Bloggeando desde Zacatecas

El Sr. López| El Fraude Electoral|La Verdad Sea Dicha|Las Protestas|Foxilandia|El Fraude Según Fox
BLOG En Constante Actualización, F5 Para Recargar

México Necesita Que Lo Gobierne Las PUTAS, Porque Sus Hijos Le Fallaron

M O R E N A (MOvimiento de REgeneración NAcional)

Blogeando Desde Zacatecas En Pie De Lucha Rumbo Al 2012, AMLO PRESIDENTE

miércoles, 21 de febrero de 2007

INTINERARIO POLITICO

Diario Libertad: Ricardo Alemán


Impunidad y amnesia

En el México del nuevo siglo no pasa nada. Hoy es Pasta de Conchos, ayer fue San Salvador Atenco, antes Tláhuac

La tragedia minera de Pasta de Conchos quitó la vida a 65 mexicanos, que no debieran morir de esa forma si en México tanto empresarios del ramo como autoridades fueran responsables. Es cierto, existen ramas industriales cuyo grado de peligrosidad y accidentes fatales siempre está presente, en cuyo caso resulta obligado investigar a fondo lo ocurrido y sancionar a los culpables.

Pero en el México del nuevo siglo, de la democracia electoral, la alternancia en el poder, la transparencia y la rendición de cuentas -además de que transcurre el tiempo-, no pasa nada. Hoy es Pasta de Conchos, ayer fue San Salvador Atenco, antes de ayer fue el linchamiento en Tláhuac. Recuento infinito, que lo mismo puede recordar tragedias o linchamientos, que excesos de poder y pillerías políticas -del color partidista que se quiera-, pero que siempre muestra la misma constante: el reino de la impunidad.

Han pasado 12 meses y no existe una sola investigación seria, profesional, científica sobre la tragedia y, por supuesto, tampoco se sabe si las irregularidades que provocaron los derrumbes en la mina son responsabilidad de la empresa o de la autoridad competente de verificar las condiciones de trabajo de los mineros. El tiempo -como sinónimo de amnesia y condición imprescindible para la impunidad- es lo único que pasa.

Ya hay en México un nuevo gobierno federal, ya se fue el régimen ineficaz de Vicente Fox y llegó el que prometió ser distinto, el de Felipe Calderón. Ya existe un nuevo Congreso, renovado en su totalidad y cambiada su composición partidista, y ya preside la Corte un nuevo ministro. Pero nada, la tragedia de Pasta de Conchos parece destinada a la recordación anual, al cíclico repaso mediático, al doloroso recuento de los daños y el vulgar botín político de temporada.

Y ese, el del grosero botín político, parece ser el caso del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, quien durante 12 meses sufrió de un agudo ataque de amnesia para salir de él, milagrosamente, cuando se cumple un año de la tragedia. Y entonces recordó que 12 meses atrás, el presidente Vicente Fox le habría pedido "culpar a inocentes", es decir, cargar la culpa al líder minero Napoleón Gómez Urrutia, malqueriente del gobierno foxista.

De Vicente Fox, está claro, se puede esperar toda clase de torpezas, declaraciones irresponsables y omisiones en su encargo. Puede ser cierto que Fox haya dicho eso, y mucho más, a un gobernador como Humberto Moreira -con el que por cierto su partido y su administración no mantenían buenas relaciones institucionales-, pero también es cierto que se puede tratar de una argucia mediática del mandatario coahuilense para aparecer, de esa manera, como víctima del poder federal. Para pretender una justificación sobre el papel de su gobierno en la tragedia de Pasta de Conchos.

En todo caso, lo curioso del asunto es que el gobernador Moreira haya recuperado la memoria precisamente a 12 meses de la tragedia, cuando buena parte de la atención mediática estaba puesta en el primer aniversario de la tragedia, cuando ya dejó el gobierno el señor Vicente Fox, y justamente cuando el ex mandatario es lo más parecido al "villano favorito". ¿Por qué hasta ahora decidió hacer la denuncia? ¿Por qué no a los tres días, tres o seis meses de ocurrida la propuesta indecorosa?

De ser cierto que Fox le pidió a Moreira "culpar a inocentes", lo conveniente para el gobierno de Coahuila, para los familiares de los mineros atrapados, para la salud de la justicia mexicana y para combatir a un gobernante ineficaz y malévolo como Fox habría sido que el señor Moreira hiciera la denuncia pública, política y hasta penal, en el momento que el señor Fox le hizo la propuesta indecorosa que hoy acusa. De ser cierto lo que dice que dijo Fox, el señor Moreira habría incurrido en esa fea figura legal de complicidad.

Más aún, si el señor Moreira no hubiera sido víctima de un agudo ataque de amnesia, durante 12 meses, y si hubiese asumido su responsabilidad al denunciar el caso, probablemente hoy estarían en prisión los culpables de la tragedia de Pasta de Conchos, y hasta el señor Fox podría ser sujeto a juicio político. ¿O es que durante 12 meses el señor Moreira vio sólo sus intereses personales y políticos, por encima de los intereses de sus gobernados y, sobre todo, de los mineros atrapados?

En el fondo, el nuevo escándalo en el que aparece el señor Vicente Fox se debe mirar a través de esa estrecha y maltrecha ventana de la "palabra" del político o el gobernante. Es decir, la palabra del señor Moreira, actual gobernador de Coahuila, contra la palabra del señor Fox, ex presidente de los mexicanos. El problema es que la "palabra" del político -sean del PRI, PAN o PRD, o de cualquier otro partido- goza del menor nivel de confianza y credibilidad por parte de los ciudadanos. ¿Quién le cree a los políticos? Y este caso no es la excepción. ¿A quién se le puede creer de entre Moreira y Fox? La respuesta se podría encontrar en el clásico de Porfirio Remigio: "Pá´ mí que los dos son ...". Eso.