Las “sombras” detrás del poder en Zacatecas
El Universal
* Politólogos aseguran que el mandatario recibe influencia de Ricardo Monreal y Genaro Borrego.
Más que el regreso del PRI al poder, con el gobierno de Miguel Alonso Reyes, analistas refieren que “se han reoxigenado” cuadros políticos a fines a Ricardo Monreal y Genaro Borrego, dos importantes ex gobernadores que por distintas razones y en diferentes fechas renunciaron a las filas del tricolor y después mostraron simpatía con otros partidos como el PRD, PT y PAN.
Al entrar en funciones el gobierno “alonsista” (12 septiembre), la presencia de estos dos personajes en la vida política es contrastante, pues mientras Borrego se mantiene con una postura “discreta”, la de Monreal es abierta.
Analistas políticos como Eligio Meza Padilla y Manuel Ibarra Santos coinciden en que el PRI local “está débil”, igual que los demás partidos políticos a nivel estatal y nacional, por ende, la importancia de que el tricolor se fortalezca y renueve sus liderazgos en Zacatecas, de lo contrario —advierten—, a mediano plazo vendrían altibajos como ocurrió al PRD en sus 12 años en el poder.
Por un lado, Meza Padilla, investigador de Posgrado en Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Zacatecas, define a Ricardo Monreal y “sus aliados” como uno de los principales ganadores en el actual gobierno y considera que el triunfo del PRI fue “pírrico” y algunos espacios se lograron por la “presión discreta” que hizo el tricolor “en el último momento” de repartir las posiciones.
Como ejemplo refiere que en los cargos de primer nivel del gabinete hay más “monrealistas” que priístas y argumenta que el PRI no se dio cuenta de que sólo sirvió como “franquicia” para los “intereses de otros”. Enumera otros puestos que se otorgaron a Nueva Alianza y Verde Ecologista, partidos coaligados que abanderaron a Alonso Reyes.
En contraste, Ibarra Santos, autor del libro La alternancia y el cambio político en Zacatecas, vislumbra a los dos ex gobernadores cerca del proyecto de Alonso “porque lo vieron como única figura que encarnaba la posibilidad del cambio”; pero estima que pese a ser “discreto y prudente”, Genaro Borrego tiene “gran peso” en el gobernador.
“No se puede menospreciar su fuerza que contribuyó al triunfo, debido a su fuerte presencia no sólo en las élites políticas nacionales multipartidarias (PRI-PAN), sino en las económicas”.
Refiere que quizá en el gabinete no existan muchos espacios otorgados a gente ligada a Borrego, pero insiste que es un “gran aliado” para Alonso, al recordar que “tiene amigos en el antiguo y nuevo PRI; relaciones con el viejo y nuevo PAN; además de estar dentro de los grupos económicos más importantes del país como Grupo Monterrey o la empresa multinacional FEMSA”.
Ambos coinciden en que Miguel Alonso debe “gobernar más allá de partidos”, sin dejar que lo dominen “personas, grupos, dinastías o mafias”.
Relación rota con la ex gobernadora
Quizá el triunfo de Miguel Alonso causó mayor desconcierto al PRD y a la propia ex gobernadora Amalia García, admite Manuel Ibarra, por “soberbia” o por tener un mal diagnóstico político en la entidad que limitó ver las alianzas de Alonso con los ex gobernadores.
La pugna que creció con su antecesor, impidió que surgiera una buena relación con Miguel Alonso, integrante de su gabinete y después diputado local del PRD, pues lo ligaba estrechamente a Monreal, ya que fue su ex secretario particular.
Esta situación frenó el apoyo de Amalia para una candidatura a la diputación federal en 2009, ya que después se vería obligada a darle espacio para la gubernatura, por lo que se dio el rompimiento y la salida de Alonso hacia el tricolor.
La relación Amalia-Ricardo se tensó desde que asumió la gubernatura en 2004, contraria a la que mantuvo con Genaro Borrego, a quien integró en su gobierno (2007), al nombrarlo presidente del Consejo Consultivo para las Tecnologías de la Información (TI).
Incluso, el desligue Genaro-Amalia se evidenció hasta el 8 de septiembre de 2010, al convertirse en uno de los grandes ausentes en el último informe de la perredista; en cambio, cuatro días después Borrego asistió a la toma de protesta de Alonso como nuevo gobernador, igual que el senador Ricardo Monreal.
Para Eligio Meza, los priístas dieron la primera pelea con el gobierno de Amalia en el proceso de entrega-recepción, pero afirma que equivocaron la estrategia, porque ni ellos se habían dado cuenta de “las alianzas” que había “por debajo” con el senador Monreal.
