Boquetes por todos lados
Revista Forum: Patricio Cortés
* Crisis en las finanzas públicas, fiscal, bancaria, sector externo…
* No ha tocado fondo: Arturo Huerta
* Disciplina fiscal con privatizaciones y disminución de la inversión pública
* El gobierno puede trabajar con gasto deficitario
* El problema es político y de enfoque: Violeta Mireya Rodríguez
* El país está capturado por rentistas, monopolios, oligopolios, sindicatos y políticos: Alejandro Villagómez
Hoy sabemos que hay un boquete gigante en las finanzas públicas, se dice que por lo menos de 300 mil millones de pesos y desde el gobierno nos han avisado que se recortará el gasto, subirán los impuestos y el costo de varios servicios públicos.
Este problema se veía venir, pues desde hace tiempo estábamos gozando de grandes excedentes petroleros que se sabía eran momentáneos. Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, criticó que los ingresos extraordinarios que obtuvo el país por la exportación de crudo, alrededor de 180 mil millones de pesos al año en promedio, se hayan utilizado para financiar el gasto de la administración y no en mejorar la competitividad nacional.
Esta situación fue corroborada en mayo de 2007 por el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Fernando Sánchez Ugarte, cuando se hablaba de 197 mil 241.4 millones de pesos en excedentes tan sólo del primer trimestre.
Felipe Calderón a su vez recibió el país con crecientes excedentes petroleros cuyo destino quedó en la opacidad. Hoy ya no existen y sí un gigantesco faltante. En 2008 trabajó con un presupuesto de 1 billón 899 mil 925 millones. Por su parte Ernesto Zedillo, en su último año, lo hizo con 1 billón 195 mil 313 millones. Es decir, el panista contó con casi el doble sin tomar en cuenta los excedentes petroleros.
El doctor Arturo Huerta, investigador de la Facultad de Economía de la máxima casa de estudios, advierte a Forum: "El gobierno desde hace décadas ha venido descansando en los ingresos petroleros para financiar sus ingresos. De hecho, el año pasado llegaron a representar el 40% de los ingresos gubernamentales. Esto es reflejo de la política tributaria en favor de las grandes empresas y del sector financiero que no se sujetan a los impuestos o los eluden".
Añade: "El gobierno, dentro de sus políticas de disciplina fiscal, ha venido reduciendo su gasto. Si gasta poco frena la actividad económica y la captación de impuestos es en función de la dinámica económica. Entonces al gastar poco, frena el ingreso de los individuos y reduce la captación tributaria".
"Aunque hay evidencia de que con el boom petrolero se incrementó el gasto público, pero como estamos en un contexto de economía abierta éste no tiene impacto multiplicador interno. Si el gobierno gastase a favor de impulsar la dinámica agrícola e industrial, de crear empleos, por lógica estaría favoreciendo a los ingresos de los individuos, pero resulta que el gasto que el gobierno realiza se va en gran medida a importaciones en este contexto de economía abierta y dólar barato. De ahí que haya estadísticas del gran crecimiento de las importaciones, que lleva a que se filtre al exterior todo incremento de la demanda de gasto, sea del sector público o del sector privado", acota.
Refiere: "En el periodo de (Vicente) Fox hubo gran entrada de capitales, tanto por el boom petrolero, por las remesas, la inversión extranjera, y el crecimiento no rebasó el 3% anual".
Sobre el boquete opina el también autor de Hacia el colapso de la economía mexicana: "En Hacienda están preocupados por tapar ese hoyo de más de 300 mil millones porque trabajan dentro de la concepción de disciplina fiscal. Igualan gasto público a sus ingresos, justo para tener buenas calificaciones por parte del capital financiero internacional que quiere que el país trabaje con disciplina fiscal, porque es un elemento que permite disminuir la inflación y la contraparte es que el sector privado pase a invertir donde el gobierno deja de hacerlo".
