MEXICO, S.A.
Diario Libertad: Carlos Fernández Vega
* 2008: riesgo inminente para el agro mexicano
* Falta de crédito a productores nacionales
* Altos subsidios en EU
* Importador neto de maíz
Se acerca la fecha establecida en el TLCAN (inicio de 2008) y la perspectiva de la producción maicera en México no resulta nada grata. A partir del primer día del próximo año, la importación de maíz estadunidense se realizará sin impedimento ni límite de cuota, y los productores mexicanos apenas analizan la posibilidad de incrementar el área de cultivo, mientras la proyección del Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala una marcada tendencia alcista en el precio del grano en aquel país.
Hasta ahora, el gobierno ha "resuelto" las recurrentes crisis por falta de maíz a golpe de violar las cuotas de importación por él establecidas, pero si las cosas siguen como van a partir de enero próximo la entrada libre de grano estadunidense (con tendencia alcista en su precio) perfila una crisis de proporciones mayores. La apertura total en el marco del TLCAN se "negoció" 15 años atrás, supuestamente para "dar tiempo" y ampliar el área productiva de maíz en México, pero ésta prácticamente no se movió en ese lapso. Ahora, con los dedos en la puerta, se pretende realizar lo que debió hacerse desde tres lustros atrás.
Desde hace varios años el mercado del maíz en México ha sido deficitario, y el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados nos ofrece un recuento: a partir de la entrada en vigor del TLCAN (1994) y hasta 2006 la importación de maíz (blanco y amarillo) originario de Estados Unidos sumó 58 millones 635 mil toneladas (4.5 millones como promedio anual), mientras que el total de la cuota de importación originaria de Estados Unidos permitida para ese periodo fue 39 millones 44 mil toneladas, lo que significa que en el periodo el sobrecupo de importación fue de 20 millones 119 mil toneladas, con un valor de 2 mil 876 millones de dólares; por ese sobrecupo Estados Unidos supuestamente debió pagar aranceles-cuota por un monto de 3 mil 354 millones de dólares.
El propósito del arancel-cuota es frenar las importaciones maíz originario de Estados Unidos, país en el que los productores reciben un elevado subsidio gubernamental, pero sucedió exactamente lo contrario. En 2006 la producción ascendió a 21.3 millones de toneladas, mientras que la demanda fue de 26.2 millones de toneladas, por lo que se tuvo que importar casi 5 millones de toneladas sólo en ese año.
La mayor importación de maíz es resultado de los bajos niveles de producción, ya que este cultivo se ha visto afectado no sólo por la apertura comercial derivada del TLCAN, sino por factores estructurales internos como la falta de acceso al crédito por parte de los productores de este cultivo, la limitada infraestructura de riego para elevar los rendimientos, la concentración del mercado en muy pocas empresas privadas, la escasa investigación científica en este campo y los limitados subsidios gubernamentales a este sector, comparados con los que se otorgan en Estados Unidos y países europeos, principalmente.
Desde finales de la década de los 80, México se convirtió en importador neto de maíz. Desde entonces las importaciones han observado una tendencia creciente, particularmente de Estados Unidos. Las importaciones de maíz de México desde Estados Unidos desde 1994 se rigen por el sistema de cupos y el arancel-cuota de importación por sobre-cupo de acuerdo a lo previsto en el TLCAN.
Con el supuesto propósito de proteger a los bienes agropecuarios más sensibles a las importaciones, México negoció con sus socios comerciales de América del Norte el establecimiento de aranceles-cuota para los principales productos agrícolas de especial interés y sensibilidad para cada país, para los cuales se estableció un régimen de importación libre de arancel hasta cubrir determinada cuota, que una vez que se hubiera rebasado se aplicaría el cobro de elevados aranceles para frenar su importación; para el caso de México dichos aranceles se irían desgravando gradualmente en un plazo de 15 años hasta su eliminación definitiva.
Desde la entrada en vigor del TLCAN el primer día de 1994, el arancel cuota de importación del maíz (fracción arancelaria 1005.90.99) se redujo de 206.4 por ciento ad-valorem en 1994 a 18.2 por ciento en 2007, para terminar totalmente su desgravación a partir de 2008, cuando se podrá importar libremente maíz de Estados Unidos sin límite de cuota.
Por su parte, la cuota de importación se ha venido incrementando de un máximo autorizado de 2.5 millones de toneladas en 1994 a 3.6 millones de toneladas en 2006. Sin embargo, como no se han cumplido con las metas de producción interna que se habían establecido desde la entrada en vigor del TLCAN, casi en todos los años posteriores al tratado las importaciones de maíz originarias de Estados Unidos han rebasado la cuota establecida para cada año en cuestión.
Vamos bien, porque a pesar de lo anterior y con el reloj marcando cinco para las 12, aún "se analiza la posibilidad" de incrementar el área de cultivo.
Las rebanadas del pastel
Científicos mexicanos aportan lo suyo para evitar la escalada de precios: "la industria panificadora hará todo lo posible por soportar por más tiempo el impacto por el alza de insumos, como el huevo, y mantener así los precios del bolillo en 1.20 pesos y del pan de dulce en 3.50 pesos. Somos una industria socialmente responsable. Probablemente tendremos en algunos casos un ajuste (reducción) en el tamaño (gramaje) del producto, pero será mínimo lo que afectaría... se optará por reducir el tamaño de la presentación del pan, porque no podemos incrementar centavitos, puesto que no hay moneda fraccionaria" (Antonio Arias Ordóñez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora). ¡Gracias por su descubrimiento!, porque todos quedan contentos: inflación controlada, precios fijos y bolillos "ordeñados". De haberlo sabido, con esa fórmula se hubiera "resuelto" la crisis de enero: tortillas más pequeñas, pero eso sí con el mismo precio.
