Emilio González Márquez quizá compra la entrada al Cielo, pero en la Tierra ¡cómo peca!
Rumbo de México
No tiene desperdicio la colaboración de Carlos Monsiváis, en el semanario Proceso que está en circulación, intitulada “Del Estado laico a las macrolimosnas”. Ahí, con su característica ironía, establece que en sus horas libres, el señor Emilio González Márquez se acuerda de su condición de gobernador de Jalisco, y en ese período vacacional recurrente se empeña, por ejemplo, en tareas útiles como el quebramiento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, o en el envío de su desdén y prepotencia hacia las minorías religiosas de la entidad.
Según Público (29 de marzo de 2008) ha sido amplia la disposición del Primer Mandatario de Jalisco de confundir el gobierno de su estado con una sociedad de obras pías. Así, ha entregado el panista, nunca de su bolsillo, en millones de pesos:
- 90 para la construcción del Santuario de los Mártires,
- 30 para la ruta del peregrino en Los Altos de Jalisco,
- Uno para la remodelación de la parroquia de Yahualica,
- 800 mil para las figuras navideñas donadas a El Vaticano,
- 15 para los bancos diocesanos de alimentos Cáritas y
- 90 para la ruta cristera en Los Altos de Jalisco.
En Wikipedia, La Enciclopedia Libre, se dice del fervoroso católico, ahora funcionario público, ahora más público por sus macrolimosnas:
“Su mandato se ha caracterizado por una administración sui generis con algunos tintes que nos recuerdan la gracia del anterior Alberto Cárdenas Jiménez, pero sin el personal profesional que le acompañó, ya que dentro de su gabinete han destacado compadrazgos y cuotas de poder, desde los altos funcionarios a los más bajos niveles de su gobierno, donde los puestos son dependiendo de la calidad de su aportación a la campaña y su compromiso para con el Yunke (grupo del que se rumora es miembro), rasgos como: personal sin formación académica en puesto de mando hasta aviadores ha caracterizado dentro de sus múltiples colaboradores y singulares aportaciones al lenguaje político.
“Cuando se le pregunta sobre El Yunke, grupo católico de ultraderecha al que algunos en Jalisco dicen que puede estar vinculado. A una palabra tiene que responder con una idea. Y a la palabra Yunque dice que es como hablar del “Chupacabras”, y después corrige: “No, es un invento de periodistas para escribir libros”.
“Luis Paredes, ex presidente municipal de Puebla y ex miembro de El Yunque dice que dos docenas de militantes de El Yunque, entre ellos siete de primer nivel, acompañan al gobernador González Márquez en su equipo.”
Por todo lo anterior, el explicable desplegado, firmado por Jorge Carpizo, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Socorro Díaz, Rodolfo Echeverría, Laura Esquivel, Víctor Flores Olea, Daniel Giménez Cacho, Enrique González Pedrero, Miguel Ángel Granados Chapa, Guadalupe Loaeza, Francisco Martín Moreno, Ifigenia Martínez, el mismo Carlos Monsiváis, Porfirio Muñoz Ledo, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Diego Valadéz, entre otros, donde se asegura que Emilio González Márquez viola la ley.
“La aportación, por parte del gobierno panista de Jalisco, de 90 millones de pesos para la construcción de un monumento a los muertos católicos de la Guerra Cristera constituye un insultante agravio al estado laico que los mexicanos nos hemos dado desde mediados del siglo XIX. ........Con esta acción provocadora el gobierno de Jalisco destroza la imparcialidad y la equidistancia hacia todos los credos religiosos que es la razón misma de ser de un estado laico.
“Vale la pena recordar que Benito Juárez, cristiano en su fuero interno, se negó a asistir a un Te Deum para no mostrar preferencia hacia una sola iglesia así fuese, o precisamente por ser, la mayoritaria. El respeto a las minorías es la esencia de los sistemas democráticos........
“Demandamos que los mencionados fondos públicos regresen a las arcas estatales para ser utilizados en obras sociales, tan desesperadamente necesitadas por los sectores marginados de la sociedad. Argumentar que el monumento en cuestión generará turismo y fuentes de trabajo es incurrir en una falacia grosera con el propósito de promover una agenda sectaria: un país con la riqueza natural y cultural de México no requiere, para su turismo, de un mausoleo al fanatismo. Si el gobernador de Jalisco desea aportar a la construcción de un monumento a la intolerancia y a la división entre los mexicanos, deberá hacerlo con fondos personales.”
Pobres gobernados en Jalisco. Esta historia de terror, eso sí, terror que lleva la sacrosanta bendición, se une a la contratación de familiares (nepotismo), al proyecto del canje de placas con un costo de mil 200 pesos, y a la declaración –frase que debería estar en letras de oro en el Congreso del estado- “la distribución de condones entre los jóvenes de Jalisco sería como darles un six de chelas.”
Hasta el 28 de marzo del 2013 seguirá gobernando Emilio González Márquez, tiempo suficiente para seguir comprando su entrada al cielo. Eso sí, con dinero ajeno.
