LA POLITICA NEOLIBERAL DEL ESPURIO HUNDE A LOS TRABAJADORES MEXICANOS

Con las pensiones gana la banca

Revista Siempre

Conviene recordar que las políticas neoliberales que se ha exigido aplicar principalmente a los países subdesarrollados, en las dos últimas décadas, no surgen de una moda académica ni siquiera de una inclinación ideológica, sino constituyen una estrategia utilizada por el gran capital internacional para enfrentar la crisis económica estructural que se inicia en los setentas del siglo XX. Ciertamente, esas políticas neoliberales no han servido ni servirán para eliminar los problemas que afectan a la economía, pero sí consiguen que los costos sean pagados por los trabajadores y que las grandes corporaciones recuperen sus ganancias; todo, a través de una redistribución negativa del ingreso. Esto es, otorgando una mayor proporción a los más ricos, mientras los pobres se vuelven más pobres.

Las recientes modificaciones a la ley del ISSSTE, por poner un ejemplo, es una más de las reformas que buscan precisamente ese objetivo regresivo en el ingreso. Curiosamente, una firma a la que no puede acusarse de populismo, señaló este hecho de la manera más clara: “Los nuevos sistemas de pensiones —declaró— sirven para fortalecer el mercado de capitales generando una corriente de ahorro y un nuevo segmento de intermediarios financieros, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore)”.

Por supuesto, la apropiación de los fondos de pensiones para financiarse, como el permitido por la nueva ley del ISSSTE, es sólo una de las vías entre las muchas que conforman una de las vertientes principales del neoliberalismo que es la expansión del crédito. También la semana pasada, en el marco de la Convención Bancaria, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, señaló tímidamente (como para no molestar a los banqueros) que la intermediación financiera (es decir, la diferencia entre lo que los bancos cobran a sus deudores y lo que pagan a los ahorradores) es todavía muy alta y que las comisiones que cobran los bancos son más altas en México que en otros países de igual desarrollo.

El recién nombrado dirigente de los banqueros, respondió que el monto de las comisiones o del diferencial de intermediación no deben ser reguladas por el Estado, sino únicamente por el mercado, lo que quiere decir por los propios bancos. No es extraño, porque el dirigente de los banqueros estaba defendiendo las ganancias de los bancos. Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en los últimos seis años, los bancos establecidos en México obtuvieron un ingreso sólo por la intermediación financiera de 622 mil millones de pesos. Y en cuanto a las comisiones, obtuvieron otros 54 mil 514 millones pesos. Pero por lo visto no les parece suficiente. Ahora quieren apropiarse de los fondos de pensiones.