* 2008: riesgo inminente para el agro mexicano
* Falta de crédito a productores nacionales
* Altos subsidios en EU
* Importador neto de maíz
Se acerca la fecha establecida en el TLCAN (inicio de 2008) y la perspectiva de la producción maicera en México no resulta nada grata. A partir del primer día del próximo año, la importación de maíz estadunidense se realizará sin impedimento ni límite de cuota, y los productores mexicanos apenas analizan la posibilidad de incrementar el área de cultivo, mientras la proyección del Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala una marcada tendencia alcista en el precio del grano en aquel país.
Hasta ahora, el gobierno ha "resuelto" las recurrentes crisis por falta de maíz a golpe de violar las cuotas de importación por él establecidas, pero si las cosas siguen como van a partir de enero próximo la entrada libre de grano estadunidense (con tendencia alcista en su precio) perfila una crisis de proporciones mayores. La apertura total en el marco del TLCAN se "negoció" 15 años atrás, supuestamente para "dar tiempo" y ampliar el área productiva de maíz en México, pero ésta prácticamente no se movió en ese lapso. Ahora, con los dedos en la puerta, se pretende realizar lo que debió hacerse desde tres lustros atrás.
Desde hace varios años el mercado del maíz en México ha sido deficitario, y el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados nos ofrece un recuento: a partir de la entrada en vigor del TLCAN (1994) y hasta 2006 la importación de maíz (blanco y amarillo) originario de Estados Unidos sumó 58 millones 635 mil toneladas (4.5 millones como promedio anual), mientras que el total de la cuota de importación originaria de Estados Unidos permitida para ese periodo fue 39 millones 44 mil toneladas, lo que significa que en el periodo el sobrecupo de importación fue de 20 millones 119 mil toneladas, con un valor de 2 mil 876 millones de dólares; por ese sobrecupo Estados Unidos supuestamente debió pagar aranceles-cuota por un monto de 3 mil 354 millones de dólares.
El propósito del arancel-cuota es frenar las importaciones maíz originario de Estados Unidos, país en el que los productores reciben un elevado subsidio gubernamental, pero sucedió exactamente lo contrario. En 2006 la producción ascendió a 21.3 millones de toneladas, mientras que la demanda fue de 26.2 millones de toneladas, por lo que se tuvo que importar casi 5 millones de toneladas sólo en ese año.
La mayor importación de maíz es resultado de los bajos niveles de producción, ya que este cultivo se ha visto afectado no sólo por la apertura comercial derivada del TLCAN, sino por factores estructurales internos como la falta de acceso al crédito por parte de los productores de este cultivo, la limitada infraestructura de riego para elevar los rendimientos, la concentración del mercado en muy pocas empresas privadas, la escasa investigación científica en este campo y los limitados subsidios gubernamentales a este sector, comparados con los que se otorgan en Estados Unidos y países europeos, principalmente.
Desde finales de la década de los 80, México se convirtió en importador neto de maíz. Desde entonces las importaciones han observado una tendencia creciente, particularmente de Estados Unidos. Las importaciones de maíz de México desde Estados Unidos desde 1994 se rigen por el sistema de cupos y el arancel-cuota de importación por sobre-cupo de acuerdo a lo previsto en el TLCAN.
Con el supuesto propósito de proteger a los bienes agropecuarios más sensibles a las importaciones, México negoció con sus socios comerciales de América del Norte el establecimiento de aranceles-cuota para los principales productos agrícolas de especial interés y sensibilidad para cada país, para los cuales se estableció un régimen de importación libre de arancel hasta cubrir determinada cuota, que una vez que se hubiera rebasado se aplicaría el cobro de elevados aranceles para frenar su importación; para el caso de México dichos aranceles se irían desgravando gradualmente en un plazo de 15 años hasta su eliminación definitiva.
Desde la entrada en vigor del TLCAN el primer día de 1994, el arancel cuota de importación del maíz (fracción arancelaria 1005.90.99) se redujo de 206.4 por ciento ad-valorem en 1994 a 18.2 por ciento en 2007, para terminar totalmente su desgravación a partir de 2008, cuando se podrá importar libremente maíz de Estados Unidos sin límite de cuota.
Por su parte, la cuota de importación se ha venido incrementando de un máximo autorizado de 2.5 millones de toneladas en 1994 a 3.6 millones de toneladas en 2006. Sin embargo, como no se han cumplido con las metas de producción interna que se habían establecido desde la entrada en vigor del TLCAN, casi en todos los años posteriores al tratado las importaciones de maíz originarias de Estados Unidos han rebasado la cuota establecida para cada año en cuestión.
Vamos bien, porque a pesar de lo anterior y con el reloj marcando cinco para las 12, aún "se analiza la posibilidad" de incrementar el área de cultivo.
Las rebanadas del pastel
Científicos mexicanos aportan lo suyo para evitar la escalada de precios: "la industria panificadora hará todo lo posible por soportar por más tiempo el impacto por el alza de insumos, como el huevo, y mantener así los precios del bolillo en 1.20 pesos y del pan de dulce en 3.50 pesos. Somos una industria socialmente responsable. Probablemente tendremos en algunos casos un ajuste (reducción) en el tamaño (gramaje) del producto, pero será mínimo lo que afectaría... se optará por reducir el tamaño de la presentación del pan, porque no podemos incrementar centavitos, puesto que no hay moneda fraccionaria" (Antonio Arias Ordóñez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora). ¡Gracias por su descubrimiento!, porque todos quedan contentos: inflación controlada, precios fijos y bolillos "ordeñados". De haberlo sabido, con esa fórmula se hubiera "resuelto" la crisis de enero: tortillas más pequeñas, pero eso sí con el mismo precio.