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lunes, 11 de diciembre de 2006

RAMIREZ ACUÑA: 100% NEOLIBIERAL

Personaje influyente en el sexenio de Calderón
RAMÍREZ ACUÑA: Cristero y neoliberal

En los nombramientos del gabinete ha habido fuertes conflictos de intereses, que impidieron que el jalisciense tuviera un rápido trayecto a la Secretaría de Gobernación

Francisco Ramírez Acuña es un personaje influyente en el Gobierno de Calderón, por haber sido uno de los principales promotores de su candidatura y representa, al mismo tiempo, el fanatismo cristero arraigado en la derecha jalisciense, las tendencias represivas de la mano dura que pregonó Calderón durante su campaña y el pragmatismo sin escrúpulos de la era neoliberal.
Fue precisamente Ramírez Acuña, en mayo de 2004, quien destapó a Calderón como precandidato derechista a la Presidencia, en momentos donde Foxilandia se soñaba aún con la candidatura de Marta Sahagún.
Según relata Calderón en su libro El hijo desobediente. Notas de campaña, Ramírez Acuña fue amigo suyo en su juventud y “muy apreciado desde la década de los 70” por su padre, Luis Calderón Vega.
En los nombramientos del gabinete de Calderón ha! habido fuertes conflictos de intereses, que obviamente impidieron que Ramírez Acuña tuviera un rápido trayecto a la Secretaría de Gobernación.
Sin embargo, en el transcurso de la semana pasada algunos medios han insistido en considerar a Ramírez Acuña como virtual secretario de Gobernación, luego de haberse reunido el jueves 23 con Calderón.

EL HERMANO INCÓMODO

Nacido en 1952 en Jamay, población de los Altos de Jalisco, cuya plaza central ostenta un monumento dedicado a Pío IX, el papa inflexible que condenó las tendencias progresistas y consagró la infalibilidad pontificia, Ramírez Acuña abrevó de las raíces cristeras que ha generado la ultraderecha más fanática del país.
Luego de cursar sus estudios básicos en su ciudad natal, se trasladó a Guadalajara para proseguir su formación y gra! duarse como licenciado en Derecho por la Universidad de Guadal! ajara (U G)., además de hacer una carrera política basada en el pragmatismo y la falta de escrúpulos.
Ingresó al PAN en 1969, en 71 era dirigente juvenil y en 1974, cuando tenía sólo 22 años, fue diputado local por ese partido, pues ya desde entonces sabía sacar provecho de componendas y negociaciones políticas con los priístas.
Volvió a ser diputado en la Legislatura de Jalisco, de 1980 a 83 y en 1984 se distanció del PAN por conflictos dentro de ese partido, pero volvió a la vida política en la década siguiente, con el apoyo de César Coll, el controvertido panista de la derecha extrema que llegó a la alcaldía de Guadalajara en 1995 y uno de cuyos primeros actos fue prohibir las minifaldas.
Fue en esa época titular del Systecozome, el sistema de transporte de la zona metropolitana de Guadalajara y en 98 sucedió a César Coll en la! alcaldía de la Perla Tapatía.
Fiel al estilo derechista donde los golpes de pecho no excluyen los abusos, el nepotismo y el influyentismo, Ramírez Acuña tiene un hermano incómodo: José Cornelio Ramírez Acuña, quien fue presidente municipal de Zapopan de 97 a 2000, relevando a Daniel Ituarte Reynaud, ex miembro del MURO y acusado en 1965 de haber sido cómplice de terroristas extranjeros en la explosión de una bomba contra el periódico El Día.
Treinta años después, Ituarte sería acusado de cometer diversas irregularidades con los recursos públicos, igual que Cornelio Ramírez, cuyos manejos fraudulentos fueron denunciados por los regidores de Zapopan, aunque el hermano del hoy gobernador con licencia, pudo salvar su situación debido al apoyo que tuvo por parte de los panistas del ayuntamiento, así como del Gobierno estatal y de su hermano.!
Sin embargo, era época de elecciones, las del famo! so cambi o, y el entonces candidato a la gubernatura, Francisco Ramírez Acuña, vio afectadas sus expectativas por los escándalos de su hermano incómodo.
Encargó una encuesta a la empresa Indicadores, S.C., con el objetivo principal de saber cuánto resultaría afectado por ellos y con base en los resultados decidió eliminar en su propaganda su apellido materno, para ocultar su parentesco con José Cornelio. “Se avergüenza de su madre”, decía entonces la voz popular.
Por su parte, el hermano incómodo se defendió de sus detractores apelando a sus propias interpretaciones bíblicas: “Dicen nuestras Escrituras que los hijos de las tinieblas son muy audaces y lo estamos viendo, son muy audaces, pero ustedes los tienen bien catalogados y nosotros también, y muy pronto la decisión de los zapopanos y los jaliscienses habrá de reflejarse”.

