La represión está presente
Julio Pimentel Ramírez
Con relativa frecuencia, menos de la necesaria, se denuncia en algunos medios de comunicación (en forma destacada en el POR ESTO! diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía) el preocupante proceso de degradación de la vida política nacional, una de cuyas afiladas aristas es la que se refiere a la creciente estrategia estatal de criminalizar la protesta social.
Los viejos tiempos de la antidemocracia, el autoritarismo y la represión no se han ido, están presentes en el hostigamiento a comunidades campesinas, encarcelamiento, torturas y desaparición forzada de opositores considerados radicales por la clase en el poder.
Ejemplos de esto hay muchos, veamos algunos de ellos. El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), una de las agrupaciones populares que realiza sus actividades al margen de los partidos con registro oficial, denuncia que es objeto de represión y hostigamiento gubernamental en Chiapas, Hidalgo, Veracruz y Michoacán.
Denuncia el FNLS que en Chiapas, entidad en la que el cerco militar en contra de las comunidades zapatistas se estrecha y alienta agresiones en su contra, integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ=FNLS) fueron hostigados, el pasado mes de mayo, por el ejército federal con helicópteros artillados que efectuaron sobrevuelos rasantes sobre las viviendas de las comunidades El Carrizal, Río Florido, San Agustín Chalam del Carmen, entre otras, aterrorizando a la población.
El FNLS denuncia que en los estados de Hidalgo y Veracruz, en la región de las Huastecas, las comunidades organizadas en el Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata (FDOMEZ-FNLS) al igual que otras regiones indígenas-campesinas del país están siendo hostigadas por el ejército federal en complicidad con los gobiernos de los estados y presidencias municipales.
En Michoacán, la lucha por la defensa de la tierra de la Organización Campesina Indígena y Popular “Ricardo Flores Magón” (OCIP-RFM-FNLS) pertenecientes a la Comunidad Tabiquera La Loma de Uruapilla, Tenencia de Santiago Undameo del Municipio de Morelia, es objeto de represión, hostigamiento, acoso psicológico, heridos de bala y la detención desaparición de dos compañeros por parte del gobierno federal con la anuencia del gobierno estatal, según denuncia el FNLS.
Este es un clásico conflicto de intereses, por un lado la comunidad que defiende su derecho ético y legal de poseer un lugar donde vivir y ser productivos; por el otro voraces empresarios que ven en la tierra el incrementado signo de pesos en que puede convertirse esa mercancía si se le destina a proyectos residenciales.
En esta confrontación el poder económico cuenta con el respaldo del poder político, que incluso violando el Estado de Derecho vigente ambiciona consumar el despojo y de pasada darle una lección a estos mexicanos que pretenden organizarse independientemente y construir desde sus cimientos, aunque sea de forma incipiente, la auténtica participación popular en la construcción de una nueva sociedad.
Después de varios intentos, finalmente el pasado 12 de junio fue detenido Moisés Molina Rodríguez. Permanece en calidad de desaparecido más de quince días, tiempo durante el cual es torturado, quedando con graves secuelas físicas y psicológicas.
En este caso hablamos no de un simple secuestro sino de detención desaparición, puesto que Moisés fue aprehendido sin orden de detención, se le llevó a un lugar clandestino, se negó información a sus familiares, se le torturó y su vida estuvo en inminente peligro.
En su relato, que detalla los interrogatorios a que fue sometido y el entorno en el que padeció ese corto pero cruel cautiverio, quienes directamente padecimos la represión del pasado reconocemos la forma de actuar, al margen de la legalidad, de los órganos represivos del Estado, que por “inteligencia” entienden obtener información por cualquier medio, sin importarles la dignidad e integridad humanas.
Posteriormente, el 18 de junio, en un intento fracasado de detención es herido de un balazo José Reyes Aguilar, también comunero de Uruapilla. Para cerrar este embate represivo el 4 de julio Avenicio Reyna Cruz, coordinador y miembro activo de la Comisión Jurídica de la OCIP-RFM, es detenido desparecido. En la madrugada del día siguiente lo “botan” en condiciones sumamente graves por la tortura a que fue sometido: golpes, costillas rotas y severo daño psicológico.
Las prácticas de los “viejos” tiempos de la “guerra sucia” no se han ido del todo, están presentes y deben de ser frenadas si de verdad se desea un México distinto en que el Estado de Derecho no sea retórica que encubre autoritarismo y antidemocracia.
