LA LEY TELEVISA UN ATENTADO CONTRA EL PUEBLO DE MEXICO
Vladimir Rothschuh
I. Estudiando a fondo la Ley Televisa, y con el apoyo de expertos en la materia, la Suprema Corte de Justicia se ha encontrado con que algunos pasajes de la misma se vuelven atentatorios en contra de los derechos asentados en la Constitución. El ministro Salvador Aguirre Anguiano, en su proyecto de resolución sobre le tema, reconoce que la Ley Televisa bloquea toda posibilidad de que los pueblos y comunidades indígenas puedan operar y administrar medios electrónicos, lo que viola preceptos constitucionales aprobados por los mismos legisladores demandados. No es la primera vez que la Constitución es vista con desdoro por los legisladores. Muchas veces se han antepuesto los intereses de grupos empresariales o de sectores productivos, en aras de buena relación con el poder Ejecutivo. Los legisladores, en esos casos, son comparsas de un entretelón. La Ley Televisa evidencia el menosprecio que no sólo el consorcio, sino los legisladores de ambas cámaras, obsequiaron a las comunidades indígenas que no accederán a los medios de comunicación, si no se vuelve atrás el criterio corporativo de la Ley Televisa. Sin mencionarlos, pero señalándolos, Diego Fernández de Cevallos y Enrique Jackson aparecen como los legisladores que primero impulsaron una reforma indígena, y luego también la Ley de Telecomunicaciones. Si se trata de buscar responsables, poco a poco van apareciendo, como también ocurre con Creel.
II. La Ley de Salarios Máximos estaba destinada al fracaso. Se trataba de acostar en la cama de Procusto a todo el que estuviera en nómina. Más aún, se intentaba revivir a Longino y cortar los excesos a los más pudientes en aras de una cegatona equidad. El supuesto de que nadie, pero nadie, ganara más que el Presidente, llamó a despertar suspicacias que no resultaron vanas: las comidas en el avión presidencial son de los más onerosas y ofensivas, tal como también los son los gastos en Presidencia, que avalan gastos en restaurantes franceses de la capital, en consumos a altas horas de la madrugada. La honrada medianía que como proverbio del pasado pretendía corolar esta administración, quedó en mero resabio publicitario. Esa ley de salarios máximos, al ser frenada, demuestra que no habrá imposiciones que llamen al totalitarismo de que en México, sólo es uno el que va por encima de todos los demás.
III. La mayoría de edad del PD no evidenció su madurez, al contrario, dejó ver esa eterna adolescencia de conflictos internos, de sinrazones y de caminos extraviados. En plena fiesta, las tribus volvieron a pelear. Dolores Padierna mostró que no está quebrada de brazos y culpó a los Chuchos de tener secuestrado al partido, se olvidó de todo, hasta de las ligas y volvió a utilizar el dedo flamígero para acusar lo que en casa ella misma no ve. Jesús Zambrano la llamó secuaz de la derecha, y la culpó de copiar exactamente las mismas estrategias que la derecha usó en el 2006 contra López Obrador, “ahora resulta que nosotros somos un peligro para el PRD”. Muy lejos está la mayoría de edad del PRD. Su pubertad se ha visto engrandecida y más bien, el complejo de Alicia en el país de las Maravillas les sienta que ni pintado, aún más que eterno niño de Peter Pan: Alicia cae al vacío, come pan y se siente grande, toma licor y se siente chica, Alicia no sabe qué quiere, quién la acompaña, ni a dónde va.



