EN EL SEXENIO DE FOX CORRUPCION BESTIAL
Álvaro Cepeda Neri
El foxismo, con pruebas del periodismo de investigación y averiguaciones legislativas con miras a denuncias judiciales-penales, que no descartan el juicio político, fue una corrupción bestial. Y que se transita de presuntos responsables, encabezados por Vicente Fox, a muy probables imputaciones tras las denuncias ante el Ministerio Público Federal. En el vocabulario legal se trataría de peculados, fraudes y tráfico de influencias. En la jerga común y corriente, los foxistas fueron unos rateros, ladrones de cuello blanco, con un botín escandalosamente multimillonario.
En este asunto de “Los amigos de Fox”, cuya raíz delincuencial se hunde en los fondos recibidos para la campaña foxista de empresas estadunidenses –prohibidos y objeto de severas sanciones que nunca se ejecutaron en virtud de que el IFE con sus complicidades y encubrimientos a Fox y sus secuaces (que terminaron generando el fraude electoral contra Andrés Manuel López Obrador), y a pesar del voto en contra del consejero electoral Jaime Cárdenas, le otorgó impunidad– tiene más ramificaciones que entran en lo que se llamaría “Los amigos de los amigos de Fox”.
Una de esas ramas conduce a Pronósticos Deportivos, donde despacha como director general Adolfo Blanco Tatto, quien fuera el brazo derecho (no podría ser de izquierda) del protagonista central de esta columna: Juan Antonio Fernández Ortiz, coordinador de “Los amigos de Fox” y a quien el actual secretario de la Función Pública, Germán Martínez, sólo le impuso sanciones administrativas: inhabilitación por 10 años para ocupar cargos públicos y una multa por casi medio millón de pesos. El periodista Granados Chapa, abogado, no pasó por alto el que los calderonistas, solapando a Fernández Ortiz, no le dieron vista al Ministerio Público Federal. “No obstante la posibilidad de que junto a las infracciones administrativas se cometiera un delito” (Reforma: 8/VI/07).
Cómo se conecta el fundador de “Los amigos de Fox” (uno de sus sesudos asesores y contribuyente fue Lino Korrodi, quien terminó desertando del foxismo) con Pronósticos Deportivos es harina de otro costal; historieta de la que hay que ocuparse, porque el actual director de Pronósticos fue fiel escudero de Fernández Ortiz en su trayecto foxista en Procampo y en la Comisión Nacional de Protección en Salud, como director ejecutivo del Seguro Popular, y en este cargo Fernández Ortiz se batió en el excremento de la corrupción y salpicó a sus más cercanos colaboradores, como se deduce de la información y el expediente que, no obstante estar bajo reserva, han filtrado datos que presumen el nexo Fernández Ortiz y Pronósticos Deportivos. Es necesario ventilar el asunto en la alternativa de que los calderonistas encubran la corrupción o con pistas quieran darse a la pesquisa de “Caballos de Troya” infiltrados del foxismo, para continuar las viejas prácticas de los delitos cometidos por servidores públicos.
Esta columna, por lo pronto, se ocupa de Juan Antonio Fernández Ortiz, director de Procampo por órdenes directas de Fox al entonces titular de Agricultura, el nefasto Javier Usabiaga. En ese cargo hubo constantes denuncias por desvíos de millones de pesos, que nunca llegaron a los campesinos, ante lo cual sigilosamente fue removido para incrustarlo en el manejo del Seguro Popular (la otra jalada del foxismo para engañar a los pobres), en el contexto de la Comisión Nacional de Protección en Salud. Era un doble salto mortal brincar de Procampo al Seguro Popular, pero Fox, otra vez, ordenó que le pusieran red de protección y cuando Fernández Ortiz, a la chita callando con su escudero Adolfo Blanco Tatto (ahora éste el director del Pronósticos Deportivos), volvió a hacer de las suyas, pero sufrió una caída.
En el cargo de director del Seguro Popular, Fernández Ortiz fue pillado revolcándose en la corrupción del manejo indebido de recursos públicos. Ya para concluir el sexenio foxista, quien fuera fundador y coordinador de “Los amigos de Fox” (tiene en su poder la base de datos electorales, contribuciones y todos los secretos), realizó una serie de maniobras para otorgar una licitación amañada, valuada en más de 368 millones de pesos y donde hay sobradas sospechas de que hubo mano negra, por lo que la sanción de pagar medio millón, que le impusieron, resulta una suma de poca monta, si es que, como se le imputó, llevó a cabo “un manejo indebido de recursos públicos”, donde andan volando más de 48 millones de pesos, con lo cual el pago de medio millón es como quitarle un pelo a un gato con una rata entre sus dientes.
José Antonio Fernández Ortiz no sólo sigue siendo responsable de la diferencia que resulta del contrato acordado por 320 millones de pesos y, de la noche a la mañana, aumentado a más de 368 millones; también se ha comprobado que, acompañado por la directora general adjunta de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (de la que depende el Seguro Popular), se fueron de viaje a China, Hong Kong y Singapur (para comer platillos de las diversas artes culinarias de ese país, comunista en lo político, pero capitalista en lo económico). Y remataron como turistas en Tokio, Japón, para las degustaciones del sushi, no sin pasar, de regreso, Hawai, con un costo total de más de 227 mil pesos con cargo a los recursos públicos.
Significa eso que el medio millón que le impusieron de sanción a Fernández Ortiz no es nada comparado con 48 millones de pesos que resulta del contrato adjudicado a la empresa Image Technology, que por malabarismos de la corrupción, fue de 320 millones de pesos y, por arte de magia, se transformó en más de 368 millones pesos. Como sea, uno de “Los amigos de Fox” ha caído y, como van a continuar las investigaciones, porque los denunciantes del hecho no están conformes con el “perdón y el olvido” otorgado a Fernández Ortiz, se anuncia el efecto dominó que implica levantar el tapete e indagar a todos los que integraron el primer círculo del exfuncionario foxista.
Fernández Ortiz, apenas en marzo pasado, fue cesado del cargo de Seguro Popular en cuanto se probó, administrativamente, que había incurrido en desvío de recursos públicos y donde pretendía seguir con el equipo calderonista. Empero, en el ajuste de cuentas que apenas inicia, es de esperarse que los que colaboraron con el sexenio anterior tengan que ser investigados. Y entonces se anuncian más caídas, por lo cual se debe continuar ventilando, por medio de la información y la crítica, todo lo que hay en la cloaca de la corrupción y dentro de la cual el caso de Juan Antonio Fernández Ortiz es apenas la punta del hilo. Cloaca donde flotan los Bribiesca y con ellos una serie de personajes del foxismo que, con Manuel Espino (profeta desarmado y guillotinado) intentaron irse a la yugular de Calderón, y están en las purgas por corruptos y traidores.