Comenta visiblemente molesto: "La disciplina fiscal se ha logrado en nuestro país vía privatización de empresas públicas, vía disminución de la inversión pública en Pemex (Petróleos Mexicanos), en la CFE (Comisión Federal de Electricidad) y en infraestructura".
¿Qué pasa si no tapamos el famoso boquete?
—El gobierno puede trabajar con gasto deficitario. Lo ha hecho a lo largo de la historia, lo hacía cuando el banco central (hoy autónomo) dependía del Ejecutivo. Dentro del modelo económico en el cual estamos, se le quitó el manejo de la moneda al gobierno y por tanto ya no puede trabajar con gasto deficitario.
"Para poder trabajar con gasto deficitario y financiarse con moneda tendría que dejar de lado la autonomía del banco central, cosa que nadie lo plantea; porque todo mundo quiere estar bien con el capital financiero, aun en decremento de lo nacional. Perfectamente el gobierno puede trabajar con gasto deficitario, Estados Unidos lo está haciendo. Si se te están cayendo las exportaciones, si el sector privado no está invirtiendo, el único que puede invertir es el gobierno vía gasto deficitario. Lo que está haciendo es reducir gasto, de ahí que sigamos en declive. Esta crisis no ha tocado fondo, la actividad económica en 2009 va a caer arriba del 10 u 11% y en 2010 va a estar igual. La única preocupación de ellos es la inflación, porque funciona a favor de quien controla la moneda: el capital financiero".
Propone: "Para que esto no genere inflación mayor, hay que proteger la economía y ese gasto deficitario debe ser en favor de la producción. El gobierno para esto debe meter el control de cambios, porque el capital financiero no lo va a aceptar, se va a ir y te va presionar sobre el tipo de cambio y va a agotar las reservas internacionales. López Portillo metió el control de cambios cuando ya nos habían saqueado, hay que meterlo antes de que nos saqueen".
Sobre el destino de los anhelados excedentes petroleros comenta: "Se despilfarraron a estados y municipios, donde se compraron sus camionetotas, amueblaron sus oficinas, construyeron puentes que no tienen nada que hacer con respecto al desarrollo económico. Se gastó en infraestructura para facilitar la entrada de productos que vienen del extranjero, no para desarrollar la esfera productiva nacional".
Vaticina: "Todo se lo dejan al libre mercado y el resultado será más crisis que se traducirá en el estallido social, no tengo la menor duda. Así como dice Calderón que el próximo año es la crisis fiscal, también va a ser la crisis bancaria porque se está acentuando el problema de la cartera vencida; aparte está la crisis con el sector externo que antes se amortiguó vía endeudamiento que se tuvo con el Fondo Monetario Internacional y con la Reserva Federal. Resulta que esos recursos se están acabando, porque el banco central se los está dando, día a día, a los especuladores. Tenemos boquetes por todos lados".
¿Qué opina del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a alimentos y medicinas como medida de captación?
—Eso no va a resolver absolutamente nada, sino al contrario. El aumento de impuestos va a disminuir todavía más el poder adquisitivo de la población y el consumo. Se va a contraer más la economía y va disminuir la captación tributaria.
No podemos seguir en el contexto del libre mercado. Se requiere de un Estado que regule el sector financiero, el sector externo, el movimiento de mercancías y capitales y que ponga en el centro el pleno empleo, el desarrollo del sector agrícola e industrial. Eso no lo desarrolla el libre mercado, sino un Estado que te ponga lo nacional frente a lo internacional. Implica decisiones políticas y ningún partido lo está planteando, nadie tiene proyecto de nación. Esto es económicamente insostenible".
Por su parte, la doctora Violeta Mireya Rodríguez Del Villar, especialista en déficit público e intercambio comercial y financiero del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte a los lectores de Forum que la crisis ya se venía venir, pues desde 1982 quedó muy claro que no debemos depender de la volatilidad de los precios del petróleo. Incluso los organismos internacionales han recomendado a México, repetidamente, que no base el presupuesto en el precio del petróleo que tiene clara tendencia a ser inestable porque se maneja de manera oligopólica.
