SERPIENTES Y ESCALERAS
Salvador García Soto
El embate de los “ultras”
Replegados en los órganos de dirección del PAN, pero con presencia y poder reales en cargos públicos y de poder a nivel federal y estatal, los grupos más conservadores del panismo se hacen sentir con hechos y acciones. El activismo de estos grupos busca recordar que no están dispuestos a ceder en sus posiciones sobre temas públicos y, por el contrario, intentan imponer criterios y valores de su línea ideológico-religiosa al resto de la población mediante políticas públicas.
Dos gobernadores emblemáticos de la ultraderecha ligada a Acción Nacional lanzaron por estos días una ofensiva político-mediática que refleja una clara intención de hacer sentir su presencia y llevar sus mensajes al ámbito nacional.
Primero, el gobernador de Jalisco, Emilio González Pérez, desató la polémica con sus posiciones moralinas y polémicas sobre el papel del Estado en la promoción de métodos de prevención de enfermedades sexuales. Sin recibir una corrección o al menos una precisión clara por parte de las autoridades federales de la Secretaría de Salud, el polémico mandatario panista se solazó por varios días contradiciendo las políticas de salud pública y los lineamientos científicos, para meter al debate posiciones del sector conservador como hacer de la fidelidad y la abstinencia métodos oficiales de prevención de padecimientos de transmisión sexual.
Hay, en el caso del gobernador de Jalisco, una absurda y torpe estrategia de posicionamiento nacional; tiene que ver con la idea que le vendió una empresa televisiva de que él podía ser un precandidato del PAN a la sucesión del 2012. Y Emilio, que no es de muchas luces ni gran talento, decidió hacer del escándalo, la polémica y de su acendrado conservadurismo, su forma de darse a conocer en el resto del país.
Otro caso es el del gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva. En una provocación abierta, el mandatario del PAN asistió, acompañado de buena parte de su gabinete —incluidos destacados dirigentes del Yunque—, a una ceremonia religiosa que organizó el polémico cardenal Juan Sandoval Íñiguez en ocasión del 450 aniversario de la llegada de una imagen religiosa a tierras guanajuatenses.
El acto, que pretende ser llevado por los conservadores, incluida la Iglesia católica, al terreno del derecho personal del gobernador Oliva de profesar su religión con libertad y sin restricciones, es en realidad una exhibición pública y abierta de un gobierno que se profesa religioso y que convierte una ceremonia litúrgica en un acto político y de definiciones por parte del mandatario local y su equipo de trabajo.
Ninguno de los actos y declaraciones de los dos gobernadores panistas parece casual y tampoco lo es que, en ambos casos, tras la polémica que despertaron, la jerarquía católica de Jalisco, de Guanajuato e, incluso, de la ciudad de México, saliera a respaldar las posiciones públicas de Emilio González y Juan Manuel Oliva.
Si en febrero pasado, tras la despenalización del aborto en la ciudad de México, la ultra católica y el conservadurismo panista sufrieron un duro revés y una derrota política y social, no es difícil pensar que ahora, desde estados que son bastiones y enclaves estratégicos de esos grupos, venga una ofensiva que parece la respuesta.
Se trata pues de un embate de los grupos más conservadores que son parte de Acción Nacional. Su ofensiva es, por supuesto, hacia la sociedad, donde buscan ganar terreno y adeptos en sus posiciones; hacia la política, donde quieren hacer valer sus cargos de poder; pero también hacia adentro del PAN, donde intentan reagruparse para evitar que el grupo del presidente Calderón les arrebate todo lo que el sexenio de Vicente Fox les permitió avanzar en sus sueños y ambiciones de poder nacional.
Notas indiscretas… El fin de semana hubo un escándalo nocturno en Guadalajara. Un grupo de diputados locales panistas se vieron envueltos en un pleito en las puertas de un table dance, lo que motivó la movilización de la policía. Los legisladores panistas no parecen hacer caso de los consejos de su gobernador para practicar la abstinencia y la fidelidad… Se tropiezan los dados. Tocó Serpiente.
