PUES AHORA, LOS BAJACALIFORNIANOS SE SENTIRAN ORGULLOSOS DE SEGUIR PERTENECIENDO A ESA CLASE PRIVILIGIADA DE CORRUPCION POLITICA
Álvaro delgado
México, D.F., 6 de agosto (apro).- Pues sí, el priista Jorge Hank Rhon fue derrotado, como lo acreditan las cifras preliminares del órgano electoral de Baja California, y el Partido Acción Nacional (PAN) se perfila para completar casi un cuarto de siglo en el ejercicio del poder en ese estado, pero lo que no está claro es en qué beneficia esto a los bajacalifornianos.
Manuel Espino y Felipe Calderón --de la mano de Elba Esther Gordillo-- pueden ufanarse de que lograron aplastar a Hank y a sus millones obtenidos mediante la connivencia con el crimen, y aunque frenaron el embate de la corporación de gobernadores priistas encabezados por Enrique Peña Nieto, que tan buenos resultados obtuvo en Yucatán en la vía hacia el 2012.
Pero en Baja California prevalecen los mismos males que dieron lugar al surgimiento de una candidatura como la de Hank Rhon, entre ellos la incompetencia de tres gobiernos panistas --con cuatro gobernadores por la prematura muerte de Héctor Terán Terán-- y la arrogancia, que ahora es superlativa.
Con Ernesto Ruffo Appel el pretexto para acometer, con políticas públicas, los problemas de pobreza, marginación y crimen organizado fue el valladar que, según él, levantó Carlos Salinas, a pesar de que este ensayo de cogobierno --que incluyó Guanajuato-- prevalece. El mismo pretexto puso Terán en el sexenio que concluyó Alejandro Gonzalez Alcocer: Ernesto Zedillo sabotea al gobierno estatal.
Con Vicente Fox en la Presidencia de la República perdió sentido la justificación de la hostilidad del centro, sobre todo en materia de coordinación para combatir a los carteles de la droga y especialmente al de los hermanos Arellano Félix, que siguen controlando la plaza de Tijuana y que indistintamente gobernaron Hank Rhon y el nuevo gerente estatal, José Guadalupe Osuna.
El crimen prevaleció: Ya no sólo para el trasiego de droga hacia Estados Unidos ni para proveer a las miles de “tienditas” que en los gobiernos del PAN se dispararon en Baja California, sino las ejecuciones, los robos y, sobre todo, los secuestros que atormentan a la población del estado.
Más aún: Funcionarios panistas se han imbricado con el crimen no sólo para hacerse de la vista gorda en el tráfico de estupefacientes a cambio de dinero, sino que la connivencia alcanzó negocios inmobiliarios directos. Un caso escandaloso fue la venta de terreno de la tercera sección del la zona del Río, en Tijuana, a Jesús “El Chuy” Labra Avilés.
Las complicidades, entonces, existían antes y después del lanzamiento de la candidatura de Hank Rhon y su triunfo en Tijuana, en el 2004, y esos mismos problemas prevalecen ahora con su derrota, una de cuyas razones para explicarla fue la estrategia urdida desde el gobierno que encabeza Felipe Calderón, coaligado con el que todavía encabeza Eugenio Elorduy.
No porque sea cierta la colusión de personeros de Hank en la policía municipal con narcotraficantes para ajusticiar a agentes federales, tal como se filtró al diario Reforma, debe pasarse por alto la estratagema que de la misma manera se urdió en las elecciones de Jalisco, el año pasado, contra Arturo Zamora, exalcalde de Zapopan y aspirante a suceder a Francisco Ramírez Acuña.
El dato no es menor: Si en Yucatán las facciones priistas se unificaron para neutralizar la puesta en marcha de una elección de Estado para favorecer a Xavier Abreu, lugarteniente de Calderón --que debía pagar el quórum de la toma de posesión y pactar la reforma del ISSSTE--, y lograron acometer con toda suerte de trampas para imponer a Ivonne Ortega --mediante un multimillonario despilfarro, igual que el del PAN, a cual más impunes--, ahora fue el turno del PAN.
Por eso no procederán los recursos que, eventualmente, presentarán los priistas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que además acató la orden de Calderón de no inhabilitar a Hank Rhon.
Ya lo decía un viejo mapache priista de Chihuahua, Artemio Iglesias: “A puñaladas iguales, llorar es cobardía.”
Arrogantes, ahora los panistas se abrazarán otra vez con Elba Esther Gordillo para festejar una nueva hazaña contra el PRI, pero nada han formulado para contrarrestar las condiciones que, insisto, materializaron la candidatura de Hank que a punto estuvo de lograr el triunfo.
Y no han presentado ninguna opción simplemente porque no la tienen y no la tienen porque no les importa. En caso contrario, la habrían llevado a cabo en casi dos décadas de ejercicio del poder que, ahora, apunta a convertirse en casi un cuarto de siglo.
Apuntes
La elección de Baja California también deja claras varias cosas: La miseria --no monetaria-- de las campañas políticas y la fetidez de la simulación electoral; las conductas mercenarias de políticos, como Mercedes Maciel, del Partido del Trabajo, y la corrupción e incompetencia del PRD en ese estado, nada distinta a la que padece este partido en prácticamente todo el país. Tantas causas populares para enarbolar --en los hechos, no en el discurso comodino-- y se echan a los brazos de Hank para impedir el triunfo de la derecha, como si no significaran exactamente lo mismo… El PAN encubrirá, con Baja California, su fracaso en Aguascalientes, donde el gobernador Luis Reynoso Femat ganó con la derrota de su propio partido, y soslayará el repudio social a las elecciones en Oaxaca, donde los derrotados son todos, incluyendo Ulises Ruiz, uno de los prominentes ejemplares de la simulación democrática de México… “Que no mame”, respondió el muy devoto Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco, al alcalde priista de El Salto, Joel González, que reclamó falta de apoyo por las inundaciones. No es una puntada del gobernante, sino una muestra más de su contumaz conducta desdeñosa de los problemas. Tampoco es un chistorete, sino una convicción de su talante teocrático su condena a la distribución de condones y el despido del responsable de la prevención del VIH Sida: “Entre la comunidad homosexual sí hay que seguir apoyando, entre los jóvenes, en general, yo creo que no le corresponde al estado repartir condones. Si alguien quiere, y déjame llevarlo a un grado chusco: ¿por qué nada más condones? Vamos repartiendo un six de cerveza y vamos dando el vale para el motel, de modo que el gobierno pague la diversión de los jóvenes. Oye no, no le toca al gobierno pagar cervezas ni el motel…”