
En forma cercana, quien fuera mi reportera en mi etapa de Telefórmula, Berenice Aduna, lo acaba de padecer. Ella terminò en forma brillante su carrera de Comunicación en la Universidad Latinoaméricana y cursa en la Universidad Intercontinental un diplomado.
Desea continuar estudios de posgrado y un ex compañero catalán la invitó en el pasado periodo navideño a visitarlo en Barcelona a fin de que explorara si la opción de la universidad local satisfacía las inquietudes profesionales de Berenice.
Ella viajó vía Nueva York con visa estadounidense y llevaba su pasaje de regreso fechado para 12 días después. Contaba con suficientes dólares y tarjeta de crédito internacional y aún así se le impidió la entrada a Barcelona y fue sometida durante 28 horas a todo tipo de vejaciones, desde insultos hasta hambre,frìo y sed por personal del aeropuerto catalán del Prat.
El empleado de migración reiteradamente se burló de ella cuando intentò explicarle que sí tenìa dólares y que su visa estadounidense avalaba el hecho que ella no tenía porqué quedarse a trabajar como ilegal en España y la llamó “una india muerta de hambre”.
Su amigo, al pasar las horas y ver que no salìa de migarción, notificó al consulado mexicano ya que se le impidió todo contacto con él y éste mandó a una abogada fue incapaz de sacar a Berenice quien fue deportada 28 horas después y su maleta retenida.
Esta odisea se une hoy a la demanda en Argentina por parte de los artistas Walter Ricardo Vergara y María Silvia Álvarez quienes el pasado 17 de noviembre vivieron una pesadilla similar. Vergara es músico de la orquesta del teatro público bonaerense San Martín y Alvarez trabaja como bailarina.
Ellos llegaron para asistir a una boda familiar pero se les impidió la entrada al argumentar las autoridades migratorias que en su calidad de artistas "no tenían profesión alguna, ni medios de vida, ni lugar para alojarse en España, así como tampoco dinero para retornar a su país".
Aún más, mientras permanecieron retenidos durante 48 horas en El Prat los funcionarios de migraciones les espetaban el calificativo de “sudacas” y les transmitieron que existía una decisión de impedir que "ciertas etnias que respondan a particulares características fisonómicas ingresen a Europa".
Vergara y Alvarez denunciaron a las autoridades migratorias españolas de El Prat como presuntos autores materiales del hecho discriminatorio y tratos inhumanos y degradantes. La demanda fue presentada ante los tribunales federales de la provincia de Córdoba -centro del país- pero seguramente terminará en manos de la Corte Suprema de Justicia, único tribunal con competencia para juzgar a funcionarios de un Estado extranjero.
Los artistas reclamaron que los funcionarios españoles de migraciones sean identificados y extraditados a Argentina para ser juzgados por violación de la Convención de Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y Convención contra la Tortura y de Tratos y Penas Crueles Inhumanos y Degradantes de las Naciones Unidas.
Ëste es uno más de los casos representativos de discriminación contra los latinoaméricanos que demuestran la vocación racista de la España de hoy, nación que lanzó hasta 1978 en que entra en la Comunidad Económica Europea a millones de sus súbditos como trabajadores migrantes y que vinieron a “hacer las Américas” a costas de nuestra ascendrada maldición de Malinche en que seguimos cambiando el poder y la riqueza por espejitos.
El caso Berenice nos pinta de cuerpo entero el doble discurso hispano. Por un lado celebran que un español como Mouriño ocupe el segundo puesto de poder más importante de México y por otra a la hora de viajar somos sólo sudacas juzgados por nuestros rasgos y color de piel.
¿Qué hacer ante esta injusticia? Primero manifestarse ante la Embajada de España si usted ha sido víctima de estas vejaciones, escribir una carta al embajador de México en ese país, el coahuilense Jorge Zermeño cuya misión número uno es salvaguardar nuestra integridad como connacionales y después emprender un boicot contra los productos españoles y desde luego evitar las visitas a ese país que a las leguas no nos quiere como visitantes.
En la vida tenemos dos opciones: morir de pie o morir arrodillados y cada uno elige su condición de ser libre o de esclavo.