QUE SE VA EL PROzac CON EL 61% DE ACEPTACION, DICE MITOFSKY
La decepción con respecto al gobierno foxista parece palparse en todos los ámbitos de la vida del país. El crimen organizado desata una ola de violencia que toca tanto al norte como al sur y deja cuerpos decapitados, al tiempo que grupos armados relacionados con la guerrilla envían mensajes a través de bombas y petardos en sucursales bancarias o en oficinas de gobierno.
La Administración de Fox entrega el gobierno bajo la sombra de un proceso electoral poco confiable, con la sombra del fraude. "En diciembre del año 2000 tuvo lugar algo sin precedentes en el México independiente, que es el cambio de régimen sin un baño de sangre", explica el historiador Lorenzo Meyer. "La tarea política más importante que tenía que llevar a cabo el nuevo gobierno era la consolidación de una forma de institucionalizar la política que México nunca había conocido, que es la democrática. Esa era su principal responsabilidad, pero al llegar a 2006 nos encontramos con un país en el que una parte minoritaria, pero sustancial de la población, considera que no hay democracia, que se vivió un fraude, o al menos un proceso electoral en donde no hubo equidad".
De acuerdo con el historiador, en este tema no sólo se desperdició un sexenio, sino que se dio un paso atrás. "El indicador más evidente de ello es que en el año 2000 el personaje que encabeza el proceso político tuvo una gran legitimidad y sus adversarios no lo acusaron de haber llegado por vías ilegítimas; en cambio hoy el sucesor de ese personaje tiene una oposición, la de la izquierda, que le niega legitimidad. Por tanto el México político, desde sus ciudadanos hasta sus elites, está dividido de manera más evidente y problemática que en el pasado".
La catedrática del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Rossana Fuentes-Berain, considera que el fracaso de Fox obedece "a su incapacidad de atender su propia elección. Creo que ahí el problema fue que pusieron a un hombre que no tenía trayectoria política demostrable y lo hicieron receptáculo de los deseos de una enorme mayoría de la población que lo que quería era que se fuera el PRI (Partido Revolucionario Institucional)", señala. "Fox engañó con la verdad, porque siempre fue lo que era: un gran merolico y un gran promotor, pero había señales para quien se tomara el trabajo de ver cómo había gobernado en Guanajuato", añade. "Ahí había un expediente de que no fue un gobernante y por eso tuvimos en la presidencia a un muy mal gobernante".
Pero en todo este balance existe una paradoja que rodea a Vicente Fox: el Presidente deja el gobierno con un índice de popularidad de 69%, cifra bastante aceptable entre los gobernantes en todo el mundo y muy por encima de la del presidente George W. Bush de 31%. "Fox fue administrador de Coca-Cola, un producto que tiene una gran aceptación por la publicidad y el marketing; es un experto, y de la misma manera que supo vender ese producto, se supo vender y se sigue vendiendo a un costo alto, porque los presupuestos para publicidad del gobierno son muy altos. Pero no hay que irse con la finta: en las encuestas, cuando a las mismas personas se les pregunta sobre la eficacia del gobierno, las cifras caen. Hay una doble visión de Fox: una como persona y otra como gobernante", dice Meyer.
De acuerdo con las cifras de la empresa encuestadora Consulta Mitofsky, a pesar del nivel de popularidad del Presidente, al preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo con el rumbo del país, 55% piensa que lleva el rumbo equivocado y sólo el 36% piensa que lleva el rumbo correcto.
Fuente
ADIVINANZA: Como se dice MENTIRA en ruso?
RESPUESTA: M I T O F S K Y