EL YUNQUE CONTRA LOS MASONES
Edgar González Ruiz
* La llegada del PAN a la Presidencia de México en 2000 significó el arribo de un peligroso grupo secreto, católico, contrario al Estado laico, cuya existencia no se reconoce
En México, como en otros países, la masonería ha defendido el Estado laico y las libertades civiles, por lo que siempre ha sido blanco de los ataques de la jerarquía católica y de la derecha que ahora tiene el poder, incluyendo a la organización secreta el Yunque.
Hace unos meses, en mayo de 2007, Carlos Salinas de Gortari, el ex presidente que abrió al clero las puertas del poder, atribuía calumniosamente a la masonería el asesinato del cardenal Posadas, perpetrado en 1993, y del que es sospechoso el propio Salinas.
Casi al mismo tiempo comenzó a difundirse el libro Los masones en México. Historia del poder oculto (Grijalbo, 2007), de José Luis Trueba, donde plantea que la masonería desaparecerá con los “procesos de democratización y acceso a la información”, pues “las sociedades abiertas no son un campo fértil para el florecimiento de las agr! upaciones secretas…” (p. 18).
En la campaña de promoción del libro, el mencionado autor ha retomado esa idea. Por ejemplo, el 19 de julio declaró a la agencia EFE que “la muerte dolorosa y lenta” de la masonería en el siglo XX fue resultado del desarrollo de los partidos, que hacían política de cara a la sociedad y no en grupos cerrados, y advirtió que “todo tipo de sociedades secretas, de derecha y de izquierda, luego han tendido a desaparecer con la democracia…”.
SOCIEDAD SECRETA
Sin embargo, la llegada del PAN al poder en 2000 significó el arribo al mismo de un peligroso grupo secreto, ultraderechista, católico, contrario al Estado laico y a la masonería, y que se llama la Organización Nacional del Yunque, al que pertenece Manuel Espino, presidente del PAN y de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).
En los últimos años, las ! actividades del Yunque fueron denunciadas desde 2003 en los li! bros del periodista Álvaro Delgado, publicados por Random House Mondadori, el mismo grupo que difunde el texto de Trueba, y basados en información y documentos provenientes de ex miembros de ese grupo, al que pertenece Manuel Espino.
Pasando por alto las evidencias que hay sobre la existencia del Yunque, que al PAN no le conviene reconocer, Trueba simplemente lo ha calificado como una mentira, y en declaraciones a QUEHACER POLÍTICO ha dicho: “Me parece que es un gran invento de la izquierda para compensar su incapacidad de revelar unos fenómenos; en lugar de explicar cómo funciona la derecha, se inventan una confabulación de hombres de negro, que siempre me imagino con bombín y cosas por el estilo; no creo que la sociedad mexicana esté para estas cosas; no significa que en la derecha o en la izquierda no tengan organizaciones que trabajan, que no haya grupos que buscan desestabilizar, pero de ahí a una conjura en lo oscurito…”.
Pero la existencia del Yunque era conocida al menos desde 1971 por la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y ha sido mencionada desde los años 90 por dirigentes panistas como José Ángel Conchello, quien en entrevista con unomasuno, publicada el 9 de diciembre de 1990, dio detalles sobre el Yunque, al que también se refería como el MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación), por haber controlado a esa organización estudiantil en los años 60.
EN LOS ARCHIVOS DE LA DFS
De acuerdo con los archivos de la Dirección Federal de Seguridad, que se conservan en el Archivo General de la Nación, en 1971 esta dependencia había registrado que en Hermosillo se mencionaba que “existe la organización nacional del Yunque, dependiente de este movimiento (el MURO)”.
Según consta en esos acervos, el 8 de abril de 1975, en Hermosillo se repartió propaganda donde se decía que el Yunque era una ramificación del MURO.
En los mencionados volantes se acusaba a Rafael Ayala López de estar organizando las actividades del Yunque, el cual “desde hace cuatro años se encuentra trabajando en esta escuela (CECyT 26) y tiene como objetivo “controlar a los alumnos de este plantel”.
La propaganda mencionaba que ese grupo fue fundado por Ramón Arrinson Peña y su hermano Víctor Manuel, quienes recibían órdenes de Rafael Ayala López, “quien actualmente es asesor jurídico de la Conasupo”, así como presidente del Comité Diocesano.
Además, Juan Crisóstomo González, alumno de quinto año de Leyes, era encargado de las pláticas religiosas del Yunque en Hermosillo. Al igual que los Arrinson Peña, era originario de San Luis Río Colorado.