Replegados en los órganos de dirección del PAN, pero con presencia y poder reales en cargos públicos y de poder a nivel federal y estatal, los grupos más conservadores del panismo se hacen sentir con hechos y acciones. El activismo de estos grupos busca recordar que no están dispuestos a ceder en sus posiciones sobre temas públicos y, por el contrario, intentan imponer criterios y valores de su línea ideológico-religiosa al resto de la población mediante políticas públicas.
Dos gobernadores emblemáticos de la ultraderecha ligada a Acción Nacional lanzaron por estos días una ofensiva político-mediática que refleja una clara intención de hacer sentir su presencia y llevar sus mensajes al ámbito nacional.
Primero, el gobernador de Jalisco, Emilio González Pérez, desató la polémica con sus posiciones moralinas y polémicas sobre el papel del Estado en la promoción de métodos de prevención de enfermedades sexuales. Sin recibir una corrección o al menos una precisión clara por parte de las autoridades federales de la Secretaría de Salud, el polémico mandatario panista se solazó por varios días contradiciendo las políticas de salud pública y los lineamientos científicos, para meter al debate posiciones del sector conservador como hacer de la fidelidad y la abstinencia métodos oficiales de prevención de padecimientos de transmisión sexual.
Hay, en el caso del gobernador de Jalisco, una absurda y torpe estrategia de posicionamiento nacional; tiene que ver con la idea que le vendió una empresa televisiva de que él podía ser un precandidato del PAN a la sucesión del 2012. Y Emilio, que no es de muchas luces ni gran talento, decidió hacer del escándalo, la polémica y de su acendrado conservadurismo, su forma de darse a conocer en el resto del país.
Otro caso es el del gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva. En una provocación abierta, el mandatario del PAN asistió, acompañado de buena parte de su gabinete —incluidos destacados dirigentes del Yunque—, a una ceremonia religiosa que organizó el polémico cardenal Juan Sandoval Íñiguez en ocasión del 450 aniversario de la llegada de una imagen religiosa a tierras guanajuatenses.
El acto, que pretende ser llevado por los conservadores, incluida la Iglesia católica, al terreno del derecho personal del gobernador Oliva de profesar su religión con libertad y sin restricciones, es en realidad una exhibición pública y abierta de un gobierno que se profesa religioso y que convierte una ceremonia litúrgica en un acto político y de definiciones por parte del mandatario local y su equipo de trabajo.
Ninguno de los actos y declaraciones de los dos gobernadores panistas parece casual y tampoco lo es que, en ambos casos, tras la polémica que despertaron, la jerarquía católica de Jalisco, de Guanajuato e, incluso, de la ciudad de México, saliera a respaldar las posiciones públicas de Emilio González y Juan Manuel Oliva.
Si en febrero pasado, tras la despenalización del aborto en la ciudad de México, la ultra católica y el conservadurismo panista sufrieron un duro revés y una derrota política y social, no es difícil pensar que ahora, desde estados que son bastiones y enclaves estratégicos de esos grupos, venga una ofensiva que parece la respuesta.
Se trata pues de un embate de los grupos más conservadores que son parte de Acción Nacional. Su ofensiva es, por supuesto, hacia la sociedad, donde buscan ganar terreno y adeptos en sus posiciones; hacia la política, donde quieren hacer valer sus cargos de poder; pero también hacia adentro del PAN, donde intentan reagruparse para evitar que el grupo del presidente Calderón les arrebate todo lo que el sexenio de Vicente Fox les permitió avanzar en sus sueños y ambiciones de poder nacional.
Notas indiscretas… El fin de semana hubo un escándalo nocturno en Guadalajara. Un grupo de diputados locales panistas se vieron envueltos en un pleito en las puertas de un table dance, lo que motivó la movilización de la policía. Los legisladores panistas no parecen hacer caso de los consejos de su gobernador para practicar la abstinencia y la fidelidad… Se tropiezan los dados. Tocó Serpiente.