"El problema es político y de enfoque. Desde el punto de vista político lo ideal es que se incrementaran los impuestos, pero desde el punto de vista de la población con un gobierno que ha tenido tantas fallas, no es posible. Por otro lado, la situación es muy difícil y muy poca gente podría pagar más impuestos".
Expone que analizado desde el punto de vista histórico, el presupuesto con el que se ha contado en los últimos años ha sido alto, pero no se utilizó en crear una base que permitiese recaudar más: "La idea que tiene el gobierno federal, básicamente, es que todos los remanentes que vaya obteniendo por ingresos hay que meterlos a fondos de estabilización o a reserva. El problema es que cuando lo metemos ahí ya no lo podemos gastar, es un ahorro. La Secretaria de Hacienda resultó ser mas estricta que los más estrictos".
Difiere con la idea oficial de contraer el gasto e incrementar los impuestos. Explica que los países desarrollados hacen lo opuesto: "El IVA a alimentos y medicinas afecta a los más pobres. Además, no sabemos cuánto puedan recaudar, porque a lo mejor me compro una aspirina porque todavía puedo, ya con el IVA quien sabe. Puede resultar como con el IETU (Impuesto Empresarial a Tasa Única) que no recaudó lo esperado".
Critica el alto gasto en combate a la delincuencia que asegura es resultado del desempleo y la pobreza: "Pero no lo entienden, para ellos ésa sólo es una variable que pueden abstraer".
Advierte que también han crecido mucho el gasto en la burocracia y que aunque los salarios de la alta burocracia, en suma, no abarcan un alto porcentaje del presupuesto, deberían bajar por un acto de justicia social. Mas, si sumamos todo lo que tiene que ver con prestaciones, como choferes y demás, sí se podría hablar de un ahorro importante.
Nos dice que aunque en apariencia hay una menor deuda externa, la deuda pública sigue en aumento e incluso puede pesar más en las finanzas públicas, pues antes eran deudas a largo plazo con el Fondo Monetario Internacional y ahora son títulos a corto plazo, que pueden ser incluso a 28 días, por lo que el Banco de México debe ofrecer, cada vez, mayores intereses para conservar los capitales.
Para la doctora el problema de cubrir el déficit con deuda, sin hacer ninguna reforma, es que el año entrante tendríamos el mismo problema.
Afirma que para lograr un cambio económico, primero tenemos que ir modificando los tratados internacionales para cambiar el sistema: "Si se encuentra usted otra muchacha, primero tiene que divorciarse y se evitara muchos problemas. El libre mercado ya ha demostrado los resultados negativos".
El doctor Alejandro Villagómez Amescua, investigador del Centro de Estudios y Docencia Económica (CIDE), dice a : "El problema en la reducción de gastos es que mucho es inercial y no es fácil cortarlo. Si vemos el presupuesto, buena parte de ese gasto viene dado por sueldos y salarios, no solamente a burócratas, de hecho la mayor parte es el magisterio y personal de salud eso no se puede cortar.
Normalmente, cada año lo que viene discutiendo el Congreso es una fracción como del 10% que es donde se hacen los ajustes, el resto son gastos ya más comprometidos.
"El problema es si están dispuestos a entrar a una discusión para hacer una modificación de fondo a estas cuentas fiscales y hacer toda una reforma hacendaría estructural. En realidad este es un problema estructural por venir dependiendo de recursos que son fluctuantes como el petróleo y tener una estructura de recaudación mala y de gasto ineficiente. Aumentar impuestos y ajustar subsidios seria inevitable, pero si se hace dentro de un esquema integral, la preocupación fundamental viene sobre las personas de ingresos más bajos, pero si es una solución integral podríamos tener mayor crecimiento y habría una recuperación".
¿Se dice que en tiempos de crisis el gobierno debe gastar más, pero yo veo como que van a hacer lo contrario?
—Esto es lo ideal, siempre y cuando exista la forma de hacerlo, y el problema es que México no tiene la forma de hacerlo y está demostrado. El punto fundamental es que no se puede hacer una política contracíclica fiscal porque las finanzas del gobierno tienen problemas estructurales.
