QUE A FeCAL DENTRO DE TRES AÑOS LO VOMITARA U.S.A
Ericka Montaño Garfias
Rebelión
México vivirá un periodo conflictivo en dos o tres años, advierte Wallerstein
El gobierno estadunidense está contento de que el presidente sea Felipe Calderón, pero no lo estará tanto si hay un desorden generalizado en México, situación que es muy posible en los próximos dos o tres años, advierte en entrevista el analista y académico Immanuel Wallerstein, quien este lunes ofrece la conferencia Vivir en un mundo post-estadunidense, en el contexto de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.
México vivirá un periodo conflictivo, en el que evidentemente una de las cuestiones principales son las relaciones con Estados Unidos. Es obvio, añadió, que Calderón seguirá una política más o menos de alianza fuerte con Estados Unidos, de apertura hacia la inversión de ese país; habrá discusiones sobre migración probablemente fútiles, dice el también colaborador de La Jornada, cuyo libro más reciente en español, Universalismo Europeo. La retórica del poder, será publicado por Siglo XXI Editores en marzo próximo.
"Los movimientos que se viven en este momento en este país, por un lado el de Andrés Manuel López Obrador y el de los zapatistas, rechazan esa situación, pero también hay un movimiento de descontento dentro de Estados Unidos. La situación interna estadunidense tampoco es estable. En territorio estadunidense los hispanohablantes, mexicanos en su mayoría, están muy descontentos con el gobierno actual; lo han demostrado en las elecciones pasadas, comienzan a hacer mucho ruido internamente en Estados Unidos. Así, los dos ruidos, el de México y el de Estados Unidos, podrían encontrarse en algún momento. No podemos separar los acontecimientos en México de lo que ocurre en Estados Unidos."
Irritación popular
En un balance sobre la situación mexicana el autor de El moderno sistema mundial y Después del liberalismo, destaca que se trata de un momento en el que la población, sobre todo la marginada, "comienza a estar muy ansiosa, irritada con el gobierno, y se manifiestan de manera diferente: los zapatistas con la otra campaña, Oaxaca con la asamblea popular, López Obrador con las reuniones en el Zócalo.
"Si bien no son tres movimientos o actividades políticas ligadas, salen de la misma situación política, se añaden unos a los otros; habrá otros, supongo, en otras partes de México. Es una situación que México no ha vivido desde hace mucho tiempo, una situación que muestra que no podemos estar seguros de lo que va a pasar en dos años."
Más que de riesgos, Wallerstein habla de posibilidades. La más importante es que dentro de unos años "México finalmente va a lograr un gobierno mucho más popular, más progresista que desde los años 30 no existe aquí".
Y del lado estadunidense las cosas tampoco se encuentran en su mejor periodo: "estamos en un momento ultradifícil porque comienzan a darse cuenta de que Estados Unidos no es más el poder omnipotente del universo, que deben ajustar sus acciones a las realidades geopolíticas. Para un estadunidense que ha vivido los últimos 50 años de fuerza es anormal esta situación, casi inaceptable, pero debemos aceptarlo.
"La reacción de la población es que se dividirá entre dos tendencias muy diferentes: de un lado una aceptación realista de la situación actual, un ajustamiento a esto, que implica evidentemente un cambio de política exterior, y del otro lado una reacción de ultraderecha, que dice que es una traición de los estadunidenses lo que explica todo esto."
Estados Unidos, advirtió, no es un país estable, vamos a vivir un periodo difícil con muchas luchas internas entre facciones diferentes. Eso es claro desde las elecciones de 2006 en que la situación para el Partido Republicano se ha deteriorado muchísimo, pero, por otro lado, el Partido Demócrata no está unificado y todo esto no nos adelanta mucha calma.
Estas divisiones y el aumento o fortalecimiento de los movimientos sociales en México, Estados Unidos y en muchos otros países son una muestra del agotamiento del neoliberalismo y, en este caso, habrá que esperar nuevas movilizaciones, "posiblemente más violentas".
Wallerstein impartirá la conferencia magistral Vivir en un mundo post-estadunidense este lunes a las 19 horas en el paraninfo Enrique Díaz de León, y el martes ofrecerá el curso Desafíos actuales de la epistemología desde la perspectiva del análisis de sistemas-mundo, con lo que concluyen las actividades de este año de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.
