DEL EDITORIAL DE DIARIO LIBERTAD

Asesorías de risa y visitantes de pacotilla.

El que el Gobierno de México vaya a apoyar al de España en el combate al terrorismo (o como quieran llamarlo, según dijo el Lic. Felipe Calderón) es una broma de mal gusto (un cuento chino podría también decirse) pues España ha luchado contra la ETA desde hace años y no ha podido hacer nada para evitar los ataques.

Amén de que el Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora ya declaró que no hay modo de prevenir o adivinar cuándo o dónde serán los próximos atentados.

Aclarando que aún no han devuelto o “aparecido” los compañeros de los guerrilleros que fueron detenidos por supuestos agentes federales, por lo que se espera más violencia.

Y siendo bueno recordar que los españoles ya detuvieron a quienes supuestamente (pues como aquí, detienen por consigna, no por investigación) fueron los responsables de las explosiones en el Metro de Madrid.

Cuando aquí en nuestro México, tres días después de las “quirúrgicas” explosiones de los gasoductos que se atribuyó el EPR, nuestras honorables Autoridades aún no sabían que habían sido intencionales.

O cuando menos no lo habían extrañamente dado a conocer, ni por supuesto resguardado; lo que apoya la teoría de que no tenían ni idea de lo que había sucedido.

Y en cuanto al apoyo bilateral con relación al crimen organizado y al narcotráfico del que España está más inundado que nuestro México, pues sabido es que en la Península se consume per cápita más cocaína que en los EEUU, lo que ya es decir bastante.

El que hayan “detectado” una pista clandestina de aterrizaje (¡y hay que ver qué pista!) a escasos cinco kilómetros de distancia del aeropuerto en Navolato, Sinaloa.

En el que detuvieron (encontraron mejor dicho) 15 avionetas, gas avión, herramientas y motores, sin que curiosamente haya habido detenidos, es decir, nadie cuidando; sin que por supuesto se pueda pensar que les dieron un pitazo.

Lo que no se puede pensar, es que nadie haya visto una pista que se veía a leguas, literalmente a leguas, de tal suerte que no pocas aeronaves llegaban a confundirla con la pista del aeropuerto.

Y el que el Ejército haya detectado (porque ésta de Navolato la encontraron los militares) 27 pistas clandestinas más, es claro ejemplo que los narcotraficantes estaban coludidos con las Autoridades.

Sin omitir que la llave de la Ciudad que le entregó Marcelo Ebrad a José Luis Rodríguez Zapatero y la medalla que recibió del Rector de la Fuente, de ninguna manera fueron entregadas a nombre de la mayoría del Pueblo que repudia la intromisión de la corona española que por lo visto no se ha cansado de saquear a nuestra Patria.