No tiene desperdicio la colaboración de Carlos Monsiváis, en el semanario Proceso que está en circulación, intitulada “Del Estado laico a las macrolimosnas”. Ahí, con su característica ironía, establece que en sus horas libres, el señor Emilio González Márquez se acuerda de su condición de gobernador de Jalisco, y en ese período vacacional recurrente se empeña, por ejemplo, en tareas útiles como el quebramiento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, o en el envío de su desdén y prepotencia hacia las minorías religiosas de la entidad.
Según Público (29 de marzo de 2008) ha sido amplia la disposición del Primer Mandatario de Jalisco de confundir el gobierno de su estado con una sociedad de obras pías. Así, ha entregado el panista, nunca de su bolsillo, en millones de pesos:
- 90 para la construcción del Santuario de los Mártires,
- 30 para la ruta del peregrino en Los Altos de Jalisco,
- Uno para la remodelación de la parroquia de Yahualica,
- 800 mil para las figuras navideñas donadas a El Vaticano,
- 15 para los bancos diocesanos de alimentos Cáritas y
- 90 para la ruta cristera en Los Altos de Jalisco.
En Wikipedia, La Enciclopedia Libre, se dice del fervoroso católico, ahora funcionario público, ahora más público por sus macrolimosnas:
“Su mandato se ha caracterizado por una administración sui generis con algunos tintes que nos recuerdan la gracia del anterior Alberto Cárdenas Jiménez, pero sin el personal profesional que le acompañó, ya que dentro de su gabinete han destacado compadrazgos y cuotas de poder, desde los altos funcionarios a los más bajos niveles de su gobierno, donde los puestos son dependiendo de la calidad de su aportación a la campaña y su compromiso para con el Yunke (grupo del que se rumora es miembro), rasgos como: personal sin formación académica en puesto de mando hasta aviadores ha caracterizado dentro de sus múltiples colaboradores y singulares aportaciones al lenguaje político.
“Cuando se le pregunta sobre El Yunke, grupo católico de ultraderecha al que algunos en Jalisco dicen que puede estar vinculado. A una palabra tiene que responder con una idea. Y a la palabra Yunque dice que es como hablar del “Chupacabras”, y después corrige: “No, es un invento de periodistas para escribir libros”.
“Luis Paredes, ex presidente municipal de Puebla y ex miembro de El Yunque dice que dos docenas de militantes de El Yunque, entre ellos siete de primer nivel, acompañan al gobernador González Márquez en su equipo.”
Por todo lo anterior, el explicable desplegado, firmado por Jorge Carpizo, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Socorro Díaz, Rodolfo Echeverría, Laura Esquivel, Víctor Flores Olea, Daniel Giménez Cacho, Enrique González Pedrero, Miguel Ángel Granados Chapa, Guadalupe Loaeza, Francisco Martín Moreno, Ifigenia Martínez, el mismo Carlos Monsiváis, Porfirio Muñoz Ledo, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Diego Valadéz, entre otros, donde se asegura que Emilio González Márquez viola la ley.
“La aportación, por parte del gobierno panista de Jalisco, de 90 millones de pesos para la construcción de un monumento a los muertos católicos de la Guerra Cristera constituye un insultante agravio al estado laico que los mexicanos nos hemos dado desde mediados del siglo XIX. ........Con esta acción provocadora el gobierno de Jalisco destroza la imparcialidad y la equidistancia hacia todos los credos religiosos que es la razón misma de ser de un estado laico.
“Vale la pena recordar que Benito Juárez, cristiano en su fuero interno, se negó a asistir a un Te Deum para no mostrar preferencia hacia una sola iglesia así fuese, o precisamente por ser, la mayoritaria. El respeto a las minorías es la esencia de los sistemas democráticos........
“Demandamos que los mencionados fondos públicos regresen a las arcas estatales para ser utilizados en obras sociales, tan desesperadamente necesitadas por los sectores marginados de la sociedad. Argumentar que el monumento en cuestión generará turismo y fuentes de trabajo es incurrir en una falacia grosera con el propósito de promover una agenda sectaria: un país con la riqueza natural y cultural de México no requiere, para su turismo, de un mausoleo al fanatismo. Si el gobernador de Jalisco desea aportar a la construcción de un monumento a la intolerancia y a la división entre los mexicanos, deberá hacerlo con fondos personales.”
Pobres gobernados en Jalisco. Esta historia de terror, eso sí, terror que lleva la sacrosanta bendición, se une a la contratación de familiares (nepotismo), al proyecto del canje de placas con un costo de mil 200 pesos, y a la declaración –frase que debería estar en letras de oro en el Congreso del estado- “la distribución de condones entre los jóvenes de Jalisco sería como darles un six de chelas.”
Hasta el 28 de marzo del 2013 seguirá gobernando Emilio González Márquez, tiempo suficiente para seguir comprando su entrada al cielo. Eso sí, con dinero ajeno.