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miércoles, 9 de mayo de 2007

TEORIA CONFIRMADA: EL PELELE ESPURIO UN GRAN PERDEDOR!!!

Centroamérica: Chávez gana la partida a Calderón

velia jaramillo

Ciudad de Guatemala, (apro).- El presidente mexicano Felipe Calderón había anunciado que fortalecería el Plan Puebla Panamá, sin embargo, en los hechos, lo debilitó. La razón: redujo a una tercera parte la oferta de crudo para la llamada ‘Refinería Centroamericana’ –cuya sede se disputan Guatemala, Panamá y Costa Rica--, y con ello desinfló las expectativas sobre el PPP, que tiene como uno de sus puntales al sector energético.

Con ello, además, Calderón reforzó, sin proponérselo, la iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez para iniciar la construcción de una refinería en Nicaragua, país gobernado por el sandinista Daniel Ortega.

Mientras la figura de Calderón se achica en Centroamérica, la de Chávez crece, muy de la mano con la oferta de suministrar combustible a la región, sostuvieron analistas.

Y es que, más allá del tema energético, ambos proyectos tenían fuertes componentes geopolíticos. El efecto de este repliegue del presidente mexicano en el proyecto de la mega-refinería, en momentos en que Chávez anuncia que empujará la construcción de una refinería venezolana en Nicaragua, podría reflejar la debilidad de México y de su socio, Estados Unidos, en la capacidad para influir en la agenda centroamericana.

“El Istmo centroamericano es fundamental para Estados Unidos. Políticamente es su aliado natural. Pero ahora está en disputa. Venezuela busca arrebatar este territorio, mientras las elites económicas centroamericanas, aliadas hoy más que nunca, se tambalean con la victoria sandinista en Nicaragua”, opinó el analista guatemalteco Luis Solano, autor del libro Guatemala, petróleo y minería en las entrañas del poder.

Por su lado, Sergio Santamaría, director ejecutivo del Centro de Investigación y Asesoría Socioeconómica (Cinase), comparte esa visión. Entrevistado por Apro, dijo que en Centroamérica “hay un mayor posicionamiento de Venezuela y de su presidente Hugo Chávez, debido a sus proyectos energéticos”. En los hechos, dijo, “se siente más la presencia de Venezuela”.

Puras promesas

El proyecto de la refinería mesoamericana apoyada por Pemex surgió por iniciativa del gobierno mexicano. Vicente Fox lo anunció oficialmente en Cancún en diciembre de 2005. Sostuvo que este proyecto garantizaría a Centroamérica el abasto de energéticos a precios accesibles, reduciría la dependencia, crearía cadenas productivas y desarrollaría una nueva industria relacionada con la oferta de energéticos.

El entonces canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, prometió incluso que el proyecto –que era parte de la denominada Iniciativa Energética Mesoamericana, que incluía también un gasoducto y una termoeléctrica-- se cristalizaría a mediados de 2006.

La oferta mexicana generó una disputa entre Guatemala, Panamá y Costa Rica por ser sede de la construcción de dicha refinería. Finalmente se decidió que la empresa privada que ganara la licitación elegiría la sede, aunque Panamá decidió iniciar por su cuenta negociaciones alternas con la empresa estadunidense Occidental Petroleum y con Quatar Petroleum.

El gobierno mexicano, incluso luego de la salida de Vicente Fox, siguió alimentando esperanzas en Centroamérica. En su primera visita a Guatemala como presidente electo, a principios de octubre pasado, Calderón reiteró que el apoyo mexicano a la construcción de la refinería estaba firme. Dicha instalación tendría capacidad para procesar de 230 mil a 360 mil barriles de crudo al día. Su inversión se estimaba en cerca de 7 mil millones de dólares.

“México es un país exportador neto de crudo, pero un importador neto de combustibles y derivados de petróleo. Nuestra legislación hace difícil las construcción de este tipo de instalaciones en mi país, por lo que preferimos que se dé la construcción a un país hermano, como Guatemala”, declaró Calderón durante su visita a este país.

Dicho proyecto, afirmó entonces, aseguraba a México el suministro de gasolinas de calidad y facilitaría a los países centroamericanos gasolina más barata.

Víctor Suárez, comisionado presidencial de Guatemala para el proyecto de la refinería, reveló a Apro que el proyecto marchaba tan bien que había atraído como posibles inversionistas a gigantes petroleros. Mencionó los casos de la empresa hindú Reliance, poseedora de la mayor refinería del mundo; de China National Petroleum Corporation, segunda mayor empresa de ese país; de la estadunidense Valero Energy, especializada en la venta de refinados de alta calidad; y la firma consultora de ingeniería Itochu de Japón.

