HAGAN SUS APUESTAS, METERA FeCAL AL PROzac A LA CARCEL?

Silencio preocupante

María Teresa Jardí
martes, 25 de septiembre de 2007

Estoy de acuerdo con el maestro Gilberto Balam Pereira en que se tendrían que investigar todas las fortunas de los ex presidentes y de los líderes sindicales, agrego, y de los empresarios y de los jerarcas de las iglesias, etc.

Salta a la vista que en México no tenemos suficientes árboles para colgar a todos los políticos corruptos. Pero hay que empezar por alguno incluso para que el sucesor no cometa las mismas vilezas pensándose él también impune.

Y no, Creel no tiene tampoco en eso la razón. Fox, tan estúpido, bien podría ser por el que se empezara a poner límites a la corrupción de los políticos, aunque de momento no se toque a los otros.

Si se empieza con uno, los otros caerán en cascada y aunque así no suceda de todas maneras el país habrá ganado por lo que toca a que piensen más en el costo los que le sigan en la línea sucesoria de este país empeñado en no ser una democracia.

Aunque me temo que salta a la vista que AMLO tiene razón y no van a tocar a Fox, porque el usurpador le debe todo a ese impresentable sujeto que se vendió como el del cambio y que a lo largo de seis años no se enteró de que ya era presidente.

Las leyes son perfectibles siempre y también a base de cambios se las puede tornar irreconocibles, inaplicables o, lo que es peor, en excesivas e incluso injustas. En México somos expertos por lo que toca a la gama de cambios que pueden tornar una buena ley en una mala ley. Pocas veces a la inversa en los últimos tiempos se han dado esos cambios. La Constitución es el mejor de los ejemplos. De la más avanzada del mundo a una amalgama ininteligible. Una Constitución moderna es aquella que se achica al grado de no tener más que un postulado de cumplimiento obligatorio para el elegido como mandatario: el de propiciar la felicidad del pueblo que lo ha elegido para que lo gobierne. Es en las leyes reglamentarias donde se establecen las bases de funcionamiento provenientes del contrato social que gobernantes y gobernados, en teoría, han firmado y no en la Constitución donde se mete todo para garantizar que nada se cumpla a favor del pueblo.

Las leyes pensadas para el control social no combaten el crimen organizado y garantizan el que se llenen las cárceles de gente inocente. Hay crímenes que ameritan leyes duras como la violación y la pederastia pero, curiosamente, en México esos crímenes se toleran cuando los comete la policía y los grandes "señores" con fortunas inexplicables sustentadas en el abuso de poder de sus pares funcionarios, cuando no ocupan cargos de elección popular.

Reformas a modo que nos han hecho retroceder como pocos países lo han hecho en la tierra. Ya igualamos en varios rubros, por ejemplo en el educativo, a los más atrasados países africanos. Africa, el continente avasallado por Europa, al igual que lo somos nosotros y el resto del mundo por Los Estados Unidos de Norteamérica.

Y, sin embargo, y a pesar de sus limitaciones es un logro la reforma en materia electoral que se encuentra sujeta a su aprobación en manos de los Congresos locales. Una vergüenza es el llamado de Moreira a que no se apruebe. Del gobernador de Aguascalientes no se podía esperar otra cosa, panista, corrupto y entreguista se van convirtiendo en sinónimos en nuestra república cada día más bananera.

Una preocupación es el silencio al respecto de Ivonne Ortega. Y se está tardando el nuevo Legislativo yucateco en aprobar ese pequeño, pero considerable, como están las cosas en México, avance democrático.

Ojalá y no se convierta, dando al traste con lo ganado en la elección pasada, en uno de los Congresos vergonzosos que votan en contra de ese avance comprados por la CIRT que se vende por estos días como la víctima, que no es, para no perder los millones y la influencia política con la que impone gobernantes.