De acuerdo con los críticos del Yunque, esta organización operaba lo mismo en la UNAM que en el Politécnico, donde “se les llama ratones, por cobardes para luchar por la causa que dicen que sostienen; por miedosos, porque nunca actúan a la luz pública”. Según esa propaganda, varios “ratones” habían ido de Hermosillo a Ciudad Obregón.
“Las técnicas seguidas por el Yunque y sus miembros”, proseguía el volante, “es la de ‘definirse’ como jóvenes piadosos que a lo único que se dedican es a rezarle el rosario y oraciones a la Virgen, pero todo esto no es otra cosa que una falsa piedad para engañar a sus compañeros e invitarlos a que ingresen a su grupo, cuando Rafael Ayala López ha aprobado su ingreso”.
Ayala López reaparecería varias veces en conexión con grupos conservadores, por ejemplo en 1979, como uno de los participantes en una manifestación antiaborto organizada por el Comité Nacional Provida, de la glorieta de Peralvillo a la Basílica ! de Guadalupe.
El 22 de mayo de 1977, la DFS mencionaba que! seg&uac ute;n declaraciones de Lázaro Barrón Frías, detenido por la policía, desde hacía más de 20 años, es decir, por lo menos desde los años 50, la Organización del Yunque había venido desarrollando actividades clandestinas, escudándose en el MURO. Esto es, que “el verdadero manejo del MURO lo hace la Organización del Yunque, sin que los propios militantes del MURO se percaten de ello, únicamente sus dirigentes”.
El 1 de junio de 1977, la DFS recibió en Zacatecas una carta procedente del Distrito Federal, firmada por Alberto Hernández, de León, Guanajuato, donde daba a conocer las actividades del MURO. GUIA-Yunque, manifestando que los métodos empleados por los dirigentes del MURO eran “inmorales”, “delictivos” y “definitivamente criminales”. Entre los personajes involucrados en esas organizaciones señalaba a Federico Muggenburg, Eduardo Turati y Guillermo Velasco Arzac, quien a la fecha sigue participando en la ultraderecha, en grupos como yoinfluyo, la coordinadora ciudadana, y fue el principal dirigente de México Unido contra la Delincuencia a fines de los 90.
El 25 de septiembre de 1978, en Mexicali fueron detenidos Jesús Aurelio Vieyra Roacho, Carlos Sandoval Oliva y Salvador Pérez Hernández, así como José Ángel Alfonso Mena Gutiérrez, cuando tripulaban un auto con propaganda anticomunista, entre ella del MURO, “por lo que se desprende que pertenecían a ese movimiento”.
En 1982, la DFS señalaba que el Yunque estaba formado por miembros de la Acción Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) y del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), y lo dirigía Luis Enrique Gómez Espejel, quien pasados los años, a principios de 2000, sería titular del Instituto del Deporte en el Gobie! rno panista de Jalisco. Su hermano, Jesús Gómez ! Espejel, ha sido miembro de Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC) en Jalisco y funcionario del Gobierno municipal panista presidido por César Coll a mediados de los 90, y su esposa, Paulina Orea de Gómez, era en 1993 dirigente de Amiga Moral, uno de los grupos que participaron en la Alianza Fuerza de Opinión Pública, encabezada por César Coll y su esposa Maribel de Coll.
Según la DFS, se tenía noticias de las actividades del Yunque en Querétaro y en Zacatecas desde 1977. El dirigente de la sección centro de ese grupo era Enrique Gómez Espejel, a quien, según Olarte, se lo presentó su compañero Marco Antonio Almazán. El propio Olarte, además de Gómez Espejel y Arturo Núñez Chávez formaban parte de esa sección. Según Olarte, la última reunión del Yunque se había llevado a cabo en Arandas, Jalis! co, con asistencia de 50 simpatizantes.
Posteriormente, Gómez Espejel fue detenido por elementos de la DFS, a quienes dijo que el Yunque era un grupo “cívico-político formado paramilitarmente con el objeto de lograr la unión de la Iglesia católica en torno al Papa”.
Detallando la estructura operativa del Yunque, Gómez Espejel señaló que una unidad Cóndor estaba formada de cinco elementos, seguida de las escuadras, pelotones, secciones y legiones.
Según la DFS, en los 70 se organizaron en el colegio La Salle, en León, Guanajuato, grupos “paramilitares” ligados con el clero y de carácter secreto, que eran entrenados para resistencia física a la tortura, manejo de armas de defensa personal y adoctrinamiento fanáticamente católico, anticomunista, antimasónico y antisemita, mismos que “pertenecen a la organización nacional del Yunque, a cargo de José Manuel Torres Origel”.
