LA MANO QUE MECE AL TRICOLOR
jenaro villamil
El aspirante Alejandro Gárate acusó a Jackson de recibir recursos del gobierno de Sonora y de la dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo
México, D.F., 8 de enero (apro).- El aspirante a dirigir el PRI, Enrique Jackson, descartó la posibilidad de una “fórmula de unidad” con su principal contendiente, Beatriz Paredes, tal como sugirió el gobernador de Colima, Silverio Cavazos, al tiempo que el mandatario de Sonora, Eduardo Bours, rechazó la versión del otro candidato, Alejandro Gárate Uruchurtu, quien lo acusó de apoyar financieramente a Jackson.
En su oportunidad, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto aceptó el “candado” del tricolor para no pronunciarse públicamente por ningún aspirante a la dirigencia nacional del PRI, y rechazó que la elección vaya a ser “cupular”.
"Creo que es un proceso muy abierto, se estima que serán más de 20 mil participantes, y está en las modalidades previstas. No puede objetarse que no está haciéndose en términos estatutarios", alegó.
Y a un día de que la Comisión Nacional de Procesos Internos emitiera la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia nacional para el periodo 2007-2011, el próximo 18 de febrero, también se dio a conocer un fantasmal grupo denominado Renovación México, que anunció una “toma simbólica” de monumentos y representaciones importantes del tricolor en la Ciudad de México, en protesta por los “viejos Godzilas” y los “jóvenes Godzukis” que aspiran a dirigir el PRI.
El cibersitio “en construcción” aclara que “miles y miles de militantes y simpatizantes no votaremos, pero estaremos vigilando de cerca y les exigiremos resultados”. Demandan también un proceso “creíble, transparente, sin acuerdos en lo oscurito, sin arreglos cupulares”.
De acuerdo con la convocatoria, la elección del nuevo presidente y secretario general del PRI se realizará por la vía del voto libre, directo, secreto e intransferible entre casi 21 mil consejeros políticos que acudirán el 18 de febrero, desde las 10:00 hasta las 15:00 horas a emitir su voto.
La convocatoria establece un límite de gastos de 2% del monto autorizado por el IFE en la elección presidencial del 2006, lo que equivale a 13 millones de pesos.
La cláusula décima prohíbe que los candidatos reciban aportaciones o donaciones provenientes de recursos públicos o de cualquier ámbito de gobierno, y también establece que el PRI “no aportará recurso alguno a los candidatos para el desarrollo de sus campañas”.
La Fundación Colosio
El mismo día que se dieron a conocer estas reglas, el aspirante Alejandro Gárate acusó al excoordinador de los senadores del PRI de recibir recursos del gobierno de Sonora, encabezado por Eduardo Bours, y de la dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo, expulsada del partido el año pasado luego de una agria disputa con el entonces presidente y posterior candidato presidencial, Roberto Madrazo.
“Aunque no me consta de fondo”, advirtió Gárate, le pidió a Jackson aclarar de dónde provendrán los 13 millones de gasto con los que financiará su campaña.
Gárate también acusó a Beatriz Paredes de aprovechar la infraestructura de la Fundación Colosio, “lo cual le puede dar muchas formas de allegarse recursos”. Al único que no acusó fue al cuarto aspirante, Javier Oliva, a quien distintos grupos priistas lo identifican con el grupo de Roberto Madrazo.
Y esta misma mañana, el gobernador sonorense Eduardo Bours descartó apoyar financieramente a Jackson y se burló de Gárate: “Por lo menos, Gárate Uruchurtu ya logró que lo tomaran en cuenta un poquito”.
En conferencia de prensa, Bours consideró acertada la convocatoria emitida por la dirigencia del PRI y manifestó su apoyo a Jackson.
A su vez, el político sinaloense descartó en una entrevista televisiva que se pueda realizar una candidatura de unidad con Beatriz Paredes, y que la dirigente sindical Elba Esther Gordillo lo apoye financieramente.
--¿Va por Elba Esther Gordillo? –le preguntó el conductor Carlos Loret
--No, voy por los maestros, por los trabajadores del IMSS, por los sectores que se han ido en los últimos años.
La desbandada
Los comicios para renovar la dirigencia del tricolor se realizarán después del pésimo desempeño del partido en la contienda presidencial del 2 de julio de 2006.
En menos de seis años, el PRI perdió 6 millones de votos entre esta contienda y la del 2000, pasó de segunda a tercera fuerza a nivel federal y, de las seis gubernaturas en disputa el año pasado, sólo obtuvo una.
La crisis del 2006 para el PRI arrancó desde finales del año anterior, en que se agudizó la disputa entre Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, secretaria general y presidente del partido, respectivamente.
El 13 de julio, después del proceso electoral, la dirigencia del PRI decidió formalizar la expulsión de la líder magisterial. Ella se dijo “honrada” de ser echada por una “camarilla” que llevó al PRI al fracaso.
El encono degeneró en renuncias individuales y “hormiga” de miles de integrantes del magisterio. Entre las figuras más destacadas están el exvocero del CEN, el poblano Rafael Moreno Valle, quien se pasó al PAN; el exdiputado federal y candidato presidencial del Partido Nueva Alianza (Panal), Roberto Campa, y de otros cuadros vinculados a la profesora.
La disputa entre gordillistas y madracistas no fue la única.
El dirigente del sindicato de trabajadores del Seguro Social, Roberto Vega Galina, también renunció al PRI para sumarse al PRD. El exdirigente nacional del partido, Genaro Borrego, quien rebautizó la doctrina priista como “liberalismo social” durante la XV Asamblea Nacional, renunció al tricolor, al igual que el exsecretario de Gobernación zedillista y exgobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco, quien se sumó a la campaña del blanquiazul.
Otras figuras importantes que renunciaron al PRI ante los resultados internos para candidaturas a gobernador fueron el guanajuatense Wintilo Vega y el chiapaneco Juan Sabines, quien ganó la gubernatura encabezando una coalición opositora.
Recientemente, la exdirigente nacional del PRI y exgobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri, ha expresado también su decepción y tristeza por los métodos del tricolor para elegir candidaturas estatales. Sauri perdió a través de una encuesta financiada por el CEN priista la nominación de su partido para contender por Yucatán.
“Estoy muy decepcionada”, subrayó Sauri, pero aclaró que no se retiraría de las filas del tricolor. Sin embargo, también advirtió que en su partido predomina “un discurso hueco, caduco” y, si no se reactiva la militancia, puede salir derrotado en los próximos comicios de Baja California, Michoacán y Yucatán.