IGUAL QUE EL URSURPADOR, UN FRAUDE EL PROGRAMA PRIMER EMPLEO
Revista Contralínea
Más de 3 mil millones de pesos destina el gobierno de Felipe Calderón a un programa “hecho al vapor” que no generará empleos y terminará por subsidiar a las grandes empresas. Ávida de legitimidad, la administración federal le apuesta a un proyecto que ya fracasó en Europa, señalan especialistas.
El Programa del Primer Empleo –uno de los “estelares” del gobierno que encabeza Felipe Calderón y con el cual busca que sea recordado como el “presidente del empleo”– inició sin estudios previos y sin metas definidas. Especialistas dudan que se generen las 400 mil plazas anuales prometidas y consideran que los 3 mil millones de pesos terminarán en las arcas de las grandes empresas.
Alberto Serdán, investigador del programa de Transparencia, presupuestos y políticas públicas del Centro de Análisis e Investigación Fundar, considera que el programa fue “hecho al vapor”, pues no contó siquiera con un diagnóstico de la situación que pretende remediar. Tampoco se realizaron foros en donde participaran especialistas en el tema. Concluye que se trata sólo de un “show mediático”.
A decir del maestro en Políticas Sociales y Administración por la Universidad de Londres, es inusual que a un programa que apenas comienza y que no ha probado su efectividad se le asignen miles de millones de pesos. Y lo que resulta más desalentador es que para ello se recorte el presupuesto de programas que ya existen y que han demostrado su impacto social e importancia.
Serdán considera que las empresas beneficiadas serán las grandes compañías “y no precisamente las micro, pequeñas y medianas empresas como lo han difundido ampliamente las autoridades”.
Para el investigador, los legisladores incurrieron en “una irresponsabilidad” al aprobar 3 mil millones de pesos –para sólo 10 meses– sin contar con un estudio que lo justificara.
“Un programa similar se intentó desarrollar en Francia y causó la renuncia del primer ministro, pues, lejos de fomentar el empleo, se fomentaba la alta rotación. Las empresas corrían a los ‘chavos’ que ya tenían el primer empleo, y contrataban a otros nuevos para seguir recibiendo los beneficios de los subsidios”, explica.
El programa consiste en que el gobierno federal pague hasta el ciento por ciento de las aportaciones patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Los empresarios que contraten trabajadores que por primera vez coticen en IMSS se ahorrarán las respectivas contribuciones de esos nuevos empleados.
De acuerdo con la parca información oficial, el proyecto señala que se reducirá “significativamente” la tasa de desempleo abierto de cuatro por ciento que vive el país. Sin embargo, la meta de 400 mil nuevos empleos es modesta, pues en México más de un millón 200 mil personas ingresan anualmente a la población económicamente activa (PEA).
De ellos sólo el 16 por ciento consigue un trabajo formal. El resto se emplea en la informalidad o emigra. De acuerdo con información de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco), 20 millones de jóvenes menores de 21 años necesitan un trabajo formal.
Germán Rojas, director de la Facultad de Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), reconoce que el principal problema que enfrenta México para generar empleos son los altos costos que genera la contratación de un empleado, por las cuotas que se pagan al IMSS.
Sin embargo, el doctor en Economía considera que con el programa puesto en marcha el primero demarzo apenas un 20 por ciento de los jóvenes que se integran al mercado laboral se van a ver beneficiados. Los otros van a seguir en las mismas condiciones.”
El experto en economía reprueba que el gobierno federal le quite recursos a educación, ciencia y tecnología para entregárselo a este tipo de programas. “Y las empresas terminan contratando jóvenes mal capacitados, lo cual se convierte en un círculo vicioso”.
Mientras Pablo Reyes Pruneda, director de Incorporación y Recaudación del IMSS, asegura que sí hubo estudios y diagnósticos previos que justificaron el programa, Javier Prieto, subsecretario de Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, admite que simplemente se revisó el análisis de la Estadística Nacional de Empleo.
En tanto que el funcionario del IMSS explica que un empresario no puede despedir a un empleado cuando termine el subsidio y contratar a otro para seguirse beneficiando por el apoyo gubernamental, Prieto reconoce que, de acuerdo con las reglas, sí es posible “correr” a un empleado a los 21 meses para contratar a otro.
A decir de Reyes Pruneda, el Programa Primer Empleo sólo es “un incentivo” para generar empleo. Lo único que se le exige al patrón para entrar en el programa es que no tenga adeudos fiscales y esté al corriente de sus contribuciones al IMSS y Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores.
Además es necesario que haya un incremento en la plantilla laboral del patrón. Y para beneficiarse del subsidio, el empleador necesita mantener al menos nueve meses al trabajador, ya que es a partir del mes 11 cuando empieza a recibir la remuneración.
El titular de Recaudación en el IMSS explica que el programa tiene un candado para evitar la rotación de personal. Asegura que el hecho de que los trabajadores tenga que ser adicionales a la plantilla laboral, no podrán estar corriendo empleados, para contratar otros.
Reconoce que la meta de 400 mil empleos no es fruto de un estudio sobre el tipo de empleos, empresas y demandantes que existen en nuestro país. Sólo se calculó con base en lo que el dinero les alcanzará. “Si tomamos la base salarial entre 0 y 10 salarios mínimos y los divide entre 3 mil millones, te da los 400 mil que se pueden generar”.
Reyes Pruneda señala que no hay certidumbre de la efectividad del programa. “No sabemos cómo va a reaccionar. Igual en este año algunas cosas no funcionan como pensamos. Si llegamos a finales de año y resulta que se generaron mil empleos, el poder Legislativo va a asignar el presupuesto a otra cosa”.
A decir de Ricardo Cantú García, integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, el programa es sólo “un paliativo”. Al legislador del Partido del Trabajo le resulta “extraño” que a un programa nuevo le asignen miles de millones de pesos. “Felipe Calderón sólo busca vender una imagen de que está cumpliendo con sus promesas de campaña”.
José Antonio Arevalo González, diputado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) advierte que el programa será evaluado durante su primer año de ejercicio. “Es un proyecto de buenas intenciones”, considera.
Por su parte, el panista Tomás Del Toro del Villar, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, considera que el presupuesto destinado no es suficiente, pero sì contribuirà a solucionar el problema de la falta de plazas formales.
Rita Robles Benítez, abogada laboral, explica que el programa “viola derechos humanos laborales, como es la estabilidad en el empleo, porque mientras dura el subsidio dura el empleo. “Se supone que uno de los derechos humanos a los que se compromete el gobierno federal, es garantizar la permanencia en el empleo y en este caso se está fomentando empleos eventuales, con duración de hasta 21 meses”.
La especialista agrega que se está impulsando la precariedad laboral y el programa Primer Empleo “es un retroceso, ya que el gobierno está pensando más en la conveniencia de los empresarios –al otorgarles el subsidio–, que en buscar mecanismos para proteger a un empleado en sus fuentes de trabajo.
“En este programa se beneficiará a las grandes empresas, nacionales y extranjeras, y una vez más se perjudicara a las pequeñas y medianas que no están en las mismas condiciones de competitividad”, dice.