También en La Salle y en el grupo tres de boy scouts de León, según la DFS, reclutaba sus contingentes el grupo Juventud Inconforme Positiva, que “aparentemente es dirigido por José Alfredo Anda Páez”, quien muchos años después, en la década de los 90, se convertiría en titular de Comunicación Social en el Gobierno de Carlos Medina Plascencia en Guanajuato.
PUGNAS INTERNAS
Cuando los panistas se pelean, suelen acusarse mutuamente de ser ultraderechistas, neopanistas y yunquistas, pues muchos de ellos tienen esa trayectoria.
Durante una de esas pugnas, el connotado panista José Ángel Conchello dijo: “Luego del nacimiento y auge del MURO, esta organización se convirtió en el llamado Yunque, pero fiel heredera de las ideas del MURO. Defensores del monopolio, de la intransigencia, la intolerancia; defensores casi de la clase alta, y aunque usted verá que casi todos sus miembros son muy podero! sos en la sociedad mexicana”.
Conchello se refería a los miembros de la ultraderecha como “los juramentados, los del anónimo, injuria, afrenta; los de llamados en la noche para amenazarlo a usted y a su familia, dispuestos a muchas cosas. Algunas personas me dicen que son tan peligrosos que pudieran hasta matar. Yo espero que esto no suceda”.
También afirmaba: “...son un círculo dentro del círculo, el anillo dentro del anillo, los juramentados, los que nadie sabe quién manda allí. Si usted dice, ‘¿bueno, quién manda en la ultraderecha?’, usted cree que son los concanacos o los concamines que prestan su nombre.
No. Quizá detrás de ellos hay gente más talentosa, más poderosa que los usa de peones. Es parte de un movimiento muy peligroso que alguien tiene que denunciar”.
En 2000, en vísperas del ascenso de Fox al poder, los panistas volvieron a tener fuertes pugnas de poder, por lo que algunos de ellos filtraron a la prensa testimonios y documentos sobre el Yunque que fueron publicados en el periódico Reforma y en la revista Proceso. Incluso se dieron a conocer pasajes de los manuales internos y listas de sus miembros con sus correspondientes seudónimos.
Ante la imposibilidad de negar los hechos, cuyas evidencias iban siendo cada vez más numerosas, y que a la fecha incluyen videos de ceremonias de iniciación en ese grupo secreto, los yunquistas tuvieron que aceptar la existencia de ese grupo o evadir tramposamente las preguntas sobre el tema, como ha hecho Manuel Espino.
Entre los personajes del PAN que se han referido al Yunque se cuentan los poblanos Luis Paredes Moctezuma y Manuel Antonio Díaz Cid.
Entrevistado por Álvaro Delgado en octubre de 2006, el ex alcalde poblano Luis Paredes Moctezuma y ex dirigente del Yunque, señaló que ese grupo “…es un asunto de seguridad nacional”, y “se trata de un peligro real para México”.
Afirmó tam! bién que uno de los principios que se impone a los militantes del Yunque es la primordialidad –“la organización antes que nada”–, lo que implica que la familia, el trabajo y el partido político, en este caso el PAN, son secundarios y sólo se acatan las instrucciones de los jefes orgánicos.
“Esto es gravísimo. Atenta contra el orden natural del Estado mexicano… A sus consignas obedecen secretarios de Estado, gobernadores, presidentes municipales, diputados, senadores, así como dirigentes de todos los niveles del PAN en todo el país, incluyendo a Manuel Espino. Es gravísimo que los jefes del Yunque puedan dar órdenes precisas a prominentes miembros de la clase gobernante en México, y que tengan un amplísimo predominio en el PAN, la primera fuerza política nacional”.
En declaraciones publicadas por el periódico local Síntesis, el 2 de septiembre de 2003, Manuel Antonio Díaz Cid se refirió al Yunque y al activismo conservador en Puebla en los años 50.
Reveló que en esos tiempos él tenía en su casa el retrato de Francisco Franco y que su tío era el tesorero de la Falange
en Puebla. Dijo que el Yunque se formó en los años 50 y dentro de esa organización él fue el número 12 de un total de 40. La idea de que el Yunque nació en esos años viene a coincidir con testimonios de ex integrantes de ese y otros grupos
derechistas, de acuerdo con los cuales el Yunque era en esos tiempos la Liga Universitaria Nacionalista.
Dijo asimismo: “Me he retirado (del Yunque) por razones de edad. Pero ahora los jóvenes tienen su oportunidad” y aseguró: “El Yunque existió y existe, las dos cosas”.