Sobre el papel de México como auspiciante del proyecto, Suárez sostuvo: “Está interesado en el desarrollo del Plan Puebla Panamá y en el desarrollo de sus vecinos y, evidentemente, quiere ver cómo puede irse desarrollando su parte sur”.

“México produce 3 millones 300 mil barriles diarios de petróleo, procesa un millón 300 mil barriles y vende al mercado mundial 2 millones por día. Así le resulta mejor vender a la región centroamericana, donde se le puede dar valor agregado y promover la inversión. México no pierde nada vendiéndonos y contribuye a aumentar la capacidad económica de nuestros países”, afirmó.

El desencanto

Pero el proyecto se debilitó. A finales de febrero pasado, tras una reunión con Calderón en México, el presidente guatemalteco Oscar Berger dijo que fue informado de posibles cambios en la legislación mexicana que abrirían el camino a la inversión privada en refinerías dentro de ese país, lo cual hacía peligrar la construcción de la refinería en Guatemala.

En Campeche, durante una cumbre de los presidentes de México, Colombia y los países centroamericanos, celebrada a principios de abril pasado, el proyecto de la refinería se tambaleó: Calderón anunció a los presidentes centroamericanos que Pemex sólo podría abastecer una tercera parte (80 mil barriles diarios) de los 230 mil barriles diarios prometidos.

Calderón atribuyó la baja a un declive en el yacimiento de Cantarell, el mayor de México.

Públicamente los presidentes centroamericanos aseguraron en dicha cumbre que el proyecto de la refinería se mantenía firme, y que buscarían nuevas fuentes de suministro de Colombia y mediante exploraciones en el istmo. Pero una vez que regresaron a sus países, afloró el desencanto. Oscar Arias, de Costa Rica, sostuvo que no había motivos “para estar contentos, ya que el anuncio que nos hace el gobierno mexicano es una tercera parte de lo que se había ofrecido anteriormente”.

Con el suministro ofrecido por México “peligra el proyecto”, concedió el canciller guatemalteco Gert Rosenthal, y el vicepresidente de este país, Ricardo Stein, reconoció que el proyecto, tras la nueva oferta de México, prácticamente “se esfumó”.

Experto en temas energéticos, el analista Luis Solano sostiene: “El proyecto de la refinería en Centroamérica fue un plan de elites políticas y empresariales de Centroamérica y México, bajo la conducción estadunidense pero sin la venia de los directivos de Petróleos Mexicanos. Creo que el trasfondo era bloquear la influencia venezolana, pero la producción del petróleo mexicano se encuentra en declive y algunos sectores petroleros con mucha influencia en Pemex dieron al traste con el proyecto original”.

En un principio, la iniciativa mexicana buscaba sacar del juego al proyecto venezolano, que tiene sus bases en el Pacto de San José. “Venezuela sigue siendo el principal actor en dicho pacto, mientras México sigue jugando un papel de ‘segundón’ o incluso ‘tercerón’”, opinó Solano.

Consideró que el repliegue de Calderón obedeció a que “el principal mercado para México es Estados Unidos, y la competencia por este mercado se está agudizando con Brasil, Colombia y Canadá. Además, la producción mexicana sigue en declive. De ahí la importancia que ha tomado el tema de la explotación petrolera mexicana, que al parecer es la única opción que queda a México para sobrevivir en el mercado petrolero”.

Para el analista independiente Edeliberto Cifuentes, el proyecto de la refinería --auspiciado originalmente por Fox-- “se inscribió más bien en un afán de cubrir el lado sur de México, el más pobre y que está provocando dificultades al gobierno mexicano y al estadunidense por la migración”.

“Pero al final –añadió-- se comprobó que el gobierno mexicano poco ve hacia su sur y menos al sur centroamericano”.

Y sostuvo: “La idea de la refinería en Guatemala no tenía asideros económicos fundamentales, ni del lado de Guatemala ni del lado de México”.

En contraparte, opinó, el proyecto de Chávez en Nicaragua puede caminar con más rapidez por la mayor capacidad de decisión que tiene el presidente venezolano, a quien se percibe, además, mucho más interesado en posicionarse políticamente en Centroamérica.

“La política del gobierno de Chávez en Centroamérica es mucho más agresiva, más real, más clara que la que pueda ser la determinación del gobierno mexicano”, añadió.

El activismo de Chávez

Mientras el proyecto impulsado por el gobierno mexicano se debilita, Hugo Chávez empuja con fuerza la construcción de una refinería en Nicaragua, en alianza con Daniel Ortega, el gran ausente en la reunión de Campeche, México.

El propio Chávez anunció la construcción de esa refinería durante su visita a Nicaragua en enero pasado. “Estamos decididos a construir aquí una refinería, olvídese Nicaragua de problemas de combustible”, ofreció.

