LOS PRIVILEGIOS A LOS QUE TIENE ACCESO TELEVISA
jenaro villamil
México, D.F., 19 de diciembre (apro).- En su primera conferencia de prensa, el nuevo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes confirmó por qué existen suspicacias en relación con su claro favoritismo hacia Televisa, empresa en la que él participó no sólo como miembro del consejo de administración de su filial, Cablevisión (como él mismo admitió al tomar el cargo), sino a la que también ayudó al final del gobierno de Ernesto Zedillo a reestructurar una multimillonaria deuda heredada de los tiempos del “Tigre” Emilio Azcárraga Milmo.
Luis Téllez afirmó, de manera más que cantinflesca, que no hay posibilidad de que exista “otra cadena” de televisión que pueda competir con las dos grandes existentes: Televisa y TV Azteca. Entre ambas controlan el 70 por ciento de las concesiones de televisión abierta y se han constituido, en las últimas semanas, en un auténtico bloque duopólico para impedir, mediante campañas televisivas, que posibles competidores participen en un mercado que creen ellos es de su propiedad y no un servicio público concesionado, como claramente lo establece la Constitución.
La argumentación del exsecretario de Energía y hombre muy cercano a Pedro Aspe –ejecutivo de la empresa de aviación Volaris, vinculada también a Televisa-- fue la siguiente:
“Lo que comentamos es que se está analizando lo que las frecuencias que se pueden utilizar en las distintas ciudades y cómo se utilizarían, tanto de radio como televisión, como frecuencias de banda ancha. Y la limitante de la inversión extranjera también en la política que hemos seguido en el país durante muchos años. Y creo que es la política correcta: es tener un espejo de lo que sucede en el resto del mundo. Por ejemplo, no únicamente hay restricciones en telefonía fija en México, hay restricciones en Estados Unidos en la participación extranjera en materia de televisión. No puede participar una empresa con más del 25 por ciento del total de las acciones de una empresa o del capital de una empresa. (¡!)”
A pesar de lo abigarrado de la justificación, es claro que Luis Téllez está mandando mensajes no muy claros a quienes, hasta ahora, han expresado su interés para licitar en el número suficiente de frecuencias de televisión abierta como para conformar una “tercera cadena”. Se trata de la trasnacional de origen estadunidense General Electric –corporativo que es propietario de la cadena NBC-Universal-Telemundo--, asociada con el Grupo Saba, del empresario mexicano Isaac Saba Raffoul, con quien conformó Palmas 26.
De acuerdo con la información que ha dado el propio grupo Palmas 26, se ha respetado el 49 por ciento de inversión neutra que establece como límites la ley mexicana para buscar una concesión en medios electrónicos.
Es exactamente el mismo esquema que existe entre el grupo español PRISA, socio de Televisa en WRadio. Gracias a esa sociedad, la división de radio de Televisa tuvo un nuevo empuje, volvió a ser competitiva y tiene entre sus conductoras a Carmen Aristegui, quizá en este momento la periodista con mayor credibilidad y rating en las emisiones matutinas de radio.
Por otro lado, Téllez menciona la “política espejo” existente entre la legislación mexicana y la de Estados Unidos. Si así fuera, el “espejo” mexicano permitiría no sólo la existencia de dos grandes cadenas, sino, por lo menos, de cuatro grandes cadenas de televisión abierta, más una cadena de televisión y radio pública que compitan en igualdad de circunstancias legales, tal como existe en Estados Unidos.
A Téllez se le olvidó también señalar que en Estados Unidos ninguna cadena privada puede controlar más del 35 por ciento de una plaza en materia de televisión abierta. En México, Televisa controla en varias ciudades más del 80 por ciento de las concesiones. ¿Es esto una “política espejo”?
Si realmente el nuevo titular de la SCT no se encuentra “encadenado” a los intereses del duopolio televisivo, podría, por lo menos, iniciar con un claro compromiso de transparencia señalando cuántas son las frecuencias disponibles, cuáles son las plazas y cuáles son los posibles competidores para abrir el mercado televisivo a la competencia.