Con la designación de los integrantes del gabinete como el procurador (Arturo Nahle), el oficial mayor (Roy Barragán), el contralor (Guillermo Huizar) y otros, se demostró que la verdadera alianza no era con el PRI, sino con el monrealismo”, asegura Jorge Hiriart Estrada, dirigente estatal del PRD.
Tanto el politólogo como el dirigente coinciden en que el actual gabinete tiene distintos intereses, al considerar que al PRI “ya no le interesa la revancha con Amalia”, en cambio “los funcionarios monrealistas buscan aniquilar y encarcelar a la ex gobernadora”. Recuerdan que al asumir el poder, Alonso fue “rudo” con Amalia igual que el PRI, pero después que dieron a conocer la integración del gabinete, el nivel de acusación del partido disminuyó, pero consideran que los monrealistas podrían ejercer poder sobre el gobernador.
David Monreal, comisionado político nacional del PT en Zacatecas —quien declinó su candidatura a favor de Alonso en la intentona de la alianza PRI-PT y al abortar ésta se postuló como abanderado del Partido del Trabajo—, afirma que las reyertas políticas las ha hecho el propio gobierno, incluso, aclara que pidió poner fin a las declaraciones entre el mandatario y la ex gobernadora.
Enfatiza que se cometieron desvíos de recursos y actos de corrupción “como lo ha denunciado el Ejecutivo”, entonces debe pagar las consecuencias “por delinquir, no por ser Amalia”.
Por su parte, Joel Guerrero, quien hasta ayer fungió como dirigente estatal del PRI —al asumir Julio César Flemate—, precisa que al partido no le interesa el pasado, sino el futuro del nuevo gobierno: “No nos interesa pelear. Quieren echarnos a pelear”. Al cuestionarle quiénes buscan esa confrontación con la ex mandataria se limita a decir: “Pues a lo mejor a los que les ganamos o a los enemigos del régimen anterior”.
Menciona que “Amalia cumplió, bien o mal, pero cumplió. Lo que haya hecho será revisado por la Auditoría Superior de la Federación y por la Contraloría del Estado y en su caso tendría que responder”.
“La alianza oculta”
Para el dirigente del PRD —partido que hace 12 años desbancó al PRI del poder, al cobijar la candidatura de Ricardo Monreal, actual senador del PT—, le queda claro que quien les dio el triunfo en 1998, ahora con “la alianza oculta” contribuye con la figura de Miguel Alonso para regresar el gobierno al partido que lo excluyó.
El politólogo Eligio Meza no descarta que pese a ingresar a las filas de la izquierda, el ex gobernador pudiera retornar “a su casa original” a través del actual mandatario. Augura que “Monreal no tendría futuro si a nivel nacional Andrés Manuel López Obrador se mantiene en la marginalidad” y alerta que “si hay descuidos”, el ex gobernador se quedaría con el partido en el estado.
Sin embargo, David Monreal Ávila recalca que el monrealismo va más allá de los partidos y “es un movimiento social que ha crecido rápidamente y penetra amplios sectores de la sociedad”. Sin menospreciar al PT, el hermano del senador destaca al movimiento “porque ahí converge la gente sin partido que desea trabajar por la misma causa social: el desarrollo de Zacatecas”.
Sin titubeos, David recalca que para nadie es desconocido que “el origen y formación” del actual gobernador es “monrealista”, por ello, justifica que muchos de sus funcionarios también sean de la misma expresión.
Sin embargo, también critica al gabinete al que califica como “débil y parcelado”, además cuestiona los perfiles del sector agropecuario, educativo, salud y DIF, este último encabezado por la hermana del gobernador, Lucía Alonso.
Los espacios ocupados afines a su expresión no los menciona; al referirse al contralor Guillermo Huizar Carranza, admite que el movimiento monrealista “asume la conducción del estado”.
Este espacio es reclamado por el PRD, al argumentar el compromiso de campaña de Alonso, de otorgar la Contraloría a la segunda fuerza política.
Otro espacio cuestionado por los perredistas es la Procuraduría General de Justicia del Estado y anticipan que “por estar en manos de un monrealista, se utilizará políticamente y no jurídicamente”. Señalan que Arturo Nahle, incluso, ha rebasado sus atribuciones, pues consideran que las acusaciones de presuntos desvíos de recursos competen áreas financieras o al mandatario.
* Politólogos aseguran que el mandatario recibe influencia de Ricardo Monreal y Genaro Borrego.
Más que el regreso del PRI al poder, con el gobierno de Miguel Alonso Reyes, analistas refieren que “se han reoxigenado” cuadros políticos a fines a Ricardo Monreal y Genaro Borrego, dos importantes ex gobernadores que por distintas razones y en diferentes fechas renunciaron a las filas del tricolor y después mostraron simpatía con otros partidos como el PRD, PT y PAN.