FANATISMO Y PRAGMATISMO
!
El mandato de Ramírez Acuña, que finaliza hasta 2007, si bien ya pidió licencia para integrarse al equipo de Calderón, se caracterizó por la represión y las violaciones a los derechos humanos y por el ataque al Estado laico y su subordinación a la figura del cardenal Sandoval Íñiguez.
Casi 800 personas presentaron durante su sexenio quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, motivados por presuntas torturas. Su Gobierno recibió seis recomendaciones por casos documentados de esa misma práctica ilegal sobre todo en casas de seguridad de la Procuraduría estatal, cuyo ex titular es nada menos que el actual gobernador interino, Gerardo Octavio Solís. Amnistía Internacional y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, además de muchos organismos civiles internacionales y nacionales informaron sobre las violaciones, maltratos y encierros degradante! s a que fueron sometidos altermundistas detenidos luego de la ! marcha d e protesta contra la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, aquí en 2004.
El 16 de noviembre se dio a conocer en Guadalajara que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) estaba limpiando el expediente de Ramírez Acuña de una denuncia penal en su contra por abuso de autoridad.
Es definido por sus críticos como soberbio, déspota, iracundo, insensible, intolerante y elitista, y por sus defensores; simplemente como un político eficiente.
No obstante, en la prensa jalisciense se han vertido críticas que presentan su gestión como una de las más torpes en la historia de la entidad, de tal suerte que, afirman, Jalisco perdió competitividad y es cada vez menos atractivo para la inversión industrial. La cultura fue una sus áreas más descuidadas. Su obra pública fue lenta, cara, claramente electorera ! y a todas luces inútil, ya que ninguna de ellas ha resuelto el caos vial de la ciudad. Los niveles de contaminación crecieron y ya son muy preocupantes.
El sistema de transporte público sigue siendo muy malo en cuanto a lógica de rutas y calidad del servicio. Fue un sexenio negro en materia de derechos humanos. Las ejecuciones llegan a niveles escandalosos. El campo presenta graves rezagos por lo que muchos jaliscienses siguen emigrando a Estados Unidos. Muchos de sus viajes fueron costosos al erario y con magros resultados.
Ramírez Acuña, como otros gobernantes panistas, ejerció la represión de corte moralista, basada en prejuicios y consignas religiosas, como fue, la persecución contra travestis y la represión policiaca en populares fiestas de jóvenes, con el pretexto de que en ellas circulaban drogas que, por cierto, no se encontraron, pero sí se denunciaron violaciones de las deten! idas por personal policiaco.
Según se publicó! en La J ornada de Jalisco el 22 de noviembre pasado: “Su poder en los medios de comunicación locales ha logrado que diversos comunicadores sean movidos de la fuente de Gobierno estatal porque le resultan incómodos; desde hace dos años declaró que no daría más entrevistas sin previa cita y lo ha cumplido. De entrada en su sexenio, en 2001, al renovarse la presidencia de la CEDHJ, el Gobernador operó para que no se reeligiera su titular, Guadalupe Morfín Otero, con quien había tenido serios enfrentamientos cuando él era alcalde de Guadalajara y su entonces director de Seguridad Pública, Enrique Cerón Mejía, violó a un detenido con un tolete…”.
Ramírez Acuña es el operador ideal de la represión anunciada por Calderón desde su campaña, con el pretexto de la mano dura contra la delincuencia.
También se dio a conocer por su falta de respeto haci! a el Estado laico. En 2000, durante su campaña anticipó su triunfo alegando: “Ya teníamos hablado esto desde hace mucho tiempo con la Virgen y con Dios”.
A Ramírez Acuña le complace fotografiarse besando la mano y el anillo de Sandoval Íñiguez, como hizo en presencia de la prensa el 28 de marzo de 2004, con motivo de un festejo público por el cumpleaños del prelado (acompaña a este texto la fotografía publicada al día siguiente en Mural), actitud que repetiría el 28 de octubre de 2006 al festejar los 49 años de labor sacerdotal del cardenal.
Días después, la historiadora Laura Campos Jiménez, de la (UG)., publicó en La Jornada de Jalisco una carta donde detallaba episodios del activismo clerical del gobernador. Señala que con motivo de la mencionada ceremonia en honor de Sandoval “no es sorprendente contemplar la cercanía y afinid! ad del gobernador Ramírez Acuña (como gobernante! cat&oac ute;lico), con el cardenal Juan Sandoval Íñiguez: Han viajado a El Vaticano juntos. Coordinaron y promovieron el evento del Congreso Eucarístico Internacional, con dinero público, donde el gobernador participó en diferentes actividades litúrgicas; Ramírez Acuña ofreció al cardenal Sandoval (con dinero del erario público), habilitar arterias viales para el fallido proyecto del Santuario de los Mártires (cristeros), entre otras puntillosas historias. Es algo natural que cuantas veces tiene oportunidad, sin tapujos o inhibiciones, Ramírez Acuña besa el anillo cardenalicio de Sandoval, dando con este servilismo un trato privilegiado a la jerarquía católica. Desde el Gobierno de Jalisco, Ramírez Acuña violentó reiteradamente la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público y el texto constitucional, al dar un trato privilegiado y sectario hacia la ! jerarquía católica. Dirigió un Gobierno (constitucionalmente laico), que discriminó y violó la ley en materia de laicidad y pluralismo religioso”.
Concluye la académica y autora de un libro sobre los nuevos beatos cristeros:
“El balance sexenal de Ramírez Acuña en materia de derechos humanos y fortalecimiento del Estado Laico, no es nada alentador. En estas dos materias, Ramírez Acuña ha sido del todo insensible, dando a entender que para él existen dos clases de jaliscienses: Los de primera y los de segunda. Los que están con él y los que están contra él…Ramírez Acuña tiene ya un lugar prominente que va desde la represión a la discriminación institucional. Vale decir, por último, que lo anterior ha sido ganado a pulso”.