Con relativa frecuencia, menos de la necesaria, se denuncia en algunos medios de comunicación (en forma destacada en el POR ESTO! diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía) el preocupante proceso de degradación de la vida política nacional, una de cuyas afiladas aristas es la que se refiere a la creciente estrategia estatal de criminalizar la protesta social.
Los viejos tiempos de la antidemocracia, el autoritarismo y la represión no se han ido, están presentes en el hostigamiento a comunidades campesinas, encarcelamiento, torturas y desaparición forzada de opositores considerados radicales por la clase en el poder.
Ejemplos de esto hay muchos, veamos algunos de ellos. El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), una de las agrupaciones populares que realiza sus actividades al margen de los partidos con registro oficial, denuncia que es objeto de represión y hostigamiento gubernamental en Chiapas, Hidalgo, Veracruz y Michoacán.
Denuncia el FNLS que en Chiapas, entidad en la que el cerco militar en contra de las comunidades zapatistas se estrecha y alienta agresiones en su contra, integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ=FNLS) fueron hostigados, el pasado mes de mayo, por el ejército federal con helicópteros artillados que efectuaron sobrevuelos rasantes sobre las viviendas de las comunidades El Carrizal, Río Florido, San Agustín Chalam del Carmen, entre otras, aterrorizando a la población.
El FNLS denuncia que en los estados de Hidalgo y Veracruz, en la región de las Huastecas, las comunidades organizadas en el Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata (FDOMEZ-FNLS) al igual que otras regiones indígenas-campesinas del país están siendo hostigadas por el ejército federal en complicidad con los gobiernos de los estados y presidencias municipales.
En Michoacán, la lucha por la defensa de la tierra de la Organización Campesina Indígena y Popular “Ricardo Flores Magón” (OCIP-RFM-FNLS) pertenecientes a la Comunidad Tabiquera La Loma de Uruapilla, Tenencia de Santiago Undameo del Municipio de Morelia, es objeto de represión, hostigamiento, acoso psicológico, heridos de bala y la detención desaparición de dos compañeros por parte del gobierno federal con la anuencia del gobierno estatal, según denuncia el FNLS.
Este es un clásico conflicto de intereses, por un lado la comunidad que defiende su derecho ético y legal de poseer un lugar donde vivir y ser productivos; por el otro voraces empresarios que ven en la tierra el incrementado signo de pesos en que puede convertirse esa mercancía si se le destina a proyectos residenciales.
En esta confrontación el poder económico cuenta con el respaldo del poder político, que incluso violando el Estado de Derecho vigente ambiciona consumar el despojo y de pasada darle una lección a estos mexicanos que pretenden organizarse independientemente y construir desde sus cimientos, aunque sea de forma incipiente, la auténtica participación popular en la construcción de una nueva sociedad.
Después de varios intentos, finalmente el pasado 12 de junio fue detenido Moisés Molina Rodríguez. Permanece en calidad de desaparecido más de quince días, tiempo durante el cual es torturado, quedando con graves secuelas físicas y psicológicas.
En este caso hablamos no de un simple secuestro sino de detención desaparición, puesto que Moisés fue aprehendido sin orden de detención, se le llevó a un lugar clandestino, se negó información a sus familiares, se le torturó y su vida estuvo en inminente peligro.
En su relato, que detalla los interrogatorios a que fue sometido y el entorno en el que padeció ese corto pero cruel cautiverio, quienes directamente padecimos la represión del pasado reconocemos la forma de actuar, al margen de la legalidad, de los órganos represivos del Estado, que por “inteligencia” entienden obtener información por cualquier medio, sin importarles la dignidad e integridad humanas.
Posteriormente, el 18 de junio, en un intento fracasado de detención es herido de un balazo José Reyes Aguilar, también comunero de Uruapilla. Para cerrar este embate represivo el 4 de julio Avenicio Reyna Cruz, coordinador y miembro activo de la Comisión Jurídica de la OCIP-RFM, es detenido desparecido. En la madrugada del día siguiente lo “botan” en condiciones sumamente graves por la tortura a que fue sometido: golpes, costillas rotas y severo daño psicológico.
Las prácticas de los “viejos” tiempos de la “guerra sucia” no se han ido del todo, están presentes y deben de ser frenadas si de verdad se desea un México distinto en que el Estado de Derecho no sea retórica que encubre autoritarismo y antidemocracia.