AMLO EN EL CONGRESO NACIONAL DEL PRD
''La unidad a la que aspiramos tiene que provenir de nuestros proyectos, no de los grupos'', advierte
Nuestro único compromiso es la gente, dice durante el décimo congreso nacional perredista
ALMA MUÑOZ, ROBERTO GARDUÑO
La descomposición de la política a manos del régimen autoritario, el envilecimiento de las instituciones y la agudización de los grandes problemas nacionales ubican al Partido de la Revolución Democrática (PRD) con la suficiente autoridad moral para impulsar los cambios requeridos por el país, que se encuentra en vías de construir su cuarta República, manifestó Andrés Manuel López Obrador.
En silencio, los 2 mil 95 asistentes al décimo congreso nacional extraordinario de ese partido escucharon al ''presidente legítimo'', quien avizoró en el nuevo escenario político la lucha entre progresistas y derechistas. En ese contexto, advirtió la permanencia constante de la andanada mediática contra el PRD, y en contraparte la posibilidad de éste por salir avante en unidad, mediante el proyecto que él encabeza:
''Se habla mucho de las diferencias en el partido. En buena medida se trata de una nueva embestida en la interminable campaña de odio en contra nuestra. Pero no rehuyamos el debate y la autocrítica, no caigamos en la autocomplacencia. Tengamos presente que no hay partido democrático en el mundo sin grupos y discrepancias internas; la unanimidad es sólo un sueño del autoritarismo, sin embargo, no podemos dejar que esas diferencias sean las que guíen nuestro comportamiento.''
Tal respuesta a las innumerables versiones de confrontación entre él y el partido del sol azteca, significó el fortalecimiento entre el PRD y su principal dirigente, quien solicitó a sus correligionarios levantar la mira, pensar en los pobres y desposeídos para edificar la nueva República. ''La unidad a la que aspiramos tiene que provenir de los proyectos y de sus realizaciones, no a partir de las personas y de los grupos. ¡El PRD sólo puede tener como caudillo al PRD y un solo compromiso: la gente!''
Desde su ingreso al salón del hotel donde se realiza el congreso, el ''presidente legítimo'' fue objeto del reconocimiento de los asistentes, quienes lo vitorearon: ''¡Es un honor estar con Obrador... presidente, presidente, presidente!''.
Rodeado de un tumulto cruzó el salón, se instaló en el presidium flanqueado por Javier González Garza, Leonel Cota, Marcelo Ebrard y Guadalupe Acosta. Impasible, escuchó al presidente del Comité Ejecutivo Nacional y al jefe de Gobierno del Distrito Federal. Y al ser llamado para emitir su posicionamiento escuchó la primera de 14 tandas de aplausos que le interrumpieron durante su alocución. Su presencia, pero aún más el contenido del mensaje, marcó el rumbo que habrá de seguirse en su partido. Recordó el origen del PRD: el compromiso por contribuir a la transformación política del país; la independencia ante el régimen autoritario, al no aceptar componendas ni arreglos cupulares, así como el rechazo a la economía neoliberal.
''Una vez más nuestros adversarios volverán a fracasar en su cálculo de que el partido saldrá de este congreso dividido y perderá el rumbo que se trazó desde su fundación. Es decir, se quedarán con las ganas de cooptarnos y de convertirnos en un partido de paleros. Nuestros adversarios quisieran que aceptáramos los fraudes electorales, de manera particular que olvidáramos que nos robaron la elección presidencial del 2 de julio... quisieran que actuáramos como una izquierda legitimadora; a cambio de esa ignominia nos darían el honorable titulo de izquierda moderna y hasta nos aplaudirían en sus medios de comunicación. Una izquierda legitimadora no es más que una derecha tímida y simuladora''.
López Obrador emprendió una crítica mordaz a las instituciones: la escasa credibilidad del Poder Judicial, el papel ominoso del Congreso federal, que actúa bajo los postulados del Fondo Monetario Internacional y, al mencionar las relaciones que Felipe Calderón ha tejido con Elba Esther Godillo, sus compañeros perredistas le asestaron a la lideresa los calificativos más conocidos en su contra: ''¡Corrupta, asesina, el peor mal de México...!''
El ex candidato presidencial preguntó: ''¿Acaso no es grotesco que a cambio del fraude electoral el usurpador, Felipe Calderón, le haya entregado el manejo de la Secretaría de Educación Pública a Elba Esther Gordillo?''
Al ejemplificar los hechos y actos de corrupción del sistema político, López Obrador estableció que no todo está perdido y en ese gran espectro él ha decidido emprender el camino más difícil con objeto de construir la nueva República. ''Afortunadamente no todo está podrido en nuestro país. Tenemos sobre todo un pueblo extraordinario, noble, trabajador, generoso, lleno de historia y de cultura. De ahí que después del fraude electoral, luego del diálogo colectivo y de la Convención Nacional Democrática, se haya tomado el camino de construir una nueva República''.
Esa ruta, acotó, ''seguirá por la vía pacífica, sin violencia y con una revolución de las conciencias'', promovido por el movimiento que él encabeza y por el PRD. ''Estoy seguro que el Partido de la Revolución Democrática seguirá siendo un instrumento de lucha al servicio de la sociedad. Por eso tengo la firme convicción de que su fuerza, todo lo que representa, se encauzará hacia la construcción de la nueva República. Doy por hecho que todas y todos estaremos a la altura de las circunstancias. Nadie puede permanecer al margen de este proceso de transformación. Sería autodestructivo seguir apostando a la política tradicional. La verdadera imagen de un político o de un partido no la dan los medios de comunicación, sino su congruencia y la defensa de los sentimientos del pueblo.''