CUATEMOCHAS Y SU CONGRUENCIA TARDIA!
Congruencia Tardía
Por Eduardo Ibarra Aguirre
Sólo cinco meses tardó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano para darse cuenta de que como prominente miembro de la Comisión Organizadora de los Festejos del Bicentenario de la Gesta de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana , “mi presencia en la organización de esas conmemoraciones no contribuye al ambiente de pluralidad, convergencia, concordia, colaboración, tolerancia y objetividad que deben prevalecer en la organización y realización de los eventos...”
Además requirió de una semana para hacer pública la renuncia irrevocable que enhorabuena le presentó dos semanas antes a Vicente Fox Quesada , el presidente que representa lo opuesto a los valores “pluralidad, convergencia, concordia, colaboración , tolerancia y objetividad” por lo menos en el último trienio de su mandato que, por fortuna, concluye dentro de 13 días.
Más todavía: una semana antes del encuentro en Los Pinos, sostuvo una reunión de trabajo con Carlos María Abascal Carranza para “detallar aspectos como el personal que lo apoyaría, dónde se ubicarían sus oficinas y la agenda de trabajo”, de acuerdo a funcionarios de la Secretaría de Gobernación.
El calendario del desencuentro de Cárdenas Solórzano con Fox Quesada , conduce de manera natural a relacionar la renuncia con la detención de Porfirio Barbosa Rodríguez , funcionario del gobierno michoacano de Lázaro Cárdenas Batel , como presunto responsable de peculado por 129 millones de pesos, cuando el tercero se desempeñaba como oficial mayor del primero en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Si los trascendidos se confirmaran, quedaría claro que la congruencia de la que tardíamente hace gala Cárdenas estaría más vinculada con la lealtad a su otrora colaborador. Lealtad que, aseguran los que conocen muy de cerca al ingeniero, no es precisamente una de sus virtudes hacia los subordinados.
Estaríamos, entonces, ante una combinación de factores: un golpe ministerial --mas no por ello menos severo-- al grupo neocardenista de parte del foxismo, la búsqueda de una difícil recuperación del liderazgo más moral que real en el Partido de la Revolución Democrática y el ofrecimiento de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa para que Cárdenas ocupe un cargo en el próximo gabinete.
Es sabido que el michoacano declinó la invitación de su paisano Calderón Hinojosa , pero ello no impediría que la acepte uno de los hombres o mujeres del ingeniero. Al siempre consecuente Demetrio Sodi de la Tijera se le menciona con insistencia, desde el primer círculo del neocardenismo, para ocupar una posición de gobierno.
De lo que pareciera no darse cuenta el exgobernador de Michoacán es que el propósito foxista al nombrarlo maestro de ceremonias del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución, era eminentemente electoral. Y éste se cumplió con creces.
Pero lo que resulta sorprendente del hombre por el que voté las tres ocasiones en que aspiró a la Presidencia de la República y cuando conquistó la jefatura del GDF, precisamente por su congruencia, es que convencido como estaba de que Andrés Manuel López Obrador “ganó las elecciones del 2 de julio, pero le hicieron fraude hormiga”, como me aseguran cercanos colaboradores, guarde silencio sepulcral, cómplice, y durante la campaña regateara el más mínimo apoyo.
La pregunta obligada, aunque sé muy bien que no tengo derecho a hacerla sino a responderla, es: ¿Hasta cuándo aprenderán los políticos a retirarse con dignidad y coherencia para ocuparse más de la reflexión y la transmisión a las nuevas generaciones del bagaje que acumularon?
MacheTearTe
Por Eduardo Ibarra Aguirre
Sólo cinco meses tardó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano para darse cuenta de que como prominente miembro de la Comisión Organizadora de los Festejos del Bicentenario de la Gesta de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana , “mi presencia en la organización de esas conmemoraciones no contribuye al ambiente de pluralidad, convergencia, concordia, colaboración, tolerancia y objetividad que deben prevalecer en la organización y realización de los eventos...”
Además requirió de una semana para hacer pública la renuncia irrevocable que enhorabuena le presentó dos semanas antes a Vicente Fox Quesada , el presidente que representa lo opuesto a los valores “pluralidad, convergencia, concordia, colaboración , tolerancia y objetividad” por lo menos en el último trienio de su mandato que, por fortuna, concluye dentro de 13 días.
Más todavía: una semana antes del encuentro en Los Pinos, sostuvo una reunión de trabajo con Carlos María Abascal Carranza para “detallar aspectos como el personal que lo apoyaría, dónde se ubicarían sus oficinas y la agenda de trabajo”, de acuerdo a funcionarios de la Secretaría de Gobernación.
El calendario del desencuentro de Cárdenas Solórzano con Fox Quesada , conduce de manera natural a relacionar la renuncia con la detención de Porfirio Barbosa Rodríguez , funcionario del gobierno michoacano de Lázaro Cárdenas Batel , como presunto responsable de peculado por 129 millones de pesos, cuando el tercero se desempeñaba como oficial mayor del primero en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Si los trascendidos se confirmaran, quedaría claro que la congruencia de la que tardíamente hace gala Cárdenas estaría más vinculada con la lealtad a su otrora colaborador. Lealtad que, aseguran los que conocen muy de cerca al ingeniero, no es precisamente una de sus virtudes hacia los subordinados.
Estaríamos, entonces, ante una combinación de factores: un golpe ministerial --mas no por ello menos severo-- al grupo neocardenista de parte del foxismo, la búsqueda de una difícil recuperación del liderazgo más moral que real en el Partido de la Revolución Democrática y el ofrecimiento de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa para que Cárdenas ocupe un cargo en el próximo gabinete.
Es sabido que el michoacano declinó la invitación de su paisano Calderón Hinojosa , pero ello no impediría que la acepte uno de los hombres o mujeres del ingeniero. Al siempre consecuente Demetrio Sodi de la Tijera se le menciona con insistencia, desde el primer círculo del neocardenismo, para ocupar una posición de gobierno.
De lo que pareciera no darse cuenta el exgobernador de Michoacán es que el propósito foxista al nombrarlo maestro de ceremonias del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución, era eminentemente electoral. Y éste se cumplió con creces.
Pero lo que resulta sorprendente del hombre por el que voté las tres ocasiones en que aspiró a la Presidencia de la República y cuando conquistó la jefatura del GDF, precisamente por su congruencia, es que convencido como estaba de que Andrés Manuel López Obrador “ganó las elecciones del 2 de julio, pero le hicieron fraude hormiga”, como me aseguran cercanos colaboradores, guarde silencio sepulcral, cómplice, y durante la campaña regateara el más mínimo apoyo.
La pregunta obligada, aunque sé muy bien que no tengo derecho a hacerla sino a responderla, es: ¿Hasta cuándo aprenderán los políticos a retirarse con dignidad y coherencia para ocuparse más de la reflexión y la transmisión a las nuevas generaciones del bagaje que acumularon?
MacheTearTe
posted by H2AGUA at
11:51 p.m.