Rebelión
El gobierno estadunidense está contento de que el presidente sea Felipe Calderón, pero no lo estará tanto si hay un desorden generalizado en México, situación que es muy posible en los próximos dos o tres años, advierte en entrevista el analista y académico Immanuel Wallerstein, quien este lunes ofrece la conferencia Vivir en un mundo post-estadunidense, en el contexto de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.
México vivirá un periodo conflictivo, en el que evidentemente una de las cuestiones principales son las relaciones con Estados Unidos. Es obvio, añadió, que Calderón seguirá una política más o menos de alianza fuerte con Estados Unidos, de apertura hacia la inversión de ese país; habrá discusiones sobre migración probablemente fútiles, dice el también colaborador de La Jornada, cuyo libro más reciente en español, Universalismo Europeo. La retórica del poder, será publicado por Siglo XXI Editores en marzo próximo.
"Los movimientos que se viven en este momento en este país, por un lado el de Andrés Manuel López Obrador y el de los zapatistas, rechazan esa situación, pero también hay un movimiento de descontento dentro de Estados Unidos. La situación interna estadunidense tampoco es estable. En territorio estadunidense los hispanohablantes, mexicanos en su mayoría, están muy descontentos con el gobierno actual; lo han demostrado en las elecciones pasadas, comienzan a hacer mucho ruido internamente en Estados Unidos. Así, los dos ruidos, el de México y el de Estados Unidos, podrían encontrarse en algún momento. No podemos separar los acontecimientos en México de lo que ocurre en Estados Unidos."
Irritación popular
En un balance sobre la situación mexicana el autor de El moderno sistema mundial y Después del liberalismo, destaca que se trata de un momento en el que la población, sobre todo la marginada, "comienza a estar muy ansiosa, irritada con el gobierno, y se manifiestan de manera diferente: los zapatistas con la otra campaña, Oaxaca con la asamblea popular, López Obrador con las reuniones en el Zócalo.
"Si bien no son tres movimientos o actividades políticas ligadas, salen de la misma situación política, se añaden unos a los otros; habrá otros, supongo, en otras partes de México. Es una situación que México no ha vivido desde hace mucho tiempo, una situación que muestra que no podemos estar seguros de lo que va a pasar en dos años."
Más que de riesgos, Wallerstein habla de posibilidades. La más importante es que dentro de unos años "México finalmente va a lograr un gobierno mucho más popular, más progresista que desde los años 30 no existe aquí".
Y del lado estadunidense las cosas tampoco se encuentran en su mejor periodo: "estamos en un momento ultradifícil porque comienzan a darse cuenta de que Estados Unidos no es más el poder omnipotente del universo, que deben ajustar sus acciones a las realidades geopolíticas. Para un estadunidense que ha vivido los últimos 50 años de fuerza es anormal esta situación, casi inaceptable, pero debemos aceptarlo.
"La reacción de la población es que se dividirá entre dos tendencias muy diferentes: de un lado una aceptación realista de la situación actual, un ajustamiento a esto, que implica evidentemente un cambio de política exterior, y del otro lado una reacción de ultraderecha, que dice que es una traición de los estadunidenses lo que explica todo esto."
Estados Unidos, advirtió, no es un país estable, vamos a vivir un periodo difícil con muchas luchas internas entre facciones diferentes. Eso es claro desde las elecciones de 2006 en que la situación para el Partido Republicano se ha deteriorado muchísimo, pero, por otro lado, el Partido Demócrata no está unificado y todo esto no nos adelanta mucha calma.
Estas divisiones y el aumento o fortalecimiento de los movimientos sociales en México, Estados Unidos y en muchos otros países son una muestra del agotamiento del neoliberalismo y, en este caso, habrá que esperar nuevas movilizaciones, "posiblemente más violentas".
Wallerstein impartirá la conferencia magistral Vivir en un mundo post-estadunidense este lunes a las 19 horas en el paraninfo Enrique Díaz de León, y el martes ofrecerá el curso Desafíos actuales de la epistemología desde la perspectiva del análisis de sistemas-mundo, con lo que concluyen las actividades de este año de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.