¿Y si nos aventamos el déficit de los más de 300 mil millones?
—Cuando hay un déficit genera distorsiones con el tiempo en la economía, destacando un incremento en las tasas de interés y esto puede afectar la inversión privada en el mediano plazo. Vamos a tener un problema de menor crecimiento, adicionalmente ese déficit se tiene que financiar de alguna forma y es con deuda, al final esa deuda si no se repaga puede ser nociva como ocurrió en los 80. Me podrías decir que aumente el déficit con deuda y que prometan que el próximo año la pagan. El problema es que entre políticos no hay credibilidad y eso se lo penalizan y los recursos se vuelven más caros para financiar tanto al sector privado como al público. Al final para poder hacer eso tendríamos que tener un mecanismo fiscal que permitiera pagar en el pequeño y mediano plazos.
La reforma no es sólo el IVA. Hay que ver varias partes, si partimos de que ese tema no se toca, entonces ya no es integral, pero no es el único punto. Acota: "Otro punto importante en recaudación es todo este esquema de regímenes especiales que supuestamente se plantean para promover ciertos sectores como el transporte; al final de la historia son hoyos que benefician solamente a ciertos grupos. Cuando se habla de una reforma integral es agarrar todo el paquete y ver cómo lo tenemos que manejar incluyendo gasto: hay mucho ineficiente, hay duplicidades. Eso requiere una discusión a fondo. Pero no hay una intención a fondo, el problema es que se politiza fuertemente, obviamente esto implica ganadores y perdedores".
Y enuncia: "Tenemos un problema de finanzas públicas, pero el otro problema es que este país está capturado por grupos de poder, rentistas que están buscando la forma de obtener rentas sin producir nada nuevo, son monopolios, oligopolios, sindicatos, políticos y si vivimos en esas circunstancias no hay las condiciones para generar un mayor crecimiento".
Lo cierto es que los especialistas coinciden en algo: urgen cambios y falta voluntad política para hacerlos.
* Crisis en las finanzas públicas, fiscal, bancaria, sector externo…
* No ha tocado fondo: Arturo Huerta
* Disciplina fiscal con privatizaciones y disminución de la inversión pública
* El gobierno puede trabajar con gasto deficitario
* El problema es político y de enfoque: Violeta Mireya Rodríguez
* El país está capturado por rentistas, monopolios, oligopolios, sindicatos y políticos: Alejandro Villagómez
Hoy sabemos que hay un boquete gigante en las finanzas públicas, se dice que por lo menos de 300 mil millones de pesos y desde el gobierno nos han avisado que se recortará el gasto, subirán los impuestos y el costo de varios servicios públicos.
Este problema se veía venir, pues desde hace tiempo estábamos gozando de grandes excedentes petroleros que se sabía eran momentáneos. Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, criticó que los ingresos extraordinarios que obtuvo el país por la exportación de crudo, alrededor de 180 mil millones de pesos al año en promedio, se hayan utilizado para financiar el gasto de la administración y no en mejorar la competitividad nacional.
Esta situación fue corroborada en mayo de 2007 por el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Fernando Sánchez Ugarte, cuando se hablaba de 197 mil 241.4 millones de pesos en excedentes tan sólo del primer trimestre.
Felipe Calderón a su vez recibió el país con crecientes excedentes petroleros cuyo destino quedó en la opacidad. Hoy ya no existen y sí un gigantesco faltante. En 2008 trabajó con un presupuesto de 1 billón 899 mil 925 millones. Por su parte Ernesto Zedillo, en su último año, lo hizo con 1 billón 195 mil 313 millones. Es decir, el panista contó con casi el doble sin tomar en cuenta los excedentes petroleros.
El doctor Arturo Huerta, investigador de la Facultad de Economía de la máxima casa de estudios, advierte a Forum: "El gobierno desde hace décadas ha venido descansando en los ingresos petroleros para financiar sus ingresos. De hecho, el año pasado llegaron a representar el 40% de los ingresos gubernamentales. Esto es reflejo de la política tributaria en favor de las grandes empresas y del sector financiero que no se sujetan a los impuestos o los eluden".
