FeCAL TIENE VALOR Y PASION POR LA INEXPERIENCIA
El chino chamaqueó a Calderón y a Lozano
René Avilés Fabila
El escándalo suscitado por Ye Gon sigue vigente. El gobierno de Felipe Calderón y el PAN probaron su inexperiencia. ¿Qué sentido tenía comprar el pleito con el sino-mexicano? Ninguno. El colmo fue cuando Calderón le dio cabida dentro de la agenda internacional al tocar el tema junto a Rodríguez Zapatero. Y así como el señor Lozano ya demandó a Ye Gon y no duerme por responderle, Calderón lo toma en serio y lo incluye entre los temas prioritarios en política internacional.
Preferible es, desde luego, pelear con el incapaz de Ebrard por el descuido del Distrito Federal y por su negativa de reconocerlo como presidente de México, algo ridículo, como ya hemos visto. O, en todo caso, recuperar las relaciones perdidas con Cuba y Venezuela, las que destruyó el foxismo.
Atinada ha sido la reacción de otro involucrado, Fidel Herrera. El político veracruzano sigue en lo suyo, trabajando en Veracruz, a lo sumo se ha tomado con ironía el asunto al probar que era imposible que le diera una credencial al sino-mexicano. Conozco a Fidel Herrera desde allá por 1970 cuando ambos estudiábamos en Europa, él en Londres y yo en París. No somos realmente amigos, pero en ocasiones nos encontramos, por ejemplo, en casa del escultor Sebastián. Es todo menos ingenuo, chapado en el buen estilo político mexicano, sabe conducirse en aguas turbulentas, su apoyo es el trabajo y la habilidad para evitar el encontronazo irreparable. Hasta hoy, Calderón lo tiene en la lista negra y no goza de las invitaciones a Los Pinos. Sin embargo, él se mantiene en lo suyo.
El tortuoso caso de Ye Gon le sirvió a Gerardo Buganza, su antiguo rival panista, para reavivar el rencor de la derrota y ha tratado infructuosamente de “probar” que Fidel sí le dio una charola al sino-mexicano. Aquí la diferencia estriba en que el gobernador de Veracruz no le ha dado importancia al asunto, ha respondido, es verdad, pero para hacer simples aclaraciones y no ponerlo como punto principal en la agenda de trabajo.
A diferencia de Fidel Herrera, el gobierno de Felipe Calderón no sabe qué hacer con el paquete, demanda, declara, abogados van a Estados Unidos y regresan. Para usar la nueva terminología, a Calderón y a Lozano los “chamaquearon” y ahora no saben cómo darle carpetazo al caso.
Es evidente que los panistas, hasta hace unos pocos años empresarios y egresados de escuelas confesionales y conservadoras, hoy no acaban de aprender las funciones del Estado ni para qué es la política. Ye Gon sirvió para reprobarlos. Que el tipo merece investigación y castigo en caso de resultar culpable, no hay duda, pero eso es tarea de las autoridades policiacas, no del Presidente de la República.