Más focos rojos…
Julio Ricardo Blanchet Cruz
Aunque infortunadamente los linchamientos no son nada nuevo en nuestro México (o lo que queda de El) y por consiguiente no pueden atribuirse a la presente administración…
Todavía está presente lo sucedido en Tlahuac, donde dos agentes policíacos fueron quemados vivos. Y donde, también cabe decirlo, la delincuencia, según los vecinos, ha disminuido considerablemente y no han vuelto a haber secuestros ni violaciones. Lo que es altamente significativo y dice mucho entre líneas…
Cabe recordar que el 23 de noviembre de 2004, tres elementos de la entonces Policía Federal Preventiva (uno de ellos logró sobrevivir) fueron retenidos por habitantes del pueblo de San Juan Ixtayopan, luego de que fueron acusados de fotografiar niños en las inmediaciones de una escuela y por tanto considerados como secuestradores…
El caso es que tomar la Justicia por mano propia no son hechos nuevo, pero hacen ver la desesperación de un Pueblo que no encuentra la Justicia y deciden ejercerla ellos mismos…
Lo sucedido en Milpa Alta, donde una turba secuestró y pretendía linchar a tres policías federales que supuestamente iban a detener a dos secuestradores, a los que la turba defendió, debe de hacernos pensar que el Pueblo no confía en sus Autoridades…
Afortunadamente el asunto, por esta ocasión, no llegó a mayores. Y con lesionados por ambos bandos (policías y civiles) y daños materiales cuantiosos, pero se pactó en quedar “tablas”…
Las Autoridades, que posteriormente levantaron actas para investigar los hechos, ya habían detenido a los supuestos secuestradores y según esto los tenían en la PGR, los devolvieron…
Eran dos individuos, un hombre y una mujer, a cambio de los dos policías que fueron retenidos (uno antes ya había sido puesto en libertad; pero el asunto ciertamente que no es muy claro) más los otros que detuvieron durante las tres horas que duró la refriega…
Pero todo indica que hechos de este tipo seguirán sucediendo y serán, lamentablemente, cada vez más frecuentes. Cuando menos mientras no haya confianza en la procuración y la administración de la Justicia…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
Aunque infortunadamente los linchamientos no son nada nuevo en nuestro México (o lo que queda de El) y por consiguiente no pueden atribuirse a la presente administración…
Todavía está presente lo sucedido en Tlahuac, donde dos agentes policíacos fueron quemados vivos. Y donde, también cabe decirlo, la delincuencia, según los vecinos, ha disminuido considerablemente y no han vuelto a haber secuestros ni violaciones. Lo que es altamente significativo y dice mucho entre líneas…
Cabe recordar que el 23 de noviembre de 2004, tres elementos de la entonces Policía Federal Preventiva (uno de ellos logró sobrevivir) fueron retenidos por habitantes del pueblo de San Juan Ixtayopan, luego de que fueron acusados de fotografiar niños en las inmediaciones de una escuela y por tanto considerados como secuestradores…
El caso es que tomar la Justicia por mano propia no son hechos nuevo, pero hacen ver la desesperación de un Pueblo que no encuentra la Justicia y deciden ejercerla ellos mismos…
Lo sucedido en Milpa Alta, donde una turba secuestró y pretendía linchar a tres policías federales que supuestamente iban a detener a dos secuestradores, a los que la turba defendió, debe de hacernos pensar que el Pueblo no confía en sus Autoridades…
Afortunadamente el asunto, por esta ocasión, no llegó a mayores. Y con lesionados por ambos bandos (policías y civiles) y daños materiales cuantiosos, pero se pactó en quedar “tablas”…
Las Autoridades, que posteriormente levantaron actas para investigar los hechos, ya habían detenido a los supuestos secuestradores y según esto los tenían en la PGR, los devolvieron…
Eran dos individuos, un hombre y una mujer, a cambio de los dos policías que fueron retenidos (uno antes ya había sido puesto en libertad; pero el asunto ciertamente que no es muy claro) más los otros que detuvieron durante las tres horas que duró la refriega…
Pero todo indica que hechos de este tipo seguirán sucediendo y serán, lamentablemente, cada vez más frecuentes. Cuando menos mientras no haya confianza en la procuración y la administración de la Justicia…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.