Rayuela
a los Blackberries,
¿qué será de Pemex?
Pillan a funcionario de Los Pinos con celulares ...del equipo de Bush
Durante la gira que el presidente Felipe Calderón realizó el lunes y el martes pasados a Estados Unidos, un funcionario de su equipo de logística, Rafael Quintero Curiel, fue captado por una cámara de video de un hotel en Nueva Orléans tomando entre “seis o siete” celulares del personal de George W. Bush, lo que ocasionó que el Servicio Secreto (SS) abriera una investigación. La Cadena Fox destapó el asunto diciendo que había robado los aparatos.
Apenas dos días después de que Calderón regresó a México, el escándalo alcanzó a las dos oficinas presidenciales. Por un lado, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, confirmó la investigación contra Quintero. A su vez, Los Pinos anunció ayer mismo el cese del funcionario para que enfrente de “manera personal” esas indagaciones.
Pese a que fuentes de Los Pinos negaron que la embajada de México en Estados Unidos hubiera notificado de alguna investigación oficial, el vocero de esa delegación diplomática, Ricardo Alday, reconoció la existencia de la pesquisa.
Quintero era subdirector de coordinación y avanzada de logística de la coordinación de comunicación social de la Presidencia, a cargo de Maximiliano Cortázar. Ingresó a Los Pinos a principios de 2007 bajo el mando del ex coordinador de logística Daniel Nuñez y recibía un sueldo neto de 31 mil 42 pesos, según la página de Internet de Los Pinos.
“Sea que no estaba bien o simplemente estaba desesperado por jugar rompetabiques, un agregado de prensa mexicano fue captado por una cámara embolsándose algunos Blackberries de la Casa Blanca durante la más reciente reunión en Nuevo Orleans, hecho por el cual fue despedido.” Con esta frase se inicia la nota de la cadena televisiva, que fue retomada por agencias internacionales.
Ilustrada con imágenes de los encuentros que Calderón sostuvo con Bush y con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, en el contexto de la Cumbre Trilateral de Líderes de América del Norte, esta información reseñó que Quintero tomó seis o siete equipos de una mesa que estaba afuera del salón especial donde la delegación mexicana se reunió con Bush a principios de esta semana, en el hotel Windsor Court. A toda persona que entraba al cuarto se le pidió dejar su teléfono celular, Blackberry o algún otro equipo de este tipo en la mesa, práctica común en reuniones de alto nivel como ésta.
“Inmunidad diplomática”
Al término de la reunión, añade, funcionarios estadunidenses descubrieron que faltaban sus pertenencias, por lo que agentes del SS revisaron una videocinta tomada por una cámara del lugar y descubrieron a Quintero “huyendo” con los Blackberries. Las fuentes dijeron que tomó el camino al aeropuerto antes de que los oficiales del SS lo pudieran capturar.
El entonces funcionario inicialmente negó haber tomado los aparatos, pero después de que los agentes le mostraron la grabación dijo que había sido puramente accidental, los regresó y, argumentando que tenía inmunidad diplomática, viajó de regreso con la delegación mexicana.
Ayer, cuando Calderón sostenía un encuentro con industriales, el tema ya había generado polémica en México, por lo que José Alfredo García, director de medios nacionales de Los Pinos, salió a informar del despido.
Fuentes de la Presidencia añadieron después que el propio ex funcionario argumentó a su jefe directo, el coordinador de logística, Juan Claudio Morones, que por la premura había tomado dos o tres celulares, pero que los devolvió a una conductora de las camionetas en que viajaba la prensa, quien se encargó de entregar los aparatos al hotel.
Las mismas fuentes comentaron que si se comprueba que Quintero no cometió ningún delito podrá regresar a ocupar su cargo, y rechazaron que la Presidencia haya iniciado su propia investigación, porque no está en su jurisdicción.
Las versiones sobre que no había indagación oficial contra el ex funcionario fueron contradictorias con las declaraciones de Alday, quien según la agenda Reuters señaló: “Quintero será responsable de responder (sic) por sus actos ante la investigación que conduce (sic) el gobierno