Zacatecas: cisma perredista (PARTE II)
La verdad de Tamaulipas
Pleito familiar
Otra de las estrategias que están adoptándose para la compra e inducción del voto es la repartición de vales y cheques para las familias más necesitadas. De acuerdo con información entregada al Congreso local por la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional, a cargo de Juan Sánchez Legaspi, hasta el momento se han repartido 40 mil cheques junto con una carta de la gobernadora en la que manifiesta su solidaridad con las familias más necesitadas.
Pleito familiar
Desde que arribó al gobierno de Zacatecas Amalia García mostró animadversión hacia su antecesor Ricardo Monreal y su familia, a quienes se llegó a acusar de tener vínculos con el narcotráfico, como ocurrió a mediados del 2009, cuando se decomisaron varias toneladas de mariguana almacenada en una bodega de Río Florido, propiedad de David Monreal.
“Ese pleito (...) rebasó todos los cánones de la política y se convirtió en un tema que enfermó al estado”, señala Luis Medina, quien renunció a la coordinación de la Comisión de Precandidaturas del PRD en Zacatecas a raíz de las “imposiciones” de la gobernadora.
Durante los seis años del gobierno de Amalia, las puyas entre las familias Monreal y García no pararon y convirtieron a Zacatecas en la arena de una pelea “peligrosa y desgastante que no ha podido parar”, indica Medina, quien señala que ambas tienen su parte de responsabilidad, si bien la mayor recae en la gobernadora, porque no mostró el mínimo interés por asumir que a ella le correspondía promover la unidad desde el poder.
“Si no vamos juntos en este proceso electoral es por el empecinamiento de ella. Esto lo viví dentro del partido: la hostilidad, el deliberado propósito de sabotear toda posibilidad de acuerdo con Ricardo Monreal. Ha sido muy visceral la política del grupo de Amalia García”, señala Medina, y atribuye la exclusión de muchos cuadros del PRD al “obsesivo rechazo a todo lo que oliera a Monreal, lo que rebasó toda cordura y debilitó a las fuerzas progresistas en Zacatecas”.
Esta ruptura tuvo como consecuencia la salida del PRD de Miguel Alonso, ahora el candidato de la alianza PRI-PVEM-Panal, que encabeza las preferencias ciudadanas en Zacatecas, según encuestas de Parametría y Gabinete de Comunicación Estratégica, seguido por los candidatos del PRD, Antonio Mejía Haro; del PAN, Cuauhtémoc Sandoval, y del PT, David Monreal.
–¿Esta pelea entre Amalia García y Ricardo Monreal ha minado las fuerzas del PRD?
–Sí. Ha sido una acción política irresponsable para los asuntos públicos, para la acción gubernamental y para el partido. De ambas partes ha sido irresponsable y habla de la pobreza del liderazgo partidista, porque debió haberlo encauzado y atendido.
Compra de votos
Raymundo Cárdenas, que renunció al PRD en febrero pasado, fue compañero de lucha y de bancada de Amalia García en el Congreso de la Unión. El motivo de su renuncia, afirma, fue que la gobernadora impuso a sus candidatos y recurrió a las viejas prácticas de compra y coacción del voto, ejercidas por el PRI durante muchos años y contra las cuales el perredismo luchó desde su formación en 1989.
Aspirante a la candidatura al gobierno del estado, Cárdenas asegura que con Amalia García hubo un retroceso grave en el proceso de democratización.
“Nosotros fundamos al PRD contra el dedazo y el autoritarismo porque creíamos que los intereses de los trabajadores podían avanzar parejo a la democracia, y hoy lo que encontramos con Amalia es que el PRD se volvió irrelevante y ella se convirtió en la gran electora. Todo lo que el viejo PRI hacía, ahora lo hace Amalia dentro del propio perredismo y actúa contra quienes no somos sus incondicionales”, asegura en entrevista.
Secretario general del PRD cuando Amalia García era la presidenta de esta organización política, y secretario de Gobierno con Monreal, Raymundo Cárdenas denuncia que no hubo proceso de selección interna, y señala que la designación de Miguel Alonso como candidato del PRD se dio por “dedazo”, con el aval de la dirigencia nacional del partido.
Cárdenas, que ahora apoya al candidato de la alianza PRI-PVEM-Panal, cuenta que en el CEN del PRD se “tiene la convicción de que los gobernadores pueden hacer lo que quieran y desean en los estados. Ese el compromiso. A nosotros no nos dieron ni el derecho de audiencia”.
Se queja de que la comisión electoral para la selección de candidato a la gubernatura no revisó los expedientes de los aspirantes registrados, e incluso uno de los integrantes de esa instancia, Gilberto del Real, “no firmó, en protesta”. El dictamen que se votó en el Consejo Estatal “lo trajo Jesús Ortega”.
Según Cárdenas, la administración de Amalia García otorga vales por cinco y hasta por 20 bultos de cemento que canjea la gente en una bodega, “con el compromiso de que el día de la elección van a ir a la casa del Sol a entregar la boleta. Es la vieja fórmula que inventó el PRI y ahora la han perfeccionado. Va alguien de confianza primero a votar, no mete la boleta sino que la lleva a la casa y ahí empieza el carrusel de la gente que cambia su voto por los vales de cemento.
