INDICE POLITICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
OTRO RÉCORD DE VICENTE FOX
EL HOMBRE ESTÁ en su mejor forma. Una razón bien podría ser que, ahora sí, gusta ser llamado "señor Presidente".
Antes, por el contrario, pedía que le llamaran "simplemente Vicente".
Quizá sus cuates, entre quienes no me encuentro por fortuna, hasta "Chente" no’más le decían.
¿Cómo no va a estar en su mejor forma el "señor Presidente" si goza de su renovada "Presidencia" a cabalidad?
Viaja, ahora sí, sin solicitar permiso a nadie. Ya la Cámara de Diputados no puede negarle permiso alguno para ausentarse del país cuando se le antoje.
Y así, ha ido a África, Europa, el norte de América, pero sigue debiendo a su hija Paulina el viaje a Australia, a donde no le permitieron acudir ya en las vísperas de que terminara su contrato de arrendamiento de Los Pinos.
Mejor que mejor, le están remodelando el rancho.
Ya una primera ocasión, los contribuyentes mexicanos "apoquinamos" para reconstruir a todo lujo el derruido rancho familiar.
Ahora son las fundaciones de las grandes empresas y presumo que hasta órganos de inteligencia extranjeros, como la CIA, las que le "entran con su cuerno" para convertir aquello en una institución ¡educativa! Quizá nada más de adoctrinamiento.
Para moverse, el hombre cuenta con un par de Hummers regalo de un ex gobernador, un jeep sobre el que frecuentemente se retrata –cortesía de un prestador de servicios al que embaucó Marta Sahagún--, y quizá hasta un misterioso avión, permanentemente aparcado en el aeropuerto del Bajío, por si se le ofrece al "señor Presidente".
No cabe duda. El estado ideal del ex repartidor de coca-colas es el de "ex".
Aunque él sienta que no lo es. Que es aún "el mero mero". Que así va a continuar.
Porque impune, impune, impune, lo que se dice impune, lo es hasta ahora el "señor Presidente".
Ni quien se atreva a exigirle la rendición de cuentas por sus excesos, los de su cónyuge y los de la larga parentela de ambos.
Antes, cuando en el ejercicio constitucional era "simplemente Vicente", sí que tenía todos los seguros y candados sobre él. Que la Auditoría Superior de la Federación. Que los molestos diputados y senadores de los partidos opositores. Que la maldita prensa…
Hoy ya no. Vaya, hasta la prensa lo busca cada domingo para arrancarle una o dos palabras que, invariablemente, se difunden ampliamente los lunes desde la mañana.
Como las más recientes, las de este domingo 12, cuando el "señor Presidente" anunció que está por publicar un libro, en inglés, donde va a contar sus foxi-aventuras de los últimos años.
¡Vaya que está en forma el "señor Presidente"!
¡Está a punto de romper un récord más!
Ya sacó al PRI de Los Pinos… ¡toda una hazaña!
Ya se vengó de Andrés Manuel López Obrador… ¡qué hombrada, si nada más puso un poquito en riesgo la elección federal del 2006!
Y ahora ¡va a publicar un libro!
¡Un récord! Es un libro más de todos los que en su vida ha leído el "señor Presidente! ¿O no?
EL HOMBRE ESTÁ en su mejor forma. Una razón bien podría ser que, ahora sí, gusta ser llamado "señor Presidente".
Antes, por el contrario, pedía que le llamaran "simplemente Vicente".
Quizá sus cuates, entre quienes no me encuentro por fortuna, hasta "Chente" no’más le decían.
¿Cómo no va a estar en su mejor forma el "señor Presidente" si goza de su renovada "Presidencia" a cabalidad?
Viaja, ahora sí, sin solicitar permiso a nadie. Ya la Cámara de Diputados no puede negarle permiso alguno para ausentarse del país cuando se le antoje.
Y así, ha ido a África, Europa, el norte de América, pero sigue debiendo a su hija Paulina el viaje a Australia, a donde no le permitieron acudir ya en las vísperas de que terminara su contrato de arrendamiento de Los Pinos.
Mejor que mejor, le están remodelando el rancho.
Ya una primera ocasión, los contribuyentes mexicanos "apoquinamos" para reconstruir a todo lujo el derruido rancho familiar.
Ahora son las fundaciones de las grandes empresas y presumo que hasta órganos de inteligencia extranjeros, como la CIA, las que le "entran con su cuerno" para convertir aquello en una institución ¡educativa! Quizá nada más de adoctrinamiento.
Para moverse, el hombre cuenta con un par de Hummers regalo de un ex gobernador, un jeep sobre el que frecuentemente se retrata –cortesía de un prestador de servicios al que embaucó Marta Sahagún--, y quizá hasta un misterioso avión, permanentemente aparcado en el aeropuerto del Bajío, por si se le ofrece al "señor Presidente".
No cabe duda. El estado ideal del ex repartidor de coca-colas es el de "ex".
Aunque él sienta que no lo es. Que es aún "el mero mero". Que así va a continuar.
Porque impune, impune, impune, lo que se dice impune, lo es hasta ahora el "señor Presidente".
Ni quien se atreva a exigirle la rendición de cuentas por sus excesos, los de su cónyuge y los de la larga parentela de ambos.
Antes, cuando en el ejercicio constitucional era "simplemente Vicente", sí que tenía todos los seguros y candados sobre él. Que la Auditoría Superior de la Federación. Que los molestos diputados y senadores de los partidos opositores. Que la maldita prensa…
Hoy ya no. Vaya, hasta la prensa lo busca cada domingo para arrancarle una o dos palabras que, invariablemente, se difunden ampliamente los lunes desde la mañana.
Como las más recientes, las de este domingo 12, cuando el "señor Presidente" anunció que está por publicar un libro, en inglés, donde va a contar sus foxi-aventuras de los últimos años.
¡Vaya que está en forma el "señor Presidente"!
¡Está a punto de romper un récord más!
Ya sacó al PRI de Los Pinos… ¡toda una hazaña!
Ya se vengó de Andrés Manuel López Obrador… ¡qué hombrada, si nada más puso un poquito en riesgo la elección federal del 2006!
Y ahora ¡va a publicar un libro!
¡Un récord! Es un libro más de todos los que en su vida ha leído el "señor Presidente! ¿O no?
posted by H2AGUA at
8:16 a.m.