Los dogmas contra la salud

El nombramiento del panista José Ángel C&o! acute;rdoba Villalobos, ex presidente de la Comisión de! Salud d e la Cámara de Diputados, como secretario de Salud, supone la incorporación de la ultraderecha católica en un puesto clave en el nuevo gabinete y es un retroceso incluso con respecto a la política de Fox en este rubro.
Hace dos años, el panista, que no ostenta una formación médica o científica, se dio a conocer por su fanática oposición a la anticoncepción de emergencia, que expresó advirtiendo que si se permite el uso indiscriminado de la píldora anticonceptiva de emergencia, “se va a permitir más libertinaje sexual y aumentará el riesgo de contagio del Sida. Ojalá que de una vez por todas se exija a las farmacias que no se vendan cosas sin receta médica; sino la gente va a estar provocándose abortos cada 15 días (...) En México hay 50 millones de pobres, pero no 50 millones de tontos, y hay que decirles las cosas como son, sin enga&! ntilde;os, sin tratar de ocultar las cosas”. (Reforma, 27 de enero de 2004.)
Como en el caso de Ana Teresa Aranda, ex titular del DIF y de Sedesol, de su sucesora en el DIF, Ana Rosa Payán, y de Carlos Abascal, este nuevo nombramiento se explica no porque el designado tenga capacidad para el cargo, sino simplemente por su conservadurismo religioso.
Incluso la jerarquía católica, al expresar su beneplácito por esa decisión, ha hecho notar a través de Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, “que cuando éste fue parlamentario asumió posiciones que obedecen a sus valores y a los de su partido”, pero una vez que se instale como secretario, “dejará de tener margen de opinión personal y tendrá que ceñirse al marco constitucional”.
El ejemplo que puso como modelo de lo que según él debe ser la conducta de Córdoba es el de Carlos Abascal, un fu! ndamentalista que ha puesto el poder al servicio de la jerarqu! í a católica e incluso del Arzobispado: “Creo que se piensa que al poner a una persona así se va a ceñir de manera total a los criterios que dice la Iglesia. No es verdad, y ya tenemos un ejemplo muy claro con el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, quien es un católico practicante, de primera línea, que ha actuado con mucha institucionalidad dentro de su cargo en un Estado laico”.
Pero en el caso de Córdoba Villalobos la situación tiene el agravante de que se pone como cabeza de una dependencia fundamental del país a un partidario furibundo del conservadurismo católico, que siempre ha ansiado el Sector Salud como estratégico para imponer sus prohibiciones y atavismos sobre la sexualidad, precisamente a costa de la salud de las y los mexicanos.
Provida y la Unión Nacional de Padres de Familia, tradicionalmente han organizado protestas contra el Secretario de Salud en turno, porque o! bviamente ha tenido una formación científica y convicciones que le han impedido ceder a las presiones de esos grupos.
Ahora Calderón ha puesto en esa dependencia a un titular a la medida de Serrano Limón y personajes similares, que por añadidura carece de nivel intelectual y académico: Sólo han contado su fanatismo y sus prejuicios.
Cabe destacar que en otros países, en Sudamérica por ejemplo, donde tradicionalmente el clero ha tenido mayor peso en el Gobierno que en el caso de México, han sido usuales ese tipo de nombramientos, que se traducen en políticas para desalentar el uso de métodos anticonceptivos y el sexo protegido, con lo cual se perjudica a la sociedad sin beneficio alguno, excepto para la autoridad del clero.

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