Añade: "El gobierno, dentro de sus políticas de disciplina fiscal, ha venido reduciendo su gasto. Si gasta poco frena la actividad económica y la captación de impuestos es en función de la dinámica económica. Entonces al gastar poco, frena el ingreso de los individuos y reduce la captación tributaria".
"Aunque hay evidencia de que con el boom petrolero se incrementó el gasto público, pero como estamos en un contexto de economía abierta éste no tiene impacto multiplicador interno. Si el gobierno gastase a favor de impulsar la dinámica agrícola e industrial, de crear empleos, por lógica estaría favoreciendo a los ingresos de los individuos, pero resulta que el gasto que el gobierno realiza se va en gran medida a importaciones en este contexto de economía abierta y dólar barato. De ahí que haya estadísticas del gran crecimiento de las importaciones, que lleva a que se filtre al exterior todo incremento de la demanda de gasto, sea del sector público o del sector privado", acota.
Refiere: "En el periodo de (Vicente) Fox hubo gran entrada de capitales, tanto por el boom petrolero, por las remesas, la inversión extranjera, y el crecimiento no rebasó el 3% anual".
Sobre el boquete opina el también autor de Hacia el colapso de la economía mexicana: "En Hacienda están preocupados por tapar ese hoyo de más de 300 mil millones porque trabajan dentro de la concepción de disciplina fiscal. Igualan gasto público a sus ingresos, justo para tener buenas calificaciones por parte del capital financiero internacional que quiere que el país trabaje con disciplina fiscal, porque es un elemento que permite disminuir la inflación y la contraparte es que el sector privado pase a invertir donde el gobierno deja de hacerlo".
Comenta visiblemente molesto: "La disciplina fiscal se ha logrado en nuestro país vía privatización de empresas públicas, vía disminución de la inversión pública en Pemex (Petróleos Mexicanos), en la CFE (Comisión Federal de Electricidad) y en infraestructura".
¿Qué pasa si no tapamos el famoso boquete?
—El gobierno puede trabajar con gasto deficitario. Lo ha hecho a lo largo de la historia, lo hacía cuando el banco central (hoy autónomo) dependía del Ejecutivo. Dentro del modelo económico en el cual estamos, se le quitó el manejo de la moneda al gobierno y por tanto ya no puede trabajar con gasto deficitario.
"Para poder trabajar con gasto deficitario y financiarse con moneda tendría que dejar de lado la autonomía del banco central, cosa que nadie lo plantea; porque todo mundo quiere estar bien con el capital financiero, aun en decremento de lo nacional. Perfectamente el gobierno puede trabajar con gasto deficitario, Estados Unidos lo está haciendo. Si se te están cayendo las exportaciones, si el sector privado no está invirtiendo, el único que puede invertir es el gobierno vía gasto deficitario. Lo que está haciendo es reducir gasto, de ahí que sigamos en declive. Esta crisis no ha tocado fondo, la actividad económica en 2009 va a caer arriba del 10 u 11% y en 2010 va a estar igual. La única preocupación de ellos es la inflación, porque funciona a favor de quien controla la moneda: el capital financiero".
Propone: "Para que esto no genere inflación mayor, hay que proteger la economía y ese gasto deficitario debe ser en favor de la producción. El gobierno para esto debe meter el control de cambios, porque el capital financiero no lo va a aceptar, se va a ir y te va presionar sobre el tipo de cambio y va a agotar las reservas internacionales. López Portillo metió el control de cambios cuando ya nos habían saqueado, hay que meterlo antes de que nos saqueen".
Sobre el destino de los anhelados excedentes petroleros comenta: "Se despilfarraron a estados y municipios, donde se compraron sus camionetotas, amueblaron sus oficinas, construyeron puentes que no tienen nada que hacer con respecto al desarrollo económico. Se gastó en infraestructura para facilitar la entrada de productos que vienen del extranjero, no para desarrollar la esfera productiva nacional".