Al entrar en funciones el gobierno “alonsista” (12 septiembre), la presencia de estos dos personajes en la vida política es contrastante, pues mientras Borrego se mantiene con una postura “discreta”, la de Monreal es abierta.
Analistas políticos como Eligio Meza Padilla y Manuel Ibarra Santos coinciden en que el PRI local “está débil”, igual que los demás partidos políticos a nivel estatal y nacional, por ende, la importancia de que el tricolor se fortalezca y renueve sus liderazgos en Zacatecas, de lo contrario —advierten—, a mediano plazo vendrían altibajos como ocurrió al PRD en sus 12 años en el poder.
Por un lado, Meza Padilla, investigador de Posgrado en Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Zacatecas, define a Ricardo Monreal y “sus aliados” como uno de los principales ganadores en el actual gobierno y considera que el triunfo del PRI fue “pírrico” y algunos espacios se lograron por la “presión discreta” que hizo el tricolor “en el último momento” de repartir las posiciones.
Como ejemplo refiere que en los cargos de primer nivel del gabinete hay más “monrealistas” que priístas y argumenta que el PRI no se dio cuenta de que sólo sirvió como “franquicia” para los “intereses de otros”. Enumera otros puestos que se otorgaron a Nueva Alianza y Verde Ecologista, partidos coaligados que abanderaron a Alonso Reyes.
En contraste, Ibarra Santos, autor del libro La alternancia y el cambio político en Zacatecas, vislumbra a los dos ex gobernadores cerca del proyecto de Alonso “porque lo vieron como única figura que encarnaba la posibilidad del cambio”; pero estima que pese a ser “discreto y prudente”, Genaro Borrego tiene “gran peso” en el gobernador.
“No se puede menospreciar su fuerza que contribuyó al triunfo, debido a su fuerte presencia no sólo en las élites políticas nacionales multipartidarias (PRI-PAN), sino en las económicas”.
Refiere que quizá en el gabinete no existan muchos espacios otorgados a gente ligada a Borrego, pero insiste que es un “gran aliado” para Alonso, al recordar que “tiene amigos en el antiguo y nuevo PRI; relaciones con el viejo y nuevo PAN; además de estar dentro de los grupos económicos más importantes del país como Grupo Monterrey o la empresa multinacional FEMSA”.
Ambos coinciden en que Miguel Alonso debe “gobernar más allá de partidos”, sin dejar que lo dominen “personas, grupos, dinastías o mafias”.
Relación rota con la ex gobernadora
Quizá el triunfo de Miguel Alonso causó mayor desconcierto al PRD y a la propia ex gobernadora Amalia García, admite Manuel Ibarra, por “soberbia” o por tener un mal diagnóstico político en la entidad que limitó ver las alianzas de Alonso con los ex gobernadores.
La pugna que creció con su antecesor, impidió que surgiera una buena relación con Miguel Alonso, integrante de su gabinete y después diputado local del PRD, pues lo ligaba estrechamente a Monreal, ya que fue su ex secretario particular.
Esta situación frenó el apoyo de Amalia para una candidatura a la diputación federal en 2009, ya que después se vería obligada a darle espacio para la gubernatura, por lo que se dio el rompimiento y la salida de Alonso hacia el tricolor.
La relación Amalia-Ricardo se tensó desde que asumió la gubernatura en 2004, contraria a la que mantuvo con Genaro Borrego, a quien integró en su gobierno (2007), al nombrarlo presidente del Consejo Consultivo para las Tecnologías de la Información (TI).
Incluso, el desligue Genaro-Amalia se evidenció hasta el 8 de septiembre de 2010, al convertirse en uno de los grandes ausentes en el último informe de la perredista; en cambio, cuatro días después Borrego asistió a la toma de protesta de Alonso como nuevo gobernador, igual que el senador Ricardo Monreal.
Para Eligio Meza, los priístas dieron la primera pelea con el gobierno de Amalia en el proceso de entrega-recepción, pero afirma que equivocaron la estrategia, porque ni ellos se habían dado cuenta de “las alianzas” que había “por debajo” con el senador Monreal.
Con la designación de los integrantes del gabinete como el procurador (Arturo Nahle), el oficial mayor (Roy Barragán), el contralor (Guillermo Huizar) y otros, se demostró que la verdadera alianza no era con el PRI, sino con el monrealismo”, asegura Jorge Hiriart Estrada, dirigente estatal del PRD.
