Bloggeando desde Zacatecas

El Sr. López| El Fraude Electoral|La Verdad Sea Dicha|Las Protestas|Foxilandia|El Fraude Según Fox
BLOG En Constante Actualización, F5 Para Recargar

México Necesita Que Lo Gobierne Las PUTAS, Porque Sus Hijos Le Fallaron

M O R E N A (MOvimiento de REgeneración NAcional)

Blogeando Desde Zacatecas En Pie De Lucha Rumbo Al 2012, AMLO PRESIDENTE

miércoles, 9 de mayo de 2007

INDICADOR POLITICO

Carlos Ramírez

* Gordillo, factor de inestabilidad social
* Maestros: no apóstoles sino hooligans


Si el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación nació para garantizar la estabilidad social y defender la educación laica, la señora Elba Esther Gordillo ha convertido al gremio magisterial en un foco inestabilidad social y en un pilar del proyecto educativo conservador y clerical del PAN.

En este contexto, la señora Gordillo es hoy el símbolo de la decadencia del sindicalismo priísta y un ejemplo de la perversión de los liderazgos sindicales que corrompen al trabajador. Si los maestros fueron señalados como apóstoles del proyecto educativo socialista de la revolución mexicana, la señora Gordillo los ha transformado en verdaderos hooligans de la violencia irracional contra el ciudadano, contra las instituciones y contra la república.

Por tanto, el cacicazgo sindical de la señora Gordillo ha derivado en un foco de infección política y en un elemento disruptor de la estabilidad social y política. El conflicto entre los maestros del SNTE y los de la CNTE no tiene que ver con la calidad de la educación o el compromiso de los maestros con la niñez, sino que ha derivado en una disputa por el poder del sindicato y el manejo de las cuotas.

La señora Gordillo ha convertido al sindicato magisterial en el pilar del gobierno panista de Felipe Calderón. Lo dijo en una entrevista la semana pasada: Calderón ganó por los maestros. Y no por el voto sino por la conformación de una estructura electoral paralela que se vende al mejor postor. El SNTE ya no defiende la educación laica, gratuita y científica sino que fue cómplice del conservadurismo panista de Vicente Fox, Marta Sahagún y el PAN para convertirse en vigilantes de la educación clerical del panismo conservador.

Como cada año, la explosividad social lleva la marca del SNTE. La revisión salarial de los maestros detona la violencia en las calles y hace pedazos a las instituciones. Los maestros son beneficiarios de dos revisiones salariales: la federal que opera en las catacumbas del poder la señora Gordillo y las estatales que operan las secciones magisteriales para arrancarles beneficios adicionales a los gobernadores.

Luego de ayudar al presidente Salinas a derrocar al líder magisterial Carlos Jongitud Barrios en 1989, la señora Gordillo cumple dieciocho años como cacique sindical del SNTE. Cuando los estatutos la obligaron a dejar la secretaría general del sindicato, ella se inventó en cargo inexistente de presidenta de la organización gremial. Y desde ahí controla el sindicato como un gran cacicazgo personal erigido a base de corrupción y violencia.

En los años de Jongitud y Gordillo el SNTE abandonó la lucha por la calidad de la educación. Hoy el sindicato es una estructura de poder que disputa áreas de poder político a alcaldes, gobernadores y presidentes de la república. Mientras tanto, la calidad de la educación se encuentra en los niveles más bajos de la historia.

De ahí que el problema de la inestabilidad sindical en el magisterio no es salarial ni de calidad educativa, menos de mandato constitucional. En realidad, el conflicto magisterial se localiza en la ambición de la señora Gordillo por ejercer el poder político y por convertir al sindicato en la CROM de Luis N. Morones en los gobiernos de Obregón y Calles: un organismo al servicio de los intereses de su líder. El exhibicionismo de lujo que hacía Morones en los veinte ha sido magnificado por el de la señora Gordillo, frente a decenas de miles de maestros que tienen salarios de miseria.

El SNTE revela una severa crisis del sindicalismo priísta: una organización gremial al servicio de los intereses de su líder, no de los de la sociedad o el proyecto educativo. Hoy la señora Gordillo se revela como una réplica del Jongitud de 1989 que alardeaba de su poder ante Salinas, hasta que el poder presidencial lo desplazó. Sólo que Salinas cometió el error de engendrar a la señora Gordillo como nueva cacique sindical.

La crisis del sindicalismo es correlativa del colapso político del PRI. Los sindicatos fueron sectores corporativos del priísmo como una forma de garantizar la estabilidad social y política. La única condición fue la de impedir que los líderes sindicales llegaran a las gubernaturas y a la presidencia. Los líderes que han sido gobernadores dejaron una estela de corrupción y destrozos sociales. Y hoy la señora Gordillo tiene la nada secreta ambición de ser presidenta de la república.

Los conflictos que vienen en las calles por las movilizaciones del SNTE y la CNTE confirman el dato de que la señora Gordillo se encuentra en el centro de la crisis. Las protestas revelan la descomposición moral del sindicato de maestros y la pérdida de apostolado de los profesores. Ahí está, como símbolo del deterioro moral al que ha llevado Gordillo al sindicato, el caso de la sección 22 de Oaxaca: un paro loco el año pasado que rompió el tejido social y convirtió la ciudad capital en una comuna de delincuentes.

Si el centro del conflicto está en el cacicazgo de la señora Gordillo, entonces la solución está a la vista: el fin del sindicato como estructura de poder y la creación de una organización gremial que defienda realmente a los maestros y no el poder de la jefa de una mafia criminal que funciona como crimen organizado.