Vaticina: "Todo se lo dejan al libre mercado y el resultado será más crisis que se traducirá en el estallido social, no tengo la menor duda. Así como dice Calderón que el próximo año es la crisis fiscal, también va a ser la crisis bancaria porque se está acentuando el problema de la cartera vencida; aparte está la crisis con el sector externo que antes se amortiguó vía endeudamiento que se tuvo con el Fondo Monetario Internacional y con la Reserva Federal. Resulta que esos recursos se están acabando, porque el banco central se los está dando, día a día, a los especuladores. Tenemos boquetes por todos lados".
¿Qué opina del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a alimentos y medicinas como medida de captación?
—Eso no va a resolver absolutamente nada, sino al contrario. El aumento de impuestos va a disminuir todavía más el poder adquisitivo de la población y el consumo. Se va a contraer más la economía y va disminuir la captación tributaria.
No podemos seguir en el contexto del libre mercado. Se requiere de un Estado que regule el sector financiero, el sector externo, el movimiento de mercancías y capitales y que ponga en el centro el pleno empleo, el desarrollo del sector agrícola e industrial. Eso no lo desarrolla el libre mercado, sino un Estado que te ponga lo nacional frente a lo internacional. Implica decisiones políticas y ningún partido lo está planteando, nadie tiene proyecto de nación. Esto es económicamente insostenible".
Por su parte, la doctora Violeta Mireya Rodríguez Del Villar, especialista en déficit público e intercambio comercial y financiero del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte a los lectores de Forum que la crisis ya se venía venir, pues desde 1982 quedó muy claro que no debemos depender de la volatilidad de los precios del petróleo. Incluso los organismos internacionales han recomendado a México, repetidamente, que no base el presupuesto en el precio del petróleo que tiene clara tendencia a ser inestable porque se maneja de manera oligopólica.
"El problema es político y de enfoque. Desde el punto de vista político lo ideal es que se incrementaran los impuestos, pero desde el punto de vista de la población con un gobierno que ha tenido tantas fallas, no es posible. Por otro lado, la situación es muy difícil y muy poca gente podría pagar más impuestos".
Expone que analizado desde el punto de vista histórico, el presupuesto con el que se ha contado en los últimos años ha sido alto, pero no se utilizó en crear una base que permitiese recaudar más: "La idea que tiene el gobierno federal, básicamente, es que todos los remanentes que vaya obteniendo por ingresos hay que meterlos a fondos de estabilización o a reserva. El problema es que cuando lo metemos ahí ya no lo podemos gastar, es un ahorro. La Secretaria de Hacienda resultó ser mas estricta que los más estrictos".
Difiere con la idea oficial de contraer el gasto e incrementar los impuestos. Explica que los países desarrollados hacen lo opuesto: "El IVA a alimentos y medicinas afecta a los más pobres. Además, no sabemos cuánto puedan recaudar, porque a lo mejor me compro una aspirina porque todavía puedo, ya con el IVA quien sabe. Puede resultar como con el IETU (Impuesto Empresarial a Tasa Única) que no recaudó lo esperado".
Critica el alto gasto en combate a la delincuencia que asegura es resultado del desempleo y la pobreza: "Pero no lo entienden, para ellos ésa sólo es una variable que pueden abstraer".
Advierte que también han crecido mucho el gasto en la burocracia y que aunque los salarios de la alta burocracia, en suma, no abarcan un alto porcentaje del presupuesto, deberían bajar por un acto de justicia social. Mas, si sumamos todo lo que tiene que ver con prestaciones, como choferes y demás, sí se podría hablar de un ahorro importante.
Nos dice que aunque en apariencia hay una menor deuda externa, la deuda pública sigue en aumento e incluso puede pesar más en las finanzas públicas, pues antes eran deudas a largo plazo con el Fondo Monetario Internacional y ahora son títulos a corto plazo, que pueden ser incluso a 28 días, por lo que el Banco de México debe ofrecer, cada vez, mayores intereses para conservar los capitales.
