REALITY SHOW MICHOACANO SE CONVIRTIO EN OPERATIVO DEL TERROR
Uruapan, Mich., 10 de enero (apro).- Sin órdenes de aprehensión, en vehículos sin placas con vidrios polarizados, sin identificarse ni usar uniformes de la dependencia, elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y agentes del Ministerio Público siguen “levantando” personas que nada tienen que ver con el narcotráfico ni el crimen organizado.
El domingo, de manera prepotente, al estilo del crimen organizado, el cual dicen que vienen a combatir, “levantaron” a una persona, por el simple hecho de haber recogido con una grúa ocho vehículos del narcocementerio encontrado en Uruapan.
Por los hechos, agentes del Ministerio Público y de la AFI, así como el presidente Felipe Calderón, fueron denunciados en la Agencia Quinta del Ministerio Público por abuso de autoridad cometido durante el Operativo Conjunto Michoacán.
Alrededor de las 14:15 horas del domingo, Fernando Martínez --operador de una grúa del “Grupo Escorpión” de la Procuraduría de Justicia de Michoacán--, se encontraba afuera de su casa tomándose una copa. De pronto, cuatro agentes de la AFI armados –dos con pistolas y dos con rifles de asalto-- bajaron de una camioneta dorada y a punta de patadas lo subieron al vehículo. Los hechos ocurrieron en la Tercera Privada de La Macarena, en Uruapan.
Vecinos de La Macarena organizaron una persecución para detener a los agentes; pero al fracasar en su intento acudieron a las autoridades judiciales, estatales y federales, pues pensaban que se trataba de un “levantón del crimen organizado; porque así actuaron los miembros de la AFI.
Los familiares presentaron una queja en la Comandancia de la Policía Ministerial de Uruapan, en el 37 Batallón de Infantería y en la Subdelegación de la PGR, pero nadie les dio razón del desaparecido, por lo que pensaron que fueron sicarios de la mafia quienes lo habían “levantado”.
Cerca de las 20:00 horas llegó a la Tercera Privada de la Macarena 97 un grupo de Bases de Operaciones Mixtas (BOM), y un agente del Ministerio Público; pidieron los datos Fernando Martínez y le dijeron a la familia que se tranquilizara.
“Estamos un 96 por ciento seguros que lo tiene el AFI. No se preocupen. Pero esa no es la forma de detener ni de actuar, por lo que deben de presentar una denuncia por abuso de autoridad y una queja al presidente de México (Felipe Calderón)”, les dijeron los oficiales. Los familiares así lo hicieron y a las 9:00 de la noche presentaron la denuncia en la Agencia Quinta del Ministerio Público.
A las cuatro de la mañana del día siguiente recibieron una llamada de Fernando. Pidió que fueran por él a las oficinas de la Subdelegación de la PGR y que le llevaran una chamarra.
Un sujeto prepotente, al parecer comandante de la AFI o de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), a quienes todos decían “El Doc”, dijo que ese tipo de “operativos eran necesarios, pues no iban a llegar preguntando: ‘somos de la AFI, ¿aquí vive el asesino fulano de tal?”
--¿Pero no es la manera ni la forma? Jamás se identificaron ni presentaron orden de aprehensión –recriminó un familiar de Fernando.
--¡Cállese¡ Nosotros corremos grave riesgo y es un asunto delicado, ustedes se quedan y nosotros nos vamos. No hay otra forma.
--Se hubieran identificado para tranquilidad de la familia, pues pensamos que eran células del narcotráfico, porque así actúan como ustedes llegaron –reprochó.
--¡No podemos! Es muy peligroso. Ya ahorita se lo vamos a entregar, dijo con voz seca y cortante.
Fernando Martínez, quien es chofer de una grúa al servicio de la Procuraduría de Justicia de Michoacán, fue a recoger ocho vehículos en el narcocementerio de Carrillo Puerto 645, colonia Lázaro Cárdenas, por instrucciones de su patrón Martín Zambrano, dueño de las grúas. Ese fue su delito.
Estuvo ocho horas en los separos de la Subdelegación “B” de la PGR en Uruapana. Ahí, Fernando Martínez fue desnudado y torturado por los agentes. Le metieron agua mineral por la nariz y, a golpes, lo hicieron firmar una declaración.
En su Carta al presidente Felipe Calderón dice que apoya las acciones contra el crimen organizado, pero no como se están realizando, por medio del “terror, la violencia y la humillación” por personas sin identificarse, en vehículos comunes y sin placas, como opera el crimen organizado, lo hayan detenido, como parte de “una investigación que el ignora”