No cuadra

María Teresa Jardí

Como bien dice nuestra compañera Lilia Arellano trajeron de vuelta el cadáver de Fernández de Cevallos ante el poder de convocatoria de AMLO. Cientos de miles, que a millones representan, en un día con amenaza de lluvia. Millones tomando la estafeta de considerar que es un honor estar con AMLO y que sí, que hay que comprometerse en el nuevo proyecto de nación con el aporte individual que formará parte del todo para cambiar la historia de nuestro pobre país.

Fernández usado por la panista usurpación fascista a la que su suerte le importa tan poco, como ha quedado demostrado, que le importa a un pueblo harto de los abusos que Fernández representa. Usado, lo que parece indicar que ya es cadáver, ante el horror inaudito de que los reos de día, pertenecientes, como la inteligencia indica, a “Los Zetas”, “La Familia”, “la Línea”, etc., --que de cárteles nada-- paramilitares a secas. Grupos paramilitares, sí, no nos sigamos engañando, de los que cada día alguno más se inventa la usurpación fascista, en aras de justificar los impunes ejecutados, que por miles se suman, que colecciona. El de hoy el “Nuevo Cártel de la Sierra”.

Ante el horror despertado en el mundo al conocer que en México los pocos presos, obligados por la presión ciudadana al castigo tenue que los jueces a esos sujetos le imponen. Baratito, a los tres años los asesinos están fuera porque para ellos sí funciona el amparo.

Ante el horror despertado al hacerse público que los pocos criminales que están en la cárcel, pasan ahí el día, pero por la noche se les abren las puertas para que sigan cumpliendo con su razón de ser: esparcir el terror, que el terrorismo de Estado, que ya está aquí, aunque digan que no, de eso tratan los bombazos y otras muchas señales, que el terrorismo de Estado que la mafia usurpadora, del gobierno y del Estado, necesita para continuar adueñada del poder, hasta que acabe, visto está que espera poder hacer, hasta que acabe con la última gota de sangre del pueblo mexicano y con el último bien que a la nación le quede.

No cuadra lo del “jefe Diego”. Y, en todo caso y suponiendo que de un grupo guerrillero se tratara, no se percatan de que no coinciden las fechas.

A Fernández usan, sin ningún respeto sus correligionarios de partido, para fines políticos también fracasados. La suerte de Fernández de Cevallos claro les tendría ya que haber quedado que al pueblo le importa tres pepinos y ni siquiera de los pepinos de mar, que en Yucatán, otro panista impresentable, ha dado permiso para depredar, acabando de paso también con los pulpos, que son uno de los productos que permiten ganarse la vida a los pescadores habitantes en la generosa costa de la Península. Como si fuera poco con el petróleo derramado por la criminal compañía inglesa, a arrasar con todo busca el panismo fascista.

Más allá de que ya chole el querer seguir usando a los Canseco como chivos expiatorios. Más allá de que la filtración ya estaba en marcha por los a modo desde el viernes, al lado de muchas otras chorradas como la de que se decía que al “Jefe Diego” lo habían sacado del país. Ni que fueran García Luna los presuntos guerrilleros.

No hay grupo guerrillero, en el mundo, ni tampoco en México, los guerrilleros no son los analfabetas que nos desgobiernan hoy, si lo fueran se convertirían en paramilitares.

Más allá de que no hay grupo guerrillero que se ponga nombre de telenovela a la mexicana. No hay grupo guerrillero, como salta a la vista, que queriendo demostrar que está vivo el secuestrado envíe una fotografía con una revista fechada dos meses atrás.

La fascista usurpación panista, por no informarse no se ha enterado de que esas fotos suelen llevar el diario del día, incluso porque la fecha pasada en la foto remite a que está muerto el secuestrado y para que pague a la familia tienen que convencer a la familia de que está vivo el secuestrado. Es espeluznante la incultura del gafe agringado y del resto de su gabinete. Es espeluznante saber que, en un país lleno de grupos paramilitares, estamos en manos de analfabestias.

Tendría que contratar Televisa a García Luna como escritor de las telenovelas futuras, aunque de las pasadas haya salido su afán de convertir en telenovela, de la telebasura, la seguridad, mutilada, quizá para siempre, del pueblo mexicano.