Nombramiento acorde con la corrupta usurpación fascista
María Teresa Jardí
* Feliz viaje y mucha mierda
Escuchando el nombramiento del nuevo secretario de Gobernación, cargo usurpado también por la fascista derecha que el PAN encabeza, me viene de inmediato a la cabeza un dato escalofriante ¿qué acaso no era uno de los representantes legales, Fernando Gómez Mont, del hospital donde se les murió o asesinaron a Amado Carrillo? Para de inmediato quedarme claro que la derechura que nos hace saber: “que es lo que más admira en Fernando Gómez Mont”, Diego Fernández de Cevallos, es la chuecura necesaria para las familias mafiosas que el poder, en el México, convertido por ellas, en nacoestado, controlan.
Y como un día antes —del nombramiento del sucesor a modo del otro a modo secretario de Gobernación convertido entre otras cosas en pasado presumiblemente por los mismos que lo ensalzan— me leí, de principio a fin, una novela que todavía elaboro y disfruto en mi cabeza, me remito a su enseñanza, tantas veces usada por los escritores que pasan a la historia, en la que va descubriéndonos, Luis Leante, Premio Alfaguara de Novela 2007, a través de una historia de amor, la corrupción de la Legión y los muchos crímenes cometidos por España contra la población Saharahui, que no por conocida, en mi caso un tío apoyaba con dinero al pueblo polinesio, deja de ser un buen recordatorio con van hoy las cosas.
Una es la historia que escriben los que desde el poder, en el caso mexicano a la mala usurpado, operan. Y otra es la historia verdadera que el pueblo conoce y que siempre acaba por ser rescatada, por y para la historia, poniendo a cada uno en el sitito que le corresponde.
POR ESTO! ya ha recordado algunos de los muchos “méritos” que tiene el nuevo secretario encargado del gabinete más importante de la usurpada república. Y desde luego está su representación legal del hospital donde narcos de la talla de Carrillo Fuentes se operaban ¿no? Digo, salta a la vista que las suspicacias que lo anterior levanta implican un problema de ética elemental para no ser nombrado para ocupar ese cargo. Pero en el México hoy usurpado por la fascista derecha que entrega ya los bienes del país, “que no buscaba entregar”, gritaban a voz en cuello los a modo, el nombramiento es perfecto.
A botepronto recuerdo, del nuevo encargado de la Secretaría de Gobernación por el PAN usurpada, que cuando Carpizo, todavía como presidente de la CNDH, enfrenta a Morales Lechuga con sus recomendaciones, lo que hace el entonces Procurador General de la República, para desprestigiar a Carpizo y para anular las recomendaciones, es nombrar a un Comité Ciudadano, muy bien pagado, integrado por individuos que se prestan a jugar ese papel, Ramón Sosamontes, sí, el amigo de Ahumada, es uno de los integrantes y Fernando Gómez Mont es otro.
El jurista, Arnulfo Martínez Lavalle, mi maestro de Penal, mi maestro a lo largo de los cuatro cursos anuales que entonces se llevaban en la carrera de Derecho en la UNAM, nos enseñó, como se enseñará todavía supongo en los países civilizados, que todo delincuente tiene derecho a una defensa. Pero también nos hizo saber que todo abogado tiene derecho a elegir a quién defiende y a quién no.
Y, como es obvio, como es evidente, un problema de lógica elemental y de inteligencia, todavía más elemental, quien hace de su carrera una larga cadena de defensas a delincuentes de ligas mayores, no reúne los requisitos de ética elemental para ocupar la cartera de secretario de Gobernación por muy buen abogado que sea o más bien porque el serlo lo nulifica para ocupar ese cargo.
Por ética elemental Gómez Mont no habría sido nombrado jamás secretario de Gobernación en una República moderna y realmente democrática. Otra cosa, ya se sabe, son los narcoestados y peor aún cuando su Ejecutivo está usurpado por la corrupta y fascista ultraderecha que lo único que colecciona, amén del dinero con el que las trasnacionales la compran, son impunes asesinatos.