Para la doctora el problema de cubrir el déficit con deuda, sin hacer ninguna reforma, es que el año entrante tendríamos el mismo problema.
Afirma que para lograr un cambio económico, primero tenemos que ir modificando los tratados internacionales para cambiar el sistema: "Si se encuentra usted otra muchacha, primero tiene que divorciarse y se evitara muchos problemas. El libre mercado ya ha demostrado los resultados negativos".
El doctor Alejandro Villagómez Amescua, investigador del Centro de Estudios y Docencia Económica (CIDE), dice a : "El problema en la reducción de gastos es que mucho es inercial y no es fácil cortarlo. Si vemos el presupuesto, buena parte de ese gasto viene dado por sueldos y salarios, no solamente a burócratas, de hecho la mayor parte es el magisterio y personal de salud eso no se puede cortar.
Normalmente, cada año lo que viene discutiendo el Congreso es una fracción como del 10% que es donde se hacen los ajustes, el resto son gastos ya más comprometidos.
"El problema es si están dispuestos a entrar a una discusión para hacer una modificación de fondo a estas cuentas fiscales y hacer toda una reforma hacendaría estructural. En realidad este es un problema estructural por venir dependiendo de recursos que son fluctuantes como el petróleo y tener una estructura de recaudación mala y de gasto ineficiente. Aumentar impuestos y ajustar subsidios seria inevitable, pero si se hace dentro de un esquema integral, la preocupación fundamental viene sobre las personas de ingresos más bajos, pero si es una solución integral podríamos tener mayor crecimiento y habría una recuperación".
¿Se dice que en tiempos de crisis el gobierno debe gastar más, pero yo veo como que van a hacer lo contrario?
—Esto es lo ideal, siempre y cuando exista la forma de hacerlo, y el problema es que México no tiene la forma de hacerlo y está demostrado. El punto fundamental es que no se puede hacer una política contracíclica fiscal porque las finanzas del gobierno tienen problemas estructurales.
¿Y si nos aventamos el déficit de los más de 300 mil millones?
—Cuando hay un déficit genera distorsiones con el tiempo en la economía, destacando un incremento en las tasas de interés y esto puede afectar la inversión privada en el mediano plazo. Vamos a tener un problema de menor crecimiento, adicionalmente ese déficit se tiene que financiar de alguna forma y es con deuda, al final esa deuda si no se repaga puede ser nociva como ocurrió en los 80. Me podrías decir que aumente el déficit con deuda y que prometan que el próximo año la pagan. El problema es que entre políticos no hay credibilidad y eso se lo penalizan y los recursos se vuelven más caros para financiar tanto al sector privado como al público. Al final para poder hacer eso tendríamos que tener un mecanismo fiscal que permitiera pagar en el pequeño y mediano plazos.
La reforma no es sólo el IVA. Hay que ver varias partes, si partimos de que ese tema no se toca, entonces ya no es integral, pero no es el único punto. Acota: "Otro punto importante en recaudación es todo este esquema de regímenes especiales que supuestamente se plantean para promover ciertos sectores como el transporte; al final de la historia son hoyos que benefician solamente a ciertos grupos. Cuando se habla de una reforma integral es agarrar todo el paquete y ver cómo lo tenemos que manejar incluyendo gasto: hay mucho ineficiente, hay duplicidades. Eso requiere una discusión a fondo. Pero no hay una intención a fondo, el problema es que se politiza fuertemente, obviamente esto implica ganadores y perdedores".
Y enuncia: "Tenemos un problema de finanzas públicas, pero el otro problema es que este país está capturado por grupos de poder, rentistas que están buscando la forma de obtener rentas sin producir nada nuevo, son monopolios, oligopolios, sindicatos, políticos y si vivimos en esas circunstancias no hay las condiciones para generar un mayor crecimiento".
Lo cierto es que los especialistas coinciden en algo: urgen cambios y falta voluntad política para hacerlos.