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martes, 25 de septiembre de 2007

RADIOGRAFIA DE UN EX-PRESIDENTE PARANOICO, LADRON E IGNORANTE

Vicente Fox

Gonzalo Escribano

Muchos, muchos mexicanos creemos que el ex presidente Vicente Fox es un tipo poco dotado intelectualmente. Es cierto que fue exitoso en el ámbito empresarial pero ello pudo –y debió- tener sus causas más en la conjugación de la buena fortuna, el buen conocimiento de un medio limitado y al uso de prácticas medianamente atinadas; que a una rica cultura o eminencia intelectual. El campo de acción, la toma de decisiones y el impacto sobre ellas es mucho menos complejo que aquel al que se enfrenta un jefe de Estado. Otros han asegurado que Vicente Fox siempre ocultó sus malas intenciones y sus perversiones bajo la máscara de la ingenuidad. Yo no creo que lo simple, lo poco dotado, lo inculto quite lo perverso, lo ladrón, ni lo malintencionado. Fox jamás ha sabido comportarse a la altura. No supo como enfrentar con dignidad una contienda electoral que ganó únicamente mediante una campaña impresionante alrededor de la imagen carismática de un ranchero exitoso con la que se identificaron muchos mexicanos hartos del régimen de partido hegemónico priista. No supo como negociar las reformas en el congreso, ni como cohesionar su gobierno. No supo comportarse democráticamente y abstenerse de inferir en la elección del 2006. Hoy, a casi un año de su partida, sus declaraciones y la ostentación de su opulencia demuestran que sigue sin saber qué es un hombre de Estado. Vicente Fox fue elegido presidente porque millones de votantes independientes querían al PRI fuera del poder, porque el presidente Zedillo acabó de construir una institución fuerte y real para que hubiera elecciones limpias y libres. Vicente Fox quería poder político y económico para poder pasar a la historia. Cándido como siempre, Fox alentado por la primera dama se creyó omnipotente por ser el primer presidente no priísta en 70 años.

El entonces presidente tenía una visión muy miope del escenario político; se rodeó de un gabinete integrado por gente que consideraba valiosa. Un gabinete que desde su visión tenía la ventaja de ser abierto y plural. No resultó así. El llamado gabinetazo acabó como una tragedia llena de mentiras, descalificaciones, golpes bajos y rencores. Una muestra patética de lo que fue el gobierno de Fox que habiendo empezado con la intención de convertirse en un hito ejemplar para generaciones futuras, terminó por salir por la puerta trasera. Fox creyó que su gobierno debía distinguirse por incorporar la modernidad y el cambio al país. Para ello atrajo a su gobierno gente muy valiosa como Julio Frenk, Josefina Vázquez Mota y Víctor Lichtinger. De lo que no se acordó fue que en política existen grupos y que no basta solo con buenas intenciones. Lichtinger terminó saliendo de SEMARNAT sin explicación alguna por denunciar la corrupción del subsecretario Raul Arriaga, amigo cercano de Fox. Vázquez Mota puso en marcha Oportunidades en SEDESOL y logró buenos resultados, aunque tal programa por si sólo no es suficiente para erradicar la pobreza como supone Fox. La SS de Julio Frenk logró poner a México al día en relación con lo que marca la OMS.

Vicente Fox no daba crédito de lo que había logrado a costa de los malos –utilizando la terminología del propio ex presidente-. Bendito favor nos hizo el Banco Mundial al declarar que Oportunidades era el mejor programa de combate a la pobreza (como si los modelos sociales europeos no hubiesen sido los más exitosos en ese rubro). Además creyó haber consolidado la democracia en México cuando todos los que estudiamos la Política sabemos que nuestro país sigue en transición. Descubrió que la Política no es simple cuestión de voluntad y que el presidente no tiene plenos poderes –aunque todavía no entiende muy bien porqué-.

Vicente Fox hoy quiere ser llamado Presidente sin el prefijo ex, cuando a la mayoría de los mexicanos nos da vergüenza que haya sido Presidente. Vicente Fox es una de esas fichitas excéntricas que se dan en las Repúblicas bananeras. Les puedo asegurar que el hombre se conmueve, porque se siente aludido, cuando el día del grito escucha el “¡Vivan los héroes que nos dieron Patria!”… Háganos el favor ¡Déjenos extrañarlo!