A nadie le cabe la menor duda .. FOX es un RATERO
René Avilés Fabila
Cada día que pasa, la familia Fox (lo que incluye, desde luego, a la familia Bribiesca, los hijos de Marta) descubrimos asombrados una nueva pillería, una nueva cuenta bancaria, un departamento de lujo, un automóvil costoso, un negocio afortunado, todo producto del paso de Vicente por Los Pinos.
Ahora El Universal da a conocer un departamento de millón y medio dólares en Vallarta, propiedad del hermano menor de Vicente Fox, quien en su momento tuvo que recurrir al apoyo social del gobierno foxista. Mientras tanto, en Los Pinos hay un silencio que en el peor de los casos es posible interpretar como cómplice de las pillerías que su antecesor cometió.
Simultáneamente a esta nueva denuncia, una encuesta permite conocer la caída en picada del ex presidente Fox. Es curioso porque el mito se derrumba estrepitosamente por su propia boca, porque el ranchero bocón y crítico del PRI no sabe cómo mostrarnos sus riquezas, su fortuna recién adquirida, porque actúa como nuevo rico.
Nunca México había visto algo semejante, el de un hombre que llega pobre al cargo y sale decidido a mostrarnos que ahora es rico y que tiene propiedades que valen la pena ser conocidas. Miguel Alemán o Carlos Hank González se hicieron ricos al amparo del poder, pero jamás anduvieron en las revistas frívolas enseñando sus riquezas recién adquiridas.
Al contrario, eran discretos. Marta y Vicente no lograron rechazar la tentación de hacer públicas sus propiedades y los lujos que las rodean. En esa familia ya no hay pobres, es evidente, no pasa una semana sin que aparezca alguna novedad al respecto. Pero, ¿por qué cambió tanto el político que rechazaba la corrupción y hablaba del bienestar de las mayorías, el que pidió que no se le retirara la pensión porque de ella viviría?
Muchos de sus críticos dicen que su esposa es la principal responsable de que Fox haya pasado de modesto ranchero y pequeño empresario de refrescos de cola a nuevo rico, ostentoso y ridículo. Puede ser. Pero el principal responsable es el propio ex presidente, quien no ha sido fiel ni a sí mismo ni a la religión que dice profesar y que claramente advierte que no debe robar ni mentir.
Fox ha pasado con rapidez de héroe a villano, ya pocos lo defienden y quienes lo hacen actúan más con buenas intenciones que con argumentos o porque también les permitió hacerse ricos. Fox es un ratero más, a nadie le cabe la menor duda, un corrupto en una larga lista de pillos. La desgracia del país es que un día lo llevó al lugar donde podía convertirse en un ladrón: la Presidencia de México.
A todo esto, ¿qué dice Felipe Calderón, presidente de todos los mexicanos y miembro del partido de Fox?
Cada día que pasa, la familia Fox (lo que incluye, desde luego, a la familia Bribiesca, los hijos de Marta) descubrimos asombrados una nueva pillería, una nueva cuenta bancaria, un departamento de lujo, un automóvil costoso, un negocio afortunado, todo producto del paso de Vicente por Los Pinos.
Ahora El Universal da a conocer un departamento de millón y medio dólares en Vallarta, propiedad del hermano menor de Vicente Fox, quien en su momento tuvo que recurrir al apoyo social del gobierno foxista. Mientras tanto, en Los Pinos hay un silencio que en el peor de los casos es posible interpretar como cómplice de las pillerías que su antecesor cometió.
Simultáneamente a esta nueva denuncia, una encuesta permite conocer la caída en picada del ex presidente Fox. Es curioso porque el mito se derrumba estrepitosamente por su propia boca, porque el ranchero bocón y crítico del PRI no sabe cómo mostrarnos sus riquezas, su fortuna recién adquirida, porque actúa como nuevo rico.
Nunca México había visto algo semejante, el de un hombre que llega pobre al cargo y sale decidido a mostrarnos que ahora es rico y que tiene propiedades que valen la pena ser conocidas. Miguel Alemán o Carlos Hank González se hicieron ricos al amparo del poder, pero jamás anduvieron en las revistas frívolas enseñando sus riquezas recién adquiridas.
Al contrario, eran discretos. Marta y Vicente no lograron rechazar la tentación de hacer públicas sus propiedades y los lujos que las rodean. En esa familia ya no hay pobres, es evidente, no pasa una semana sin que aparezca alguna novedad al respecto. Pero, ¿por qué cambió tanto el político que rechazaba la corrupción y hablaba del bienestar de las mayorías, el que pidió que no se le retirara la pensión porque de ella viviría?
Muchos de sus críticos dicen que su esposa es la principal responsable de que Fox haya pasado de modesto ranchero y pequeño empresario de refrescos de cola a nuevo rico, ostentoso y ridículo. Puede ser. Pero el principal responsable es el propio ex presidente, quien no ha sido fiel ni a sí mismo ni a la religión que dice profesar y que claramente advierte que no debe robar ni mentir.
Fox ha pasado con rapidez de héroe a villano, ya pocos lo defienden y quienes lo hacen actúan más con buenas intenciones que con argumentos o porque también les permitió hacerse ricos. Fox es un ratero más, a nadie le cabe la menor duda, un corrupto en una larga lista de pillos. La desgracia del país es que un día lo llevó al lugar donde podía convertirse en un ladrón: la Presidencia de México.
A todo esto, ¿qué dice Felipe Calderón, presidente de todos los mexicanos y miembro del partido de Fox?