* Feliz viaje y mucha mierda
Escuchando el nombramiento del nuevo secretario de Gobernación, cargo usurpado también por la fascista derecha que el PAN encabeza, me viene de inmediato a la cabeza un dato escalofriante ¿qué acaso no era uno de los representantes legales, Fernando Gómez Mont, del hospital donde se les murió o asesinaron a Amado Carrillo? Para de inmediato quedarme claro que la derechura que nos hace saber: “que es lo que más admira en Fernando Gómez Mont”, Diego Fernández de Cevallos, es la chuecura necesaria para las familias mafiosas que el poder, en el México, convertido por ellas, en nacoestado, controlan.
Y como un día antes —del nombramiento del sucesor a modo del otro a modo secretario de Gobernación convertido entre otras cosas en pasado presumiblemente por los mismos que lo ensalzan— me leí, de principio a fin, una novela que todavía elaboro y disfruto en mi cabeza, me remito a su enseñanza, tantas veces usada por los escritores que pasan a la historia, en la que va descubriéndonos, Luis Leante, Premio Alfaguara de Novela 2007, a través de una historia de amor, la corrupción de la Legión y los muchos crímenes cometidos por España contra la población Saharahui, que no por conocida, en mi caso un tío apoyaba con dinero al pueblo polinesio, deja de ser un buen recordatorio con van hoy las cosas.
Una es la historia que escriben los que desde el poder, en el caso mexicano a la mala usurpado, operan. Y otra es la historia verdadera que el pueblo conoce y que siempre acaba por ser rescatada, por y para la historia, poniendo a cada uno en el sitito que le corresponde.
POR ESTO! ya ha recordado algunos de los muchos “méritos” que tiene el nuevo secretario encargado del gabinete más importante de la usurpada república. Y desde luego está su representación legal del hospital donde narcos de la talla de Carrillo Fuentes se operaban ¿no? Digo, salta a la vista que las suspicacias que lo anterior levanta implican un problema de ética elemental para no ser nombrado para ocupar ese cargo. Pero en el México hoy usurpado por la fascista derecha que entrega ya los bienes del país, “que no buscaba entregar”, gritaban a voz en cuello los a modo, el nombramiento es perfecto.
A botepronto recuerdo, del nuevo encargado de la Secretaría de Gobernación por el PAN usurpada, que cuando Carpizo, todavía como presidente de la CNDH, enfrenta a Morales Lechuga con sus recomendaciones, lo que hace el entonces Procurador General de la República, para desprestigiar a Carpizo y para anular las recomendaciones, es nombrar a un Comité Ciudadano, muy bien pagado, integrado por individuos que se prestan a jugar ese papel, Ramón Sosamontes, sí, el amigo de Ahumada, es uno de los integrantes y Fernando Gómez Mont es otro.
El jurista, Arnulfo Martínez Lavalle, mi maestro de Penal, mi maestro a lo largo de los cuatro cursos anuales que entonces se llevaban en la carrera de Derecho en la UNAM, nos enseñó, como se enseñará todavía supongo en los países civilizados, que todo delincuente tiene derecho a una defensa. Pero también nos hizo saber que todo abogado tiene derecho a elegir a quién defiende y a quién no.
Y, como es obvio, como es evidente, un problema de lógica elemental y de inteligencia, todavía más elemental, quien hace de su carrera una larga cadena de defensas a delincuentes de ligas mayores, no reúne los requisitos de ética elemental para ocupar la cartera de secretario de Gobernación por muy buen abogado que sea o más bien porque el serlo lo nulifica para ocupar ese cargo.
Por ética elemental Gómez Mont no habría sido nombrado jamás secretario de Gobernación en una República moderna y realmente democrática. Otra cosa, ya se sabe, son los narcoestados y peor aún cuando su Ejecutivo está usurpado por la corrupta y fascista ultraderecha que lo único que colecciona, amén del dinero con el que las trasnacionales la compran, son impunes asesinatos.