También prometió enviar plantas generadoras de electricidad para paliar la crisis energética que vive ese país y que se traduce en apagones de hasta doce horas diarias. Igualmente prometió suministrar a Nicaragua 10 millones de barriles de combustibles anuales, con ventajas de pago.

El pasado 15 de abril, apenas unos días después de que Calderón enfriara las expectativas de los presidentes centroamericanos, el director de Petróleos de Nicaragua, Francisco López, declaró en Venezuela que Chávez visitaría Nicaragua en junio para arrancar la construcción de la refinería. Ésta, informó, procesará 150 mil barriles diarios de petróleo y se ubicaría en el departamento nicaragüense de León. Buscaría abastecer de combustible no sólo a Nicaragua sino al resto de los países centroamericanos. Su inversión: 2 mil 600 millones de dólares.

Funcionarios sandinistas informaron que la refinería será bautizada con el nombre de Simón Bolívary del héroe nicaragüense Augusto Sandino.

Francisco López, presidente de Petróleos de Nicaragua, declaró que tras la adhesión de Ortega a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) que impulsa Chávez, Venezuela entregó a Nicaragua importantes volúmenes de combustible, entre ellos 251 mil barriles de derivados de petróleo como diesel, gasolina y fuel óleo, así como 250 mil galones de gas licuado.

El analista nicaragüense Sergio Santamaría estimó que si bien tras la oferta de Chávez se perciben “ingredientes políticos para tratar de acuerpar a Ortega”, el proyecto de la refinería auspiciada por Venezuela también involucra una búsqueda de mayor penetración desde el punto de vista de mercado.

Santamaría destacó que Chávez ha mostrado su apuesta por Nicaragua, con dos visitas a ese país en los primeros cien días de gobierno de Ortega, durante la toma de posesión del nicaragüense y, después, al mismo tiempo que Bush visitaba Guatemala en marzo. “Existe un intercambio entre ambos países: ministros nicaragüenses viajan a Venezuela y los venezolanos viajan a Nicaragua. Hay acuerdos en materia de vivienda, energía, petróleo”, describió.

Además, el gobierno venezolano ha desplegado acercamientos con autoridades municipales de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, a las que ofrece proveer combustibles a precios bajos y con financiamiento.

Primero, el gobierno de Chávez estableció acuerdos con el alcalde sandinista de Managua, Dionisio Marenco, durante la gestión del presidente Enrique Bolaños. Lo hizo a través de la compañía comercializadora Albanic, creada por Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la Asociación de Municipios de Venezuela (Amunic). Pero “el entonces presidente Bolaños puso muchas trabas y prácticamente sólo se recibieron uno o dos barcos de combustible durante su gobierno”, contó Santamaría.

Tras el ascenso de Ortega, Alabic reactivó los envíos de diesel y gasolina desde Venezuela, pero ahora directamente a través del gobierno central nicaragüense. Paradójicamente, ello provocó la desaparición de Albanic, detalló Santamaría.

Chávez también logró acuerdos con alcaldes salvadoreños del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), para abastecer a sus municipios y ciudades de combustible a través de la empresa mixta Alba Petróleos de El Salvador.

En Guatemala, desde 2006, un numeroso grupo de alcaldes de diversos partidos se acercaron a Chávez en busca de apoyos similares. Julio Paz, presidente de la Federación de Municipios Mancomunados de Guatemala, entidad integrada para operar los acuerdos con el gobierno venezolano, dijo a Apro que están listos para constituir con Pdvsa una sociedad mixta mediante la cual las 38 alcaldías que se sumaron a la iniciativa puedan empezar a recibir combustibles con precios preferenciales y mediante créditos blandos. A la iniciativa se sumaron autoridades locales de partidos diversos, como el Frente Republicano Guatemalteco, el Partido de Avanzada Nacional, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), la Unidad Nacional de la Esperanza y la oficialista Gran Alianza Nacional (Gana).

Paz contó que durante la negociación “hemos tenido mucha comunicación con autoridades municipales de El Salvador, que ya participan en estos proyectos, como los de Santa Tecla y San Salvador, y hemos viajado a Venezuela a entrevistarnos con el canciller Nicolás Maduro”.

“La idea es que los municipios podamos tener mejores ingresos para impactar en el desarrollo social de nuestra gente”, sostuvo.

Estos acercamientos a los poderes locales, y el proyecto de la refinería, son sólo una parte de la estrategia venezolana en Centroamérica, estimó Solano.

“Efectivamente, el proyecto de la refinería en Nicaragua es la respuesta al proyecto mexicano, y es un golpe contundente a ese proyecto. Venezuela tiene mayor capacidad de producción y con menor costo, lo cual le permite competir en mejor posición que México”.

Pero en el fondo y desde el punto de vista político, Venezuela busca “disputar” Centroamérica a Estados Unidos, concluyó. (7 de mayo de 2007)