“Eso lo van a hacer masivamente en todo el estado, todo el gobierno está en eso. Parte de mi reclamo y mi salida fue por eso. Nosotros a eso le llamábamos un sistema PRI-gobierno, pero ahora es PRD-gobierno”, reclama.
Otra de las estrategias que están adoptándose para la compra e inducción del voto es la repartición de vales y cheques para las familias más necesitadas. De acuerdo con información entregada al Congreso local por la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional, a cargo de Juan Sánchez Legaspi, hasta el momento se han repartido 40 mil cheques junto con una carta de la gobernadora en la que manifiesta su solidaridad con las familias más necesitadas.
A diferencia de Raymundo Cárdenas –que ve claro el triunfo del candidato priista Miguel Alonso–, Luis Medina sostiene que la competencia está “cerrada”.
–Si la competencia va a estar tan cerrada, ¿qué definirá el proceso electoral? –se le pregunta a medina.
–El dinero va a jugar un papel importante, pero creo que el doctor Mejía tiene la capacidad de mandar el mensaje de que no representa más de lo mismo; tiene posibilidades de alcanzar una victoria legitima. Además, porque los problemas del PRD no tienen nada que ver con él.
Obras son amores
Una de las principales críticas que el exsenador Raymundo Cárdenas hace a Amalia García son los negocios que ha hecho en su administración y el uso de recursos financieros “para hacer ganar a sus precandidatos y después a sus candidatos, comprando votos, condicionando los programas sociales”. Dice que “las relaciones de complicidad que ha tejido con algunos empresarios que han tenido ganancias estratosféricas en este sexenio” quieren ganar esta elección para dar continuidad a sus intereses.
En particular, señala a Salvador Galván, originario de Fresnillo, y a Luis Galarza, “que hace seis años no eran nada y ahora hacen ostentación de su riqueza. Están de la mano con el candidato de la gobernadora”.
–¿Ellos son el sustento financiero de la campaña?
–Así es. Ellos hicieron las dos obras más grandes en el estado, aumentaron los precios a las obras y ese sobreprecio se lo pasan al equipo político de Amalia.
–¿Eso se puede corroborar?
–Eso aquí todo mundo lo sabe: el Palacio de Convenciones resultó mucho más caro de lo que se reportó, y eso lo dicen todos los expresidentes de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, que critican los costos. El otro proyecto es la plaza Bicentenario, en el centro de la ciudad, que también tiene un sobreprecio enorme. Hay testimonios de trabajadores que dicen que han recibido la orden de elevar los costos.
–¿Ese es un negocio de ellos y de la gobernadora?
–Sí, claro, de ellos y de la gobernadora. Esa es sólo una muestra...
Apunta que lo peor es que pretenden mantenerse en el gobierno otros seis años, razón por la cual “Amalia postula a su primo Rafael Medina para la capital, tiene a medio gabinete como candidatos en las principales ciudades y es evidente el deseo de prevalecer en el gobierno otros seis años.”
Raymundo Cárdenas resalta otro rasgo de la administración de García: el nepotismo.
Su esposo, Héctor Castanedo Quirarte, es el secretario de Obras Públicas; María Concepción García Medina, hermana de la gobernadora, es la subprocuradora general de justicia; Rafael Medina Briones, primo hermano, fue su secretario particular y ahora es candidato a la presidencia municipal de la capital; Julieta Medina Briones, prima hermana de la gobernadora y esposa del secretario de Obras Públicas del gobierno estatal, es la directora del Museo Zacatecano.
Francisco García González, primo hermano, fue el secretario de Planeación y Desarrollo Social; mientras que la cuñada de la gobernadora, Hortensia Corichi Flores, es la directora de Promoción en la representación del gobierno del estado en la Ciudad de México.
Otros dos primos hermanos también se colocaron: Refugio Medina es diputado local por el municipio de Guadalupe, y Humberto Medina es alcalde del municipio de Tabasco. Suheid Martínez García, sobrina de la gobernadora, es la directora administrativa del DIF en el estado.
Raymundo Cárdenas califica lo anterior como “la más grande red de nepotismo en el país”, pero el papel central, dice, se lo lleva la hija de la gobernadora, Claudia Corichi, su operadora política.
“Su hija Claudia Corichi es un verdadero problema. Si en parte se justifica la alianza PRD-PAN por los gobiernos que hay en Oaxaca y Puebla, yo digo que algo así se justifica en Zacatecas, pero en contra de Amalia.
“La diferencia es que ella tenía una imagen demócrata y nadie se esperaba lo que está haciendo, que un partido que nació contra el autoritarismo y el dedazo ahora lo aplique a todo lo que da. Un partido que nace contra los privilegios, ahora está garantizando en Zacatecas los intereses de un grupo de empresarios.”
También acusa a la gobernadora de gastar en medios 332 millones 374 mil 561 pesos en lo que va de su sexenio, según datos de la Secretaría de Finanzas del estado.
“Construyeron una red de complicidades que dio acceso a mucho dinero y quedaron presos de eso. Es terrible”, señala Raymundo Cárdenas.