Tanto el politólogo como el dirigente coinciden en que el actual gabinete tiene distintos intereses, al considerar que al PRI “ya no le interesa la revancha con Amalia”, en cambio “los funcionarios monrealistas buscan aniquilar y encarcelar a la ex gobernadora”. Recuerdan que al asumir el poder, Alonso fue “rudo” con Amalia igual que el PRI, pero después que dieron a conocer la integración del gabinete, el nivel de acusación del partido disminuyó, pero consideran que los monrealistas podrían ejercer poder sobre el gobernador.
David Monreal, comisionado político nacional del PT en Zacatecas —quien declinó su candidatura a favor de Alonso en la intentona de la alianza PRI-PT y al abortar ésta se postuló como abanderado del Partido del Trabajo—, afirma que las reyertas políticas las ha hecho el propio gobierno, incluso, aclara que pidió poner fin a las declaraciones entre el mandatario y la ex gobernadora.
Enfatiza que se cometieron desvíos de recursos y actos de corrupción “como lo ha denunciado el Ejecutivo”, entonces debe pagar las consecuencias “por delinquir, no por ser Amalia”.
Por su parte, Joel Guerrero, quien hasta ayer fungió como dirigente estatal del PRI —al asumir Julio César Flemate—, precisa que al partido no le interesa el pasado, sino el futuro del nuevo gobierno: “No nos interesa pelear. Quieren echarnos a pelear”. Al cuestionarle quiénes buscan esa confrontación con la ex mandataria se limita a decir: “Pues a lo mejor a los que les ganamos o a los enemigos del régimen anterior”.
Menciona que “Amalia cumplió, bien o mal, pero cumplió. Lo que haya hecho será revisado por la Auditoría Superior de la Federación y por la Contraloría del Estado y en su caso tendría que responder”.
“La alianza oculta”
Para el dirigente del PRD —partido que hace 12 años desbancó al PRI del poder, al cobijar la candidatura de Ricardo Monreal, actual senador del PT—, le queda claro que quien les dio el triunfo en 1998, ahora con “la alianza oculta” contribuye con la figura de Miguel Alonso para regresar el gobierno al partido que lo excluyó.
El politólogo Eligio Meza no descarta que pese a ingresar a las filas de la izquierda, el ex gobernador pudiera retornar “a su casa original” a través del actual mandatario. Augura que “Monreal no tendría futuro si a nivel nacional Andrés Manuel López Obrador se mantiene en la marginalidad” y alerta que “si hay descuidos”, el ex gobernador se quedaría con el partido en el estado.
Sin embargo, David Monreal Ávila recalca que el monrealismo va más allá de los partidos y “es un movimiento social que ha crecido rápidamente y penetra amplios sectores de la sociedad”. Sin menospreciar al PT, el hermano del senador destaca al movimiento “porque ahí converge la gente sin partido que desea trabajar por la misma causa social: el desarrollo de Zacatecas”.
Sin titubeos, David recalca que para nadie es desconocido que “el origen y formación” del actual gobernador es “monrealista”, por ello, justifica que muchos de sus funcionarios también sean de la misma expresión.
Sin embargo, también critica al gabinete al que califica como “débil y parcelado”, además cuestiona los perfiles del sector agropecuario, educativo, salud y DIF, este último encabezado por la hermana del gobernador, Lucía Alonso.
Los espacios ocupados afines a su expresión no los menciona; al referirse al contralor Guillermo Huizar Carranza, admite que el movimiento monrealista “asume la conducción del estado”.
Este espacio es reclamado por el PRD, al argumentar el compromiso de campaña de Alonso, de otorgar la Contraloría a la segunda fuerza política.
Otro espacio cuestionado por los perredistas es la Procuraduría General de Justicia del Estado y anticipan que “por estar en manos de un monrealista, se utilizará políticamente y no jurídicamente”. Señalan que Arturo Nahle, incluso, ha rebasado sus atribuciones, pues consideran que las acusaciones de presuntos desvíos de recursos competen áreas financieras o al mandatario.
COMENTARIO DEL BLOG: OSEA QUE MIGUEL ALONSO, LE MINTIO AL PUEBLO DE ZACATECAS, A SU GENTE QUE CIEGAMENTE CONFIARON EN EL Y EN SUS PROMESAS DE CAMPAÑA, OCULTO PERFECTAMENTE QUE EL SOLO SE DEBE A RICARDO MONREAL, OSEA QUE SALIMOS DE GUATEMALA Y ENTRAMOS A GUATEPEOR. DENTRO DE 5 AÑOS Y 10 MESES SE VOLVERA A REPETIRLA HISTORIA, MIGUEL SERA PERSEGUIDO Y ACOSADO POR EL GOBER ENTRANTE. Y ESTE ES EL CUENTO DE NUNCA ACABAR.
posted by H2